(En)clave Comahue, N°24, 2018 FADECS - UNCo

Movilización espiritual en perfiles profesionales. Reflexiones a partir de un caso ilustrativo

Spiritual mobilization in professional profiles. Reflections from a case study

Claudia Sandra Krmpotic *
Centro Argentino de Etnología Americana-CONICET
claudia.k@conicet.gov.ar

* Doctora en Servicio Social por la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo (Brasil), con Postdoctorado Interdisciplinar en Cs. Humanas por la Universidad Federal de Santa Catarina (Brasil). Profesora titular en la Universidad Nacional de Buenos Aires y de La Matanza. Investigadora independiente del CONICET en el Centro Argentino de Etnología Americana (Buenos Aires). Desarrolla investigación en torno de las formas históricas de la protección social, y de los sistemas públicos e informales de cuidados y protección en el campo socio-jurídico y sanitario.

RECIBIDO: 28/5/2018
APROBADO: 29/6/18

Resumen

Se aborda la relación entre espiritualidad y ciencias sociales y humanas, así como su valorización creciente en el plano de las creencias y de las intervenciones asociadas a la salud y el bienestar.Los estudios relevados asocian su ocurrencia a un cambio paradigmático como a una tendencia subjetivizante, en cuyo contexto emerge una nueva sensibilidad. En el marco de una estrategia de corte cualitativo, se presentan resultados interpretativos a partir de un estudio de caso único, con información obtenida en entrevistas abiertas, extensas y recurrentes. El caso de Beatriz muestra una propensión que se observa en el nivel de profesionales calificados con ciertos recursos y capacidades, lo que puede limitar su acceso a otros segmentos sociales. La recuperación de conocimiento antiguo como las combinaciones poco ortodoxas resulta en una llamativa complejidad de las argumentaciones y constituye un fenómeno que habrá que seguir estudiando.

Palabras clave: movilización espiritual, bienestar, tecnologías sociales, Argentina.

Abstract

The relationship between spirituality and social and human sciences is discussed, as well as its increasing value in terms of beliefs and in interventions associated with health and well-being. The surveyed studies associate its occurrence to a paradigmatic change as a subjective tendency, in the context of which a new sensitivity emerges. Within the framework of a qualitative strategy, interpretative results are presented from a single case study, with information obtained from open, extensive and recurrent interviews. The case of Beatriz shows a trend that is observed in the level of qualified professionals with certain resources and capacities, which may limit their access to other social segments. The recovery of ancient knowledge as unorthodox combinations results in a striking complexity of arguments and it is a phenomenon that will have to bestudied further.

Keywords: spiritual mobilization, well-being, social technologies, Argentina.

Introducción

La relación entre espiritualidad y ciencias sociales y humanas ha sido abordada recientemente (Krmpotic, 2016a), constatándose una valorización creciente de aquella, tanto en el plano de las creencias como en las intervenciones asociadas a la salud y el bienestar. Por su parte, Toniol (2015) y Saizar y Korman (2012) han observado en el nuevo siglo una expansión similar con impacto en América Latina, en el ámbito de las ciencias médicas con incidencia en las políticas de salud y la práctica clínica, a partir del supuesto que la espiritualidad hace bien a la salud. Algunas comunidades profesionales han reaccionado de cara a la temática, incorporando alternativas integrativas, new age, como aquellas propias de movimientos ecológicos, religiosos y comunitarios (Krmpotic, 2016b). Se promueven cursos y experiencias de aprendizaje que buscan flexibilizar las fronteras entre ‘ciencia y fe’, para responder a las necesidades de usuarios y pacientes. Esto ha suscitado el interés de esta indagación en perfiles profesionales altamente calificados a fin de conocer cómo se negocian las particularidades derivadas del modo de pensar. Precisamente, nos proponemos examinar la movilización espiritual en el caso de Beatriz, una experimentada Trabajadora Social. Nos preguntamos en qué medida la incorporación de la espiritualidad ha modificado su perspectiva profesional, y si ello tiene incidencia directa en las técnicas de intervención profesional.

