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ENTREVISTA A SILVIA FEITELEVICH ORIENTACIÓN VOCACIONAL, CLÍNICA PSICOANALÍTICA

silviafeite@gmail.com


ENTREVISTADORA:Cielo Melina Van Cauwenberghe


cielovan@gmail.com


Universidad Nacional del Comahue Centro Universitario Regional Zona Atlántica


Reseña Curricular de Silvia FeitelevichSilvia Feitelevich.


Es Lic. En Psicología por la Universidad de Belgrano, 1976. Psicóloga Social por de la Primera Escuela de Psicología Social de Enrique Pichon Rivière, 1977. Miembro Titular Didacta de la Asociación Psicoanalítica Argentina desde 2005. Orientadora vocacional, profesional, laboral. Vicepresidente de la Asociación de Profesionales de la Orientación de la República Argentina desde 2014. Profesora de Práctica Profesional de la Carrera de Posgrado en Orientación Vocacional y Educativa en la Universidad nacional de Tres de Febrero desde 2005. Tesista en el Doctorado en Psicología por la Universidad del Salvador. Fue Coordinadora de Admisiones en el Instituto de Psicoanálisis de la Asociación Psicoanalítica Argentina desde 2012 a 2016. En la misma institución integró el Comité Editor responsable de la publicación de los libros Diversidad sexual (2010), Las formas del abuso (2011), Bien / mal estar en la cultura (2012) por Lugar Editorial. Fue Presidente de APORA del 2006 al 2010. Autora del capítulo Chivo emisario de Enrique Pichon Rivière del Diccionario de Psicoanálisis Argentino editado por la Asociación Psicoanalítica Argentina en 2015. Ha escrito diversos artículos y presentado ponencias en Congresos sobre temáticas vinculadas a la adolescencia, elección de carrera, género y temporalidad.

Se dedica a la clínica psicoanalítica, a la orientación vocacional y laboral, al desarrollo de carrera desde la perspectiva psicoanalítica en la clínica y en empresas.


Reseña Curricular de Cielo Melina Van Cauwenberghe.


Estudiante del Profesorado en Psicopedagogía (CURZA-UNCo). Tesista de la Licenciatura en Psicopedagogía. Proyecto de tesis presentado: “En el horizonte de futuros aprendizajes: Las prácticas de Orientación Vocacional pensadas como espacios posibilitadores de subjetividad” (CURZA-UNCo). Integrante alumna del Proyecto de Investigación “Destinos de (s)ubjetivación en infancia/s y adolescencia/s intersecciones y comunidad” (CURZA-UNCo). Antecedentes: Integrante PI 04/V094 (CURZA-UNCo): Periodo: 2014-2017. Integrante PE N° 614 (CURZA-UNCo): Periodo: 2014- 2015. Integrante de Proyecto Institucional “Búsqueda y elección vocacional / ocupacional / educacional” (CURZA-UNCo): Periodo: 2012-2014.


Nota editorial


La entrevista a Silvia Feitelevich recorre una serie de consideraciones acerca del psicoanálisis y su puesta en valor en las prácticas relativas a la orientación vocacional, más precisamente en la denominada clínica de la orientación vocacional. La pregunta por la pertinencia del psicoanálisis, aparece como absolutamente necesaria para una lectura de los significantes del discurso de cualquier sujeto que está acercándose con la problemática situación de la elección vocacional. Los planteos de Silvia, ubican además la importancia cada vez mayor de una práctica y sus condiciones, que implican a la orientación en el desarrollo de nuevos escenarios para una interacción tanto interdisciplinaria como transdisciplinaria y ajustada al abordaje de un sujeto en los tiempos que corren.

 

Palabras clave

Orientación vocacional; clínica psicoanalítica; transdisciplina; historia; época.


Editor´s Note

Silvia Feitelevich´s interview runs through a number of considerations about Psychoanalysis and its value in the practices on vocational orientation, more specially in the so called vocational orientation clinics. The question about the pertinence of psychoanalysis comes along as absolutely necessary for the reading of signifyings in the discourse of any subject who is approaching the problematic situation of vocational election. Her ideas settle the growing importance of a practice and its conditions that imply the orientation in the development of new scenarios for an interaction, both interdisciplinary and transdisciplinary, and consistent with a subject in the running times.


