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DESDE LA PATAGONIA DIFUNDIENDO SABERES - VOL. 14 - Nº 24 - 2017
ISSN 1668-8848
CONSERV
ACIÓN
Atelognathus patagonicus, especie denominada
comúnmente rana de Laguna Blanca (ver Figura 1)
pertenece al grupo de los anfibios, grupo que se ca-
racteriza por tener estadios larvales acuáticos. En el
grupo de las ranas y sapos estas larvas se denominan
renacuajos (ver Figura 2), las que después de experi-
mentar una metamorfosis (ver Figura 3) dan lugar a
juveniles y adultos que pueden vivir tanto en el agua
como fuera de ella.
Palabras clave: amenazas, Atelognathus
patagonicus, conservación, Rana de Laguna Blanca,
Patagonia.
María Elena Cuello
Lic. en Ciencias Biológicas
Proyecto de Investigacion “Vertebrados de la
Ecorregión Valdiviana: historia natural, ecología y
conservación”, Univ. Nac. del Comahue.
melenacuello@gmail.com
María Teresa Bello
†
Bióloga
Dpto. de Explotación de Recursos Acuáticos, Centro
Regional Universitario Bariloche, Univ. Nac. del
Comahue.
Carmen Úbeda
Dra. en Biología
Dpto. de Zoología del Centro Regional Universitario
Bariloche, Univ. Nac. del Comahue.
cubeda@arnet.com.ar
Recibido: 09/08/2017. Aceptado: 13/10/2017
UNA ESPECIE EN PELIGRO
Hacia la conservación de la rana
acuática de laguna Blanca
La implementación de medidas de conservación sobre una especie, requiere la
identificación de las amenazas sobre su biología, ecología y distribución. Este es
el caso de la rana de Laguna Blanca, una especie en peligro de extinción.
María Elena Cuello, María Teresa Bello y Carmen Úbeda
Figura 1. Rana de Laguna Blanca (Atelognathus pata-
gonicus). A) adulto con morfotipo acuático, B) adulto
con morfotipo terrestre. Estos morfotipos son reversi-
bles. Nótense las diferencias entre ambos morfotipos
en los pliegues cutáneos al costado del cuerpo y en
las membranas interdigitales de los pies, característi-
cas que representan adaptaciones al hábitat.
Figura 2. Renacuajos de la rana de Laguna Blanca
en distintos estadios de desarrollo.
Arriba, renacuajo temprano. Abajo, renacuajo en
estadio avanzado, en proceso de metamorfosis.
Imagen: A) C. Úbeda, B) M. Calvo
Imagen: R.
sage
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conservación de la rana acuática de laguna Blanca
M. E. CUELLo, M. T. BELLo, C. ÚBEDA
Imagen: M. E
. Cuello
Figura 3. Individuo próximo a completar su metamorfosis. Nótese un pequeño remanente de la cola que se
resaborberá en muy corto tiempo.
Laguna Blanca: deterioro ambiental y medidas de restauración ecológica
Luego de décadas desde la introducción de peces en la Laguna Blanca, especialmente percas (Per-
cichthyis trucha) y truchas arco-iris (Onchorhynchus mykiss), se hicieron notables los efectos negativos
sobre el ecosistema. Estos peces, que actúan como depredadores tope (ver glosario) en un sistema que
evolucionó en ausencia de peces, produjeron cambios sobre las características físicas y químicas de la
laguna y sobre su biota (ver glosario). Entre los muchos efectos negativos detectados pueden mencio-
narse el aumento de la turbidez del agua, alteraciones en las comunidades del plancton y del bentos (ver
glosario), la desaparición casi total de las macrófitas, la disminución significativa de la abundancia de
aves migratorias y la extinción de la población de esta rana endémica de la laguna.
Ante los cambios detectados en la Laguna Blanca, en 2003 técnicos de la Dirección Regional Patago-
nia Norte (DRPN) de la Administración de Parques Nacionales (APN) junto a ictiólogos y limnólogos de
la Universidad Nacional del Comahue, desarrollaron un proyecto conjunto para mejorar las condiciones
ecológicas de este ambiente. Este estudio, llevado a cabo por s. ortubay y colaboradores, evaluó el esta-
do de la laguna y cuantificó el impacto de los peces. Mediante una clausura experimental de un sector de
una bahía, se pudo comprobar la factibilidad de la reducción poblacional de percas mediante la pesca
con redes agalleras. Entonces, en 2005 se inició una nueva etapa para reducir la abundancia de peces,
con la participación de los pobladores locales y de la comunidad de Zapala, a través de la implementa-
ción de una pesquería artesanal, del aprovechamiento de las percas para el consumo y de la utilización
de sus subproductos. La reducción poblacional de percas se logró a través de la práctica simultánea de
distintos tipos de pesca, incluyendo la captura intensiva de control con redes agalleras. Luego de siete
años de manejo pesquero (2007-2013) se registraron cambios positivos en el ambiente, al modificarse la
estructura de la población de los peces y disminuir a la mitad su abundancia relativa. Más recientemente,
se notó un incremento en la transparencia del agua y se registró un aumento en la abundancia de aves
acuáticas migratorias. El Parque y Reserva Nacional Laguna Blanca (PNLB) actualmente continúa con la
pesca intensiva, y con el monitoreo del estado de la población de peces y de las condiciones limnológicas
de la laguna. La recuperación ecológica de la Laguna Blanca es una de las metas del PNLB postulada en
su actual Plan de gestión.