La revisión bibliográfica y la interpretación del caso a partir de la presentación de algunos fragmentos narrativos obtenidos en el marco de entrevistas en profundidad nos colocan ante un activismo que, de alguna manera, acompaña el desencanto postmoderno, y anuda en la pretensión de un cambio paradigmático que se traduce en la nueva era ‘ecozoica’ (conjunción del pensamiento ecológico, sistémico y holístico), a partir de la noción de ‘noosfera’ como nuevo estadio de la mundialización. Con ello se anticipa un cambio epocal caracterizado por una hominización de la realidad planetaria que,

[...] a partir de la biosfera (vida) y luego la antroposfera (ser humano) llega a la noosfera en tanto etapa más avanzada del proceso evolutivo [...] que a partir del sentido griego del nous remite a mente e inteligencia, a la convergencia de mentes y corazones [...] de una humanidad como expresión consciente e inteligente de la Tierra. (Boff, 2011: 29)

Asimismo, la felicidad como meta de los Estados y su expresión en las políticas de bienestar declinan, evidenciando una tendencia subjetivizante “a partir de procesos de individua-ción y resacralización: se trata de un bienestar personal o wellness, cuya elucidación revela una huella espiritual” (Papalini y Echavarrìa, 2016: 49). Esta nueva sensibilidad es resultante, por un lado, de la crisis civilizacional y su impacto en la economía, la ciencia y la tecnología, los valores y la ecología; y, por otro, de los debates en torno al sujeto y el rescate de la identidad como vía de comprensión y regulación de los conflictos sociales, de género e interétnicos que plantea la diversidad cultural y la desigualdad socioeconómica.

El análisis del caso nos permitirá reconocer las implicancias personales y profesionales en torno de la salud y el bienestar. Nos acerca a una enorme riqueza de recursos y conceptos, más no necesariamente a una adhesión razonada y permanente. Refleja el clima de época, en la que se tiende a valorar los atravesamientos, lo híbrido y el popurrí. Resignificación de la espiritualidad como dimensión del bienestar En los últimos años se ha hecho ostensible el reconocimiento de la diversidad sociocul tural con relación a la calidad de vida, y su impacto en los estudios sobre las identidades, las nuevas subjetividades y el bienestar. 1

Las instituciones que operan sobre el locus de ‘lo social’ han visto revitalizados los deba tes en torno de las creencias y el sufrimiento humano, y sus manifestaciones en la dinámica social. Ello ha trasuntado en conceptos como el de prácticas culturalmente sensibles (culturally sensitive practices) mediante el cual Dominelli (2004) reconoce la fluidez de la cultura en los modos de vida paralelos. A través de nociones como las de prácticas conscientes –mindful practice (Sperry y Shafranske, 2005)–, o prácticas espiritualmente sensibles –spiritually sensitive practice (Canda, 2009)–, se llama la atención acerca de cómo las tradiciones espirituales afectan las cosmovisiones y el sentido de la vida, tanto en los profesionales como en las personas que atienden. Todo ello ha fortalecido un encuadre ahora ‘bio-psico-socio-espiritual’ –sostenido por la Organización Mundial de la Salud desde 1998– en una trama conceptual que ofrece retos y oportunidades para la intervención sociosanitaria.

Asimismo, y advirtiendo la estrechez de la racionalidad moderna emergen nociones como las de razón sensible (Maffesoli, 1997), inteligencia emocional (Goleman, 1996), razón cordial (Cortina, 2007), ciencia con conciencia (Morin, 1992), inteligencia espiritual (Zohar y Marshall, 2002), la capacidad de preocuparse por el otro –el concern (Winnicott, 1981)–, que aluden a distintos esfuerzos por nombrar una nueva racionalidad.

Estos aportes buscan integrar lo históricamente escindido, entendiendo que la gestión de la vida en común supone el arte de convivir (la política) que se funde con el arte de vivir (la espiritualidad). Si la política remitía a lo colectivo y la conciencia a lo individual, el giro apunta a conjugar una conciencia política individual ligada a una responsabilidad y sensibilidad ética (Torrent, 2011) junto a una espiritualidad socialmente comprometida (De la Iglesia, 2011).