Key words

Vocational orientation; psychoanalytic clinics; transdisciplinary; history; epoch.



ENTREVISTA A SILVIA FEITELEVICH


ORIENTACIÓN VOCACIONAL, CLÍNICA PSICOANALÍTICA


E1: ¿Qué nos podría decir sobre la influencia y pertinencia del psicoanálisis en las prácticas de orientación vocacional?

Feitelevich: Sabemos que Freud inauguró los conceptos de deseo, inconsciente, Edipo, malestar en la cultura, sublimación y otros tantos, que son fundamentales para acercarnos a los sujetos sujetados por sus fantasmas y por el orden cultural, son estos sujetos con los que nosotros nos encontramos en la clínica de la orientación vocacional. Por lo tanto la pregunta de la pertinencia del psicoanálisis, para nosotros psicoanalistas es absolutamente necesaria para una lectura de los significantes del discurso de cualquier sujeto que está acercándose con esta problemática.

Podemos decir que el deseo como tal se define por su imposibilidad de satisfacción, desde un concepto freudiano y de otros seguidores post freudianos, entonces en la elección vocacional suelen confluir una seria de determinaciones inconscientes que tienen que ver con lo que el sujeto quisiera y con lo cual no puede terminar de desarrollar porque justamente ese deseo es un deseo insatisfecho. Todas estas situaciones, todas estas presencias, todos estos discursos del inconsciente, que se hacen fundamentales a la hora de escuchar a un sujeto desde el lugar de sus identificaciones edipicas, desde el lugar de sus identificaciones secundarias con otros sujetos importantes en su vida, todas ellas que confluyen en una pregunta sobre su deseo son fundamentales a la hora de hacer un proceso de orientación vocacional.

 

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1 Entrevistadora.

E: ¿Cómo piensa el lugar de la orientación vocacional en la cultura actual donde predomina la inmediatez y lo fugaz como rasgos de época?

Feitelevich: Los cambios producidos en el mundo en los últimos años a nivel político, económico y social van demandado transformaciones en todas las disciplinas, en el campo de la orientación podemos puntear algunos espacios de cambio también. En primer lugar, el hecho de que estamos ante un nuevo paradigma debido al cual es necesario reconsiderar las realidades sociales, reconociendo la complejidad de sus determinaciones. En este momento las subjetividades se enfrentan a series diversas de normatividades, hay distintas normas, ya no hay un concepto consistente, como diría Bauman un concepto sólido de vida y de valores, hay distintas normativas. Los avances por ejemplo de la informática que acompañan a ciertas necesidades sociales de consumo, de inmediatez, temporal, de relaciones efímeras, fluyen en un mundo donde los valores se expresan en la multiplicidad moral. Todo esto es llevado por una tumultuosa corriente de un presente que tiende a borrar las condiciones socio históricas particulares de cada territorio, que es lo que ocurrió en los comienzos de la globalización, el borramiento o el intento de borramiento de la historia de cada territorio, por ejemplo de Viedma, distinto de Buenos Aires, Capital y distinto de lo que sería el norte Argentino, etc. Este intento de borramiento llevó al sujeto también a situaciones muy confusas porque no pudo reconocer de donde venía.

E: Con la importancia que tiene esto para la orientación vocacional ¿no?

Feitelevich: Si no reconoces tu historia, no podes entender el presente de tu situación y no podes entender el lugar donde estás, que es lo que vos podés hacer y lo que querés hacer en ese lugar, cómo poder reconocer ciertas cuestiones que hacen a tu deseo y a tu malestar y tu bienestar social. Con todo esto, es con lo que nos vamos encontrando.

Estas condiciones implican a la orientación en el desarrollo de nuevos escenarios para una interacción tanto interdisciplinaria como transdisciplinaria, porque la orientación vocacional, profesional, ocupacional, laboral, todas esa siglas, es una disciplina que no es unidisciplinar, como podría ser algo que provenga solo de la psicología, sino que se articula con diversas otras disciplinas como la sociología, la antropología y hasta ciertos conceptos de la medicina, entonces todos los cambios que van ocurriendo a nivel social presionan a esta disciplina de alguna manera para que realice nuevas articulaciones, para poder entender al sujeto actual. Nuestra disciplina, la orientación, debe ir acompañando a esos cambios.