En un sentido amplio, se asume un concepto de espíritu entendido como lo inmaterial, intelectual o moral del hombre, asociado a la creencia en la existencia de un poder reinante sobrenatural, creador y regulador del universo, que ha dotado al hombre de una naturaleza espiritual que continúa existiendo después de la muerte. Lo espiritual remite a la idea de una capacidad humana que permite a los individuos trascender su vida personal, experimentar lo sagrado del universo y buscarle sentido a la vida (Myers, 2008), por lo tanto, está asociada al reconocimiento de diversas formas de conocimiento –tradicionales, indígenas, etc. (Bhagwan, 2013)–. Supone una actitud frente a la vida en la búsqueda de significados y propósitos en las relaciones con uno mismo, con los otros y con la realidad del universo, naturaleza o presencia superior (Furman et al., 2005). Se trata de una espiritualidad como búsqueda, como experiencia, a través de la cual el sujeto realiza una transformación por sí mismo (Foucault, 2008); un medio de apoyo social, de atención espiritual y también de responsabilidad de la comunidad cultural o religiosa hacia el sufriente (Rumbold, 2002). Espiritualidad como la

[...] experiencia de sentir que formas parte de algo más grande y más profundo que tú mismo, algo que te conecta a todo y a todos, que te hace ver a todos los seres humanos como hermanos y al planeta como la casa común que tenemos que cuidar. (Cervantes, 2011: 9)

Espiritualidad como un aspecto de la experiencia vivida, lo que incluye rituales de vida, creatividad, acciones y sentido de lugar (Crisp, 2008).

En lo que atañe al ámbito específico de la intervención social, una práctica sensible a ladimensión espiritual involucra para el profesional diversos aspectos. En primer lugar, la conciencia acerca de la existencia y manifestaciones del plano espiritual en uno mismo como en los demás, y sus implicancias prácticas. En segundo lugar, una mayor familiaridad con los actuales enfoques holísticos en materia de salud y bienestar, y la incorporación de nuevos recursos que favorezcan estrategias de cooperación efectiva con los sistemas de apoyo espirituales (religiosos y no religiosos). En tercer lugar, el desarrollo de intervenciones basadas en información relativa a la espiritualidad (historia espiritual, fortalezas y obstáculos, recursos espirituales, puntos de divergencia y convergencia) a los fines de proveer sistemas y actividades de cuidado sin infringir la sensibilidad y derechos de los usuarios. Por cierto, siempre se advierten los aspectos positivos en las formas espirituales de apoyo, pero también aquellos opresivos que puedan derivar de aquellas ante los desafíos de la diversidad humana.

En síntesis, en la temática convergen diversas aproximaciones disciplinarias a los significados del sufrimiento, los cuidados, los sentidos de vida y muerte y la trascendencia, que acompañan –desde las últimas décadas del siglo XX– la aparición de nuevos enfoques que procuran desplazar el mainstream en el ámbito de las filosofías y las tecnologías sociales.

Metodología

En el marco de una estrategia cualitativa, los resultados que presentamos resultan de la interpretación de un estudio de caso único, con información obtenida a partir de entrevistas abiertas, extensas y recurrentes. El caso seleccionado se comporta como unidad empírica, focalizado en un sujeto con cualidades representativas del fenómeno de la movilización espiritual en el perfil que buscamos ahondar (Robson, 2002; Ragin y Becker, 1992). En ese sentido, Beatriz nos ofrece alta cualificación profesional, sostenida actividad profesional y académica, además de su disposición a compartir su experiencia, lo que define una composición de tiempo y lugar entendida como una ‘ventana’ hacia su comunidad profesional. Mantuvimos tres encuentros

extensos en los meses de enero y febrero de 2017, propiciando un balance del 2016 en lo que respecta a sus búsquedas espirituales y terapéuticas, las que serán expuestas aquí en breves tramos narrativos seleccionados.2 La mirada sobre la singularidad estimula mayor investigaciónen la medida que actúa como un indicador de la realidad –no suficientemente analizada aún, ni captada cualitativa ni cuantitativamente–. El conocimiento previo del caso, junto a la devolución de las transcripciones y los acuerdos interpretativos como forma de control del participante, han permitido mejorar la validez descriptiva del material.

Movilización espiritual en el caso de un profesional experimentado

Conocimos a Beatriz hace ya varios años participando de espacios académicos y profesionales. En un encuentro reciente comentó acerca de sus búsquedas espirituales y terapéuticas, aspecto particularmente activo en los últimos años. Este hecho condecía con lo advertido en intercambios con otros colegas del campo del Trabajo Social, notando combinaciones diversas entre actividad profesional y creencias religiosas y terapéuticas –en este caso–, con la actividad pastoral (en el caso de Viviana), armonizando el rol profesional y la participación en comunidades adventistas y neo-pentecostales, como en los casos de Alma, Marco y Graciela (Barrón, 2017). Las experiencias presentaban un aspecto en común, al señalar que el desarrollo personal –expansión del plano espiritual, cambios en los modos de vida, etc.– se considera un aspecto previo y necesario para una mejor intervención en los contextos institucionales como en las relaciones profesionales.

Beatriz es una Trabajadora Social de 54 años con formación doctoral. Es profesora universitaria y ha ocupado en varias oportunidades cargos representativos en organizaciones profesionales. Si bien desde niña recibió una consistente formación en la fe católica y compartió sus rituales institucionales, con el paso de los años fue ampliando su horizonte de creencias, movida por la curiosidad y también por la necesidad de trascender y encontrar respuestas.

En el último tiempo –con referencia al 2016, en tanto recorte temporal previsto en el marco de la indagación– comentó que mantuvo sus actividades como miembro estable de CAFH Un camino de Desenvolvimiento Espiritual, 3 participando recientemente de su Asamblea Anual (Chile) como del cierre de actividades espirituales de CAFH en la Argentina. Asimismo, tomó contacto en un primer acercamiento con un Centro Budista en Corea del Sur y un Centro Budista en Beijing (China) como parte de su visita a esa región a propósito de su participación en un evento profesional internacional. Retomó la capacitación en un enfoque terapéuticoconocido como ‘constelaciones familiares’ (en la línea de Bert Hellinguer), como su formación en ‘bio-neuro-emoción’ o ‘biodescodificación’, brindada por Enric Corbera en Buenos Aires, experiencia que pensaba continuar en 2017. Ha reunido en el último tiempo numerosos textos de Corbera a quien recurre regularmente a través de la lectura; reconoce en Carl Jung al gran maestro, junto a diversos autores extranjeros que tratan sobre caminos espirituales. Alude también al texto de Dethlefsen y Dahlke de 1983, La enfermedad como camino. Una interpretación distinta de la medicina, hito del desplazamiento de la manifestación corporal del síntoma hacia el plano psíquico, y reflejo de la creciente desconfianza en la medicina académica y la búsqueda de otros métodos, antiguos como modernos.

Consultada acerca de cómo ha conocido estas iniciativas, y si de alguna manera han influido allegados o colegas, resalta que ha sido en general por interés personal como parte de una búsqueda individual, que luego podrá compartir –aunque no en todos los casos– con amigos, pareja, colegas y estudiantes.

Respecto de las creencias más sobresalientes, resalta la idea de humanidad, en el sentido

[...] de realizar en nuestra propia vida lo que esperamos de la humanidad... si yo puedo, la humanidad puede; el valor del presente –eterno presente– aceptando que lo que hacemos de bien o de mal suma o resta para todos; la necesidad de un trabajo introspectivo, interior
[...] el necesario trabajo personal, en la importancia de comprender lo vivido para transmutar.

Sobre su impacto en el ejercicio profesional, entiende que “el desarrollo personal y la importancia de comprender impactan directamente. Son recursos que amplían mi visión de los problemas sociales y la resonancia de estos en actitudes y posturas personales frente a la vida”.

Agrega “gran parte de mis aprendizajes y hallazgos sumaron también en relación con esa búsqueda permanente de la humanidad por prevalecer a pesar de la finitud, ya sea con monumentos, ideas y pensamientos”. Asimismo, interpreta que “muchas personas con las que trabajo se encuentra atravesados por apegos en virtud de estas ideas de continuidad”.