Entonces desde esta perspectiva se impone un orientador capaz de pensar la orientación en términos de colectivos diferentes, de globalizaciones, un profesional que pueda revisar aspectos epistemológicos, aspectos metodológicos del quehacer de la orientación que significan un cambio importante en su práctica profesional.

Hay otros cambios importantes que se refieren al mundo del trabajo, que tienen que ver con la incertidumbre, con la necesidad de nuevas calificaciones, índices de desempleo, cambios en la educación, que implica aumentos en la matrícula escolar, mayor demanda en la educación de adultos, nuevas demandas relacionadas con destrezas y con conocimientos, entonces la orientación vocacional, la orientación para la carrera y la orientación laboral, no deberían quedarse atrás de todos estos cambios.

E: ¿Qué importancia tiene según su experiencia en orientación vocacional, este tipo de clínica para nuestros niños/as y adolescentes?

Feitelevich: Para los niños y las niñas, vamos a hacer un ordenamiento de estas etapas de la vida, la elección vocacional suele relacionarse con la elección del secundario o con la modalidad del último tramo del colegio, esto siempre y cuando el niño/a esté convocado

para hacerlo, porque con mucha frecuencia la institución educativa o los padres le niegan de alguna manera la pregunta por el deseo del sujeto, del sujeto niño, con la idea de que ellos no pueden o no saben elegir, justificando su presencia y de suponer que se ocupan de su educación y crianza, cuando esto ocurre, tal vez lo que no entiendan , los padres o la institución es la importancia de esas primeras decisiones de la vida de esos sujetos, de su futuro, tanto en el hecho de sentirse sujetos de derecho, como en la conquista progresiva de su autonomía, entonces esto podemos decir en cuanto a las primeras elecciones de los niños/as: la importancia de que sean escuchados.

E: De las cuales no hay tantas experiencias como en el caso de cuando se termina el secundario, si bien hay algunas.

Feitelevich: Pero sobre todo porque no se les pregunta. A veces no se puede preguntar se elige la escuela que está cerca y se acabó la historia, aunque sea un chico que tenga habilidades técnicas y si la escuela que está cerca es un bachillerato, tal vez los padres tengan esa única posibilidad, no es que, porque haya siempre que escucharlos, el chico tenga siempre que elegir, pero por lo menos que se pueda decir: bueno, mira entiendo que esto es lo que te gusta pero lo que tenemos a mano es esto otro, esta es nuestra posibilidad, tal vez el chico al que le guste algo técnico tenga que viajar una o dos horas y eso no sea posible, pero por lo menos que sepa que fue escuchado.

E: Y comenzar a estar advertido también de por dónde puede llegar a ir su deseo. Feitelevich: Exactamente. En cuanto a la adolescencia, la misma suele ser una época de proyectos y un momento de intensos y rápidos cambios que afectan al crecimiento y desarrollo corporal y social, estos cambios complejizan el diseño de una respuesta posible a las elecciones que el sujeto se propone en su vida. El hecho de que un joven tenga que conquistar su independencia respecto a los adultos forma parte del juego implícito de la sociedad, y corresponde a cada uno muchas veces al final de la adolescencia hacer este descubrimiento. La adolescencia es también un momento crucial en el encuentro con la diferencia de los sexos, con un cuerpo que es instrumento en una relación que ya no es inocente y que significa una transformación muchas veces en algo nuevo que se resignificará de continuo a lo largo de la vida, tanto en el plano corporal sexual como en el plano social. Podría decir que las dos grandes tareas del adolescente son la independencia de la familia, el conocimiento de su sexualidad y la constitución de la elección vocacional en el sentido amplio de lo que significa vocacional, en todo caso laboral, ocupacional, todos los sentidos que lo vocacional tiene. Todas estas ocupaciones y preocupaciones del adolescente significan separación, significan juicio, significan decisión, incluso en el orden sexual, sabemos que la sexualidad no es algo que se tengan o que es dado, en todo caso si es dado y es elegido, o es dado y no es elegido implica otra discusión. Volviendo a la elección vocacional en el adolescente, allí se juega la decisión de dejar de ser el niño/a que alguna vez se fue no solo en el sentido real del término sino también en la fantasía, porque sabemos que muchos de los considerados adultos todavía no dejaron de ser niños/as en su propia fantasía. Cuando alguien decide dejar de ser un niño o una niña lo que implica esto es la responsabilidad por esta decisión, lo que se juega allí es un cambio de posición en la vida.