Este marco se transforma en herramienta para la intervención profesional. Veamos con más detalle algunos de los fundamentos de sus opciones.

Sobre la formación en ‘bio-neuro-emoción’: Enric Corbera (Barcelona, España)

Si bien esta ha sido la experiencia más reciente, no por ello es menos impactante pues es la que Beatriz prevé continuar en el año en curso. Corbera –su mentor– es un ingeniero técnico industrial, naturópata, sofrólogo y psicólogo. Se formó en programación neurolingüística ehipnosis ericksoniana, y reconoce créditos en las obras de C. Jung, R. Hawking, B. Lipton, y R. Lanza, entre otros. Explica que su enfoque abarca todos los ámbitos de la persona y da respues ta no solo a los problemas físicos, sino también a las dificultades interpersonales, sociales y, en definitiva, a todas las situaciones que provocan conflictos emocionales. Busca trascender las creencias individuales, familiares y culturales inconscientes, con el objetivo de lograr la libertad emocional. Promueve la perspectiva de que todo lo que vivimos tiene que ver con nosotros. De ahí que podamos dejar de ser víctimas de una situación y tengamos el poder de transformarla mediante el cambio de percepción. Aclara que la bio-neuro-emoción se diferencia de la biodescodificación –también de su autoría, pero ahora superada– más anclada en los aspectos biológicos y en las soluciones conductuales. Para construir esa iniciativa tomó como base la “descodificación biológica original”, elaboración del enfermero francés Christian Flèche (1993), 4 quien concibe que las enfermedades son una tentativa de autocuración, una reacción biológica de supervivencia frente a un acontecimiento emocionalmente incontrolable.

Por su parte, Corbera (2013) reconoce en el libro Un Curso de Milagros (en adelante, UCDM) –al que refiere como un clásico de la espiritualidad moderna– un nuevo paradigma de conciencia que permite integrar las situaciones conflictivas sin sufrimientos, culpas ni miedos. Por momentos confuso, incorpora en su discurso el Karma y la gran influencia que las acciones y comportamientos de nuestros antepasados tienen en nuestra forma de afrontar la vida. Utiliza terapias espirituales con alusiones a citas bíblicas desde su piedra angular UCDM de Helen Schucman. En éste, como en sus materiales propios, Corbera reconoce ascendencia en las ideas de Freud y Jung, también en la metafísica y la física cuántica para resignificar la vida.

Respecto de UCDM, el libro fue escrito originalmente en 1973, por la psicóloga norteamericana Helen Schucman quien ‘transcribe’ lo que ‘la voz’ dicta:

Era una voz que no emitía ningún sonido, pero que me presentaba una especie de dictadorápido interno que yo anotaba en un cuaderno de taquigrafía. La redacción no fue nunca automática. Podía interrumpirla en cualquier momento y después reanudarla. En muchas ocasiones me hizo sentir muy incómoda, pero nunca pensé seriamente en suspenderla.

Parecía ser una misión especial que de alguna manera, en algún lugar, yo había acordado llevar a cabo. (1977: 2)

Dicho texto incluye ejercicios y el manual del maestro con un evidente uso de terminología cristiana. Los ejercicios se resumen en frases breves diarias para reflexionar, por ejemplo:“Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo” (Lección 35, 1977: 432). “Mi santidad es mi salvación (Lección 39, 1977:435). “Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito” (Lección 71).5

Tanto Corbera como Schucman se presentan como mediadores del mensaje divino. Esta figura también aparece en otros casos conocidos, entre otros, el de Anthony William, el ‘médium médico’ que ayuda a curar enfermedades que han sido mal diagnosticadas, ineficazmente tratadas o que los médicos no pueden resolver. Hace esto escuchando una voz divina que literalmente habla en su oído, diciéndole lo que está en la raíz del dolor o la enfermedad de la gente, y lo que necesitan hacer para restaurar su salud. Se trata de una capacidad especia para conversar con un espíritu de alto nivel que le proporciona información de salud extraordinariamente precisa que a menudo está muy por delante de su tiempo. El mismo William lo describe como un don para ‘leer’ las condiciones de las personas y decirles cómo recuperar su salud. Asimismo, comparte esos saberes de modo de transferir la capacidad de cura y alivio a las propias personas, que así, moldeando su interior, podrían ‘autocurarse’. En este esquema, los alimentos, la dieta y la forma de vida resultan esenciales para el cambio.

Acerca de CAFH

CAFH simboliza la carta XII del tarot: la astucia y la paciencia por sobre la fuerza. Se presenta como un camino de desenvolvimiento espiritual fundado en Argentina en 1937 por Santiago Bovisio, un joven inmigrante italiano que llega al país en 1927, y desarrolla la propuesta a partir de la herencia recibida en Italia como miembro de una Orden Esotérica en Venecia. Al fallecimiento del Sr. Bovisio en 1962, le sucede el Sr. Jorge Waxemberg, quien dirigió CAFH por 42 años impulsando la formación de grupos en más de 20 países de América Latina, América del Norte, Europa, Medio Oriente y Australia. Desde 2005 le sucede José L. Kutscherauer como Director Espiritual, sosteniendo la vocación de renuncia de sus miembros a través de un trabajo social sostenible a partir de una cultura de trabajo interdependiente.

La actividad consiste en reuniones de estudio y retiros espirituales en los que se enseña a trabajar interiormente a fin de que el participante pueda ampliar su propia conciencia y contribuir al bien de la sociedad a través de su transformación. Se busca la libertad interior a través del conocimiento del sí mismo y de la participación consciente con todos los seres humanos, el mundo y la vida. En última instancia, se procura la unión con lo Divino, por medio de la práctica de la renuncia y de un método de vida. Se suman a ello las actividades voluntarias, reconociendo en el dar y recibir resultados mágicos (sendero de la caridad). No se trata de seguir al director espiritual sino que cada individuo logre descubrir su propio recorrido espiritual.

Lo particular de esta práctica está en la indagación sobre las fuentes de las enseñanzas originales. Resaltamos algunos de sus aspectos:

- la ascética mística: retoma los principios del misticismo hindú y las enseñanzas del yoga, junto a la mística cristiana desde la patrística hasta la edad media, que luego se amplía a nuevos tipos de mística con la contrarreforma católica. Se trata de una unión divina que se alcanza mediante una ascética, es decir, un proceso que contiene un ‘método de vida’, un ‘esfuerzo continuado’ y ‘dominio mental’, con técnicas como la relajación, el retiro espiritual y la oración mental (meditación, concentración, contemplación, unión). El método de vida implica un recorrido diario que se inicia con el despertar y conectar con lo divino, meditar y orar, una alimentación frugal, ejercicios y aseo, diálogo y relaciones, trabajo mental y manual, expansión y sano esparcimiento, lectura espiritual y estudios, y examen retrospectivo al final del día para repasar lo ocurrido.6

- las escuelas esotéricas de oriente y occidente (desde Arabia y el antiguo Egipto y las escuelas helénicas, hasta los rosacruces y las logias liberales de la revolución francesa).

- los tarots, símbolos que describen la formación del universo, la creación del hombre, su evolución y los poderes relacionados con la vida y el desarrollo del ser.

- el espíritu de CAFH basado en la renuncia. Siendo hijos de CAFH no se es un mero transmisor, sino la expresión viva del mensaje, cada uno es el mensaje. CAFH es esencialmente divino, pero se manifiesta a través del cuerpo místico. CAFH no hace, ‘plasma’. La renuncia es unión divina, porque es el estado negativo, más simple.

- religión universal: unidad de todas las religiones; no se trata de que desaparezcan las tradiciones religiosas, sino en su realización como –en última instancia– una.

Bert Hellinger y las constelaciones familiares

El creador del método nació en Alemania en 1925, quien fuera un ex-misionero católico formado en el psicoanálisis, la filosofía, la teología y la pedagogía. A través de la dinámica de grupo, la terapia primaria, el análisis transaccional y diversos métodos de hipnoterapia llegó a desarrollar su propia terapia sistémica y familiar. Su método de configurar ‘constelaciones familiares’ enfocado directamente hacia la solución le valió el reconocimiento más allá de sus fronteras.