Entonces podríamos decir que el adolescente actual está ocupado o preocupado por la metamorfosis de su cuerpo y en el reconocimiento como sujeto sexuado, en el deshacimiento de la autoridad de los padres, la pertenencia a un grupo presente ya sea corpóreamente o virtual, las actividades que realiza en su día libre, desde las actividades artísticas, deportivas, hasta otras actividades.

E: ¿Cuáles son los problemas vocacionales u ocupacionales con los que se encuentra en la clínica actual?

Feitelevich: Como veníamos diciendo, pueden presentarse problemáticas de decisión por situaciones que tienen que ver con sensaciones de vacío, problemas con el deseo, con la familia, con el espacio social, algo que aparece con mucha frecuencia es cierta intolerancia a los tiempos necesarios para realizar una elección, temor a quedar sin asistencia familiar a la hora de elegir, pero sobre todo, nosotros habíamos comenzado a hablar de la incertidumbre, no solo en el sentido de la decisión como sujeto sino en el sentido laboral, ocupacional, hay una incertidumbre social y hay una incertidumbre de que va a pasar conmigo a la hora de elegir, por eso retomo este punto que me parece importante poder ubicar.

Decíamos que una de las problemáticas está representada por la queja de un trabajo incierto, por temor a una elección errónea, porque no hay espacio personal, familiar o social para elegir vocación o “fracaso”, fracaso entre comillas. El problema del extravío del deseo vocacional, ubica al sujeto en una incertidumbre radical, una angustia que lo afecta directamente en el encuentro con su deseo, entonces le posibilitará abordar la incertidumbre en relación al trabajo, como un desafío logrando un acto creativo y único en el ejercicio de su elección vocacional. Como orientadores es necesario hacer un buen uso de la incertidumbre para que el consultante pueda dar un lugar a su deseo vocacional, para que algo del orden del acto y la decisión sean posibles. ¿Entonces cuál sería la brújula? la brújula en este caso sería la apuesta que hace el sujeto, el saber sobre sí mismo y sobre el trabajo y sobre la actividad que se elige, se consigue en la experiencia que es después, que es a posteriori de la decisión, uno se conoce en el momento de elegir pero no sabiendo necesariamente lo que a uno le pasa, hasta que uno hace la apuesta y luego aparece el deseo. Como la incertidumbre significa conocerse, transformación, movimiento, descubrirse en nuevas posibilidades, es algo por lo que el sujeto se queja pero de lo que tenemos mucho que aprender. Porque justamente la incertidumbre es el tren de la vida actual. El trabajo en orientación a lo largo de toda la vida, así como en situaciones y contextos generales, o de discapacidad, está acompañado de todo este camino acerca del aprender, de la incertidumbre y solo será realmente efectivo si el orientador sale un poco también de esta situación de la clínica y la privacidad para que sea acompañado y poder aportar desde el lugar de las políticas públicas y las políticas sociales. Es importante en este sentido que se articulen los dispositivos escolares y laborales junto a los programas de alcance social y comunitario, acompañando a los sujetos en el reconocimiento de sus deseos particulares y en sus necesidades sociohistóricas.

E: Recién hablaba de la apuesta del sujeto y yo lo relacionaba con la responsabilidad subjetiva de quien elige ¿es por allí desde donde lo piensa?