Se concibe que la familia funciona como una totalidad y en ella radica –para el caso– la enfermedad. Esta se encuentra relacionada con algún hecho que ocurrió en la familia y que ha causado un desorden. Dado que la familia se comporta como si dependiera de un alma, y ésta sigue un orden, cuando hay desvío de ese orden a menudo hay alguien en la familia que enferma. El primer orden que rige a esta ‘alma’ es que cada miembro de la familia tiene el mismo derecho a pertenecer, es decir, que si a alguien de esa familia se le niega el derecho a pertenecer, queda excluido, entonces el alma trata de volver a establecer el orden. Los destinos de la familia de origen se vuelven los destinos de sus miembros en el presente y ninguno de ellos puede evitarlo ni cambiarlo. La perspectiva hereditaria no es genética sino sociocultural, reconociendo la transmisión a través de generaciones, de los conflictos, las preocupaciones familiares y los modos de comportarse.

Como analiza Alonso (2005) a partir de su llamativa propagación por los países hispanohablantes, dicha técnica psicoterapéutica puede recordar ligeramente al psicodrama. La terapia es grupal de sesión única, bajo la forma de seminarios de dos o tres días. Dispuestos en círculoy por turno, cada participante expresa a viva voz su problema –hecho patológico o ‘enredo’– y configura –coloca– a su familia eligiendo intuitivamente entre los asistentes que representarán a sus miembros. El proceso de configuración hasta la imagen final expresa un develamiento y un mayor grado de comprensión acerca de su lugar y situación personal. Se entiende el síntoma como equilibrador de traumas pasados y vividos por otros. Si bien algunos la emparentan con las terapias sistémicas al pivotear sobre la familia como unidad, esto no sería apropiado pues estas últimas no enfocan los movimientos procedentes del pasado. Para Alonso, sus principios teóricos precisan ser sistematizados y sus resultados validados, a fin de superar la actitud de sus practicantes que le atribuyen propiedades casi mágicas, teñidas de esoterismo.

Conclusiones

El estudio de caso nos permitió reconocer en Beatriz que la movilización espiritual combina diversas disciplinas y recursos. La recuperación de conocimiento antiguo y las combinaciones poco ortodoxas resultan en una llamativa complejidad de las argumentaciones. No son ideas sencillas, sino que entrelazan nociones muy diversas. Expertos o médiums se requieren para hacer accesibles tales saberes. No resulta extraño entonces que, sujetos habituados al estudio y la lectura, encuentren en estos grupos enlaces con sus propias trayectorias. En cualquier caso, priman formas esotéricas donde la alquimia y la idea de secreto, de reservado a un grupo añade el sentido de pertenecer a comunidades específicas con saberes especiales, como rasgos en las búsquedas de bienestar y felicidad. Un óptimo que consiste en la recuperación del equilibrio, el orden, la armonía y el poder de la trascendencia, todos aspectos que de alguna manera animan a Beatriz a seguir tales alternativas.

Tanto en las elecciones de Beatriz como en las fuentes en que abrevan las opciones expuestas se observa una combinación de saberes y principios provenientes de la medicina alternativa, de la medicina natural, de los Recetarios de la medicina humoral, de la biología y la física, de la ascética mística (hindú y cristiana), de las escuelas esotéricas de oriente y occidente, los tarots, de los rituales y libros cristianos. Se plasman en códigos y medios de comunicación planificados y de enorme proyección actual a través de las redes sociales virtuales, lo que facilita –junto al boca a boca– reducir distancias entre proveedores de alivio y eventuales consumidores.

A diferencia de lo ocurrido en América Latina entre los siglos XVIII al XX con la creación de figuras antagónicas, como el curandero vs. el hechicero, el médico vs. el curandero, lasactuales expresiones se muestran como ofertas complementarias y armónicas, con lo cual expanden el mercado de la salud. Sus agentes/mensajeros cuentan con formación profesional y académica, y no se presentan con posiciones anti-ciencia. Asimismo, una lectura atenta de las construcciones discursivas, lejos de presentar una mayor pluralidad, se convierten por el contrario en un repertorio bastante similar en lo referido al retorno de lo espiritual, lo divino, los espíritus y deidades, en pos de la armonía personal y la vivencia de totalidad cósmica.

En el marco de investigaciones como éstas, localmente aún incipientes, se concluye que la preocupación por la espiritualidad es una manifestación concreta. El caso de Beatriz muestra una tendencia que se observa en el nivel de profesionales calificados, con capacidad para procesar un tipo de lenguaje y argumentos, lo cual puede limitar su acceso a otros segmentos sociales. Asimismo, no se ha hecho evidente su traslapo al plano de la intervención profesional ni a la práctica académica. Sus búsquedas y adscripciones amplían su horizonte de comprensión y posibilidades de cura y cambio, y esto también se asocia a los viajes como a la ampliación de vínculos, en los que cataliza un proceso de hibridación al combinar diferentes perspectivas en salud y bienestar, fenómeno que sin dudas habrá que seguir estudiando.

Notas

1 Al respecto, hay al menos dos aspectos importantes para señalar: el primero, alude a las implicancias que tuvo la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural (París, 2001); el segundo se ve reflejado en las actuales reformulaciones de la clásica noción del bienestar del siglo XX en torno del buen vivir, del vivir bien, de la noción de vida buena, con referencia a modelos alternativos de desarrollo. En este sentido, se retoma una tradición latinoamericana sostenida en la detracción del eurocentrismo y la cosmovisión occidental, ahora actualizada a partir del rol que juega la resistencia de las sociedades marginadas en la elaboración de nuevos discursos y representaciones asociados al ‘buen vivir’ (puede ampliarse en Esteva, G. “Más allá del desarrollo: la buena vida”. América Latina en movimiento, N° 2, 2009).

2 Este estudio de caso fue presentado como comunicación breve (no publicada), y debatido en el contexto del Workshop ‘La espiritualidad en contexto etnográfico’, organizado por el Laboratorio de Investigaciones en Etnografía Aplicada - UNLP, y el Centro Argentino de Etnología Americana - CONICET (Mayo, 2017). Dichos intercambios enriquecen la actual versión ampliada.

3 La denominación no corresponde exactamente a una sigla y refiere a Reunión de Almas CAFH en su origen en 1937, luego conocido como Caballeros Americanos del Fuego; algunos autores señalan que se trata de un nombre asociado a la carta XII del tarot. Puede ampliarse en http://www.cafh.org

4 Véase C. Flèche. (1993). The biogenealogy sourcebook. Healing the body by resolving traumas of the past.. Vermont: Healing Art Press.

5 A los fines de ampliar la Lección 71 (1977: 460), puede leerse: “

5. El plan de Dios para la salvación es eficaz sencillamente porque bajo Su dirección, buscas la salvación allí donde ésta se encuentra. Pero si has de tener éxito, como Dios promete que lo has de tener, tienes que estar dispuesto a buscarla sólo allí. De lo contrario, tu propósito estará dividido e intentarás seguir dos planes de salvación que son diametralmente opuestos en todo. El resultado no podrá ser otro que confusión, infelicidad, así como una profunda sensación de fracaso y desesperación.
6. ¿Cómo puedes librarte de todo esto? Muy fácilmente. La idea de hoy es la respuesta. Sólo el plan de Dios para la salvación tendrá éxito. En esto no puede haber realmente ningún conflicto porque no existe ninguna alternativa al plan de
Dios que te pueda salvar. El Suyo es el único plan cuyo desenlace es indudable. El Suyo es el único plan que tendrá éxito.
7. Que nuestra práctica de hoy consista en reconocer esta certeza. Y regocijémonos de que haya una respuesta para lo que parece ser un conflicto sin solución. Para Dios todo es posible. Alcanzarás la salvación por razón de Su plan, el cual no puede fallar”

6 Recuerda a la Diaetética, que junto a la Pharmaceutica y la Chirurgica conformaban la medicina en la Edad Media

Referencias bibliográficas

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