Feitelevich: Así es, sí. Decíamos antes que toda elección pone en juego al sujeto en una apuesta, que cuando uno elige a decidido hacer algo consigo mismo y hacerse responsable de eso mismo. Elegir en cierto sentido es una perdida es un duelo, esto que voy a hacer implica dejar de lado otras cosas que podría hacer que por lo menos por el momento no haré o que no puedo hacer, entonces el sujeto no se resume en una carrera o trabajo determinado, pero puede asumir los significantes propuestos y elegir supone rechazar otros, hay quienes no pueden sujetarse a ninguno, si uno se enajena en la hora del otro, si deciden los otros: los padres, la presión social, el ideal o las oportunidades laborales, el sujeto no elige, no decide hacerse responsable de sí mismo ni de su potencia. La “culpa”, entre comillas, de lo que le pasa, la tiene el otro. Las posibilidades que el sujeto tiene de instrumentarse a sí mismo lo posiciona en esto que veníamos diciendo que es la edad adulta, la herramienta en este sentido es el sujeto mismo, la herramienta es si hace algo consigo mismo y de alguna manera pone en juego la inconsistencia de lo social, inconsistencia quiere decir ahora yo puedo hacer algo conmigo mismo dentro de una sociedad, con una sociedad y no solo gracias a lo social, en este sentido hablamos de inconsistencia. Por eso cuando hablamos de responsabilidad podemos decir que la inconstancia, la postergación, dejar para mañana, pensar que ya es tarde cuando todavía estamos a tiempo, suponer que todavía no es tiempo cuando ya paso el momento, todo esto y cada uno de estos modos de franjear el tiempo sostiene la vigencia de no hacerse cargo, de no hacerse responsable, poder decidir y actuar en los momentos oportunos es poder dar un paso en el sentido del acto y poder apropiarse de su propio deseo, llevarlo adelante, aunque sea un deseo insatisfecho.

E: ¿Y lo vocacional como lo entiende?


Feitelevich: Como veníamos diciendo, concebíamos la pregunta por la vocación como una interpelación temporal que pone en juego toda la simbolización que un sujeto tiene de sí mismo en un tiempo y en su posibilidad de imaginar o de anhelar un tiempo futuro, o sea un tiempo distinto y que haya un futuro incluye casi por definición la dimensión de riesgo. Porque si solo hubiera seguridades, no se trataría más que de un presente continuo.

Lo vocacional tiene que ver con el futuro, con el deseo, con la jugada, con la apuesta. Con la jugada y la apuesta en el marco de una comunidad, de un espacio social, de un grupo humano, incluimos en el grupo humano también la virtualidad, los seres humanos pueden estar presentes o distantes, esto puede ser una elección o una apuesta a grupos humanos que no estén, que no sea presencial. Cuando el sujeto dice “no sé lo que quiero” o “decime qué estudiar”, está pidiendo que se le hable de su deseo, de su deseo necesario que lo ha extraviado de alguna manera, entonces aquí el problema analítico sería que nos está

diciendo en esta situación donde no se sabe lo que quiere, ¿qué satisfacción sostiene ese no saber lo que quiere? Como decíamos antes: ¿es la satisfacción de seguir siendo un niño? Seguir estando cobijado en el nido, es una “satisfacción”, entre comillas satisfacción, de que alguien siga realizando las cosas por él. Este es el concepto de lo vocacional, es un concepto del sujeto y de su constitución.

E: Recién traía esta cuestión de lo virtual, ¿cómo concibe la orientación vocacional desde lo virtual?

Feitelevich: Cualquier propuesta virtual en la que el sujeto este reconocido como tal, las técnicas tanto presenciales como virtuales son instrumentos para posibilitar que ese sujeto que está, en el sentido virtual, lejano a cualquier medio o espacio de orientación posible pueda acceder cuando no tiene otra posibilidad. El tema es que no se trata tanto de lo presencial o virtual sino de que esas técnicas le impliquen al sujeto un reconocimiento como sujeto, que no le marquen lo que tiene que hacer, que no lo tapen con información innecesaria, que se le dé espacio para que pueda expresarse, si las técnicas presenciales o virtuales corresponden a esta ética del reconocimiento del sujeto serán bienvenidos.

E: ¿Quisiera agregar algo a modo de conclusión?


Feitelevich: Podríamos terminar diciendo que cualquier elección vocacional es una punta de un iceberg que muestra y comprende las obligaciones de la vida, las marcas dejadas por los otros y la historia pulsional del sujeto expresada a través de su familia, en la sociedad y en su conjunto.

 

E: Muchas gracias.