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Figura 4. Sistema de lagunas del Parque y Reserva Nacional Laguna Blanca y sus alrededores, en el
centro-oeste de la Provincia de Neuquén. El recuadro delimita el área natural protegida.
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(ver glosario) Myriophyllum quitense y Tetrachondra
patagonica (ver Figura 6). Myriophyllum quitense es
una planta sumergida y arraigada que crece forman-
do matas densas y presenta tallos largos y ramificados.
su complejidad estructural provee una variedad de re-
fugios y sitios para fijación o soporte de numerosos
organismos acuáticos (ver Figura 7). Los tallos de esta
planta que se desprenden por el oleaje, entran a la de-
riva formando rollizos que se depositan en el área lito-
ral y generan ambientes propicios para la microfauna.
Tetrachondra patagonica es una planta pigmea palus-
tre (ver glosario) o acuática con tallos extendidos que
forma céspedes densos. A la vegetación sumergida se
adhieren las algas filamentosas formando conglome-
rados que albergan numerosos organismos pequeños.
En los sectores periféricos de las lagunas, las rocas del
fondo proporcionan refugio y favorecen el desarrollo
de algas y de una variedad de presas potenciales, ta-
les como anfípodos, ostrácodos, hirudíneos y larvas de
odonatos (ver glosario).
Figura 5. Lagunas endorreicas, típicas de la rana de Laguna Blanca,
enclavadas en el paisaje estepario.
La rana de Laguna Blanca es una especie endémi-
ca (ver glosario) restringida a un sistema de peque-
ñas lagunas endorreicas (ver glosario) ubicadas en el
centro-oeste de la provincia de Neuquén (ver Figura
4). Algunas de estas lagunas se encuentran dentro
del Parque y Reserva Nacional Laguna Blanca (PNLB),
pero la mayoría está fuera de un área protegida. En la
Laguna Blanca, el principal cuerpo de agua del siste-
ma, la población de esta especie se extinguió como re-
sultado de la introducción de varias especies de peces,
principalmente percas (Percichthys trucha). Esta rana
ha sido categorizada como “En Peligro” por la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza
(IUCN por sus siglas en inglés) y es un típico ejemplo
de la declinación de anfibios en la Patagonia.
Las lagunas que habita esta rana están ubicadas en
un paisaje estepario (ver Figura 5) determinado por un
clima árido. Estas laguras presentan importantes fluc-
tuaciones de nivel y poseen una flora y una fauna ca-
racterísticas, con predominio de las plantas macrófitas
Imagen: M. E
. Cuello
Figura 6. Vista general de una laguna del sistema, en el Parque Nacional Laguna Blanca. Puede apreciarse el
anillo de vegetación acuática.
Imagen:
g
. Ignazi
conservación de la rana acuática de laguna Blanca
M. E. CUELLo, M. T. BELLo, C. ÚBEDA
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Un gran número de aves acuáticas migratorias visitan
anualmente las lagunas para nidificar y alimentarse
(ver Figura 8). Todas estas lagunas carecen natural-
mente de peces.
En toda el área existe una carga ganadera exce-
siva para este tipo de ambiente; los animales, tanto
caprinos como ovinos, bovinos y equinos, pastorean
en las costas y abrevan en las lagunas donde también
consumen las macrófitas (ver Figura 9), afectando el
hábitat de renacuajos, juveniles y adultos de la rana.
Estudios iniciales sobre la rana de
Laguna Blanca y la posterior detección
de su ausencia
El primer estudio sobre esta rana data de 1962,
fecha en que el zoólogo J.M. gallardo describió la
especie. Luego, entre 1965 y 1972, los investigadores
J.M. Cei y V.g. Roig analizaron varios aspectos de su
biología. Posteriormente, en 1980, J.E. Péfaur y W.E.
Duellman llevaron a cabo estudios ecológicos de la
especie que revelaron su alta abundancia poblacional
en la Laguna Blanca.
En uno de sus estudios, Cei y Roig describieron dos
formas para esta especie: una forma acuática y una
forma terrestre (ver Figura 1). La forma acuática, que
vive en el agua asociada a rocas, presenta la piel de
los costados del cuerpo expandida con pliegues bien
Figura 8. La presencia de aves acuáticas
migratorias durante primavera y verano es
típica de las lagunas del sistema. En la ima-
gen se observan individuos adultos de cisne
de cuello negro junto a sus pichones, nacidos
durante la temporada de nidificación.
Figura 7. Vista de la superficie de una laguna del
sistema en la cual puede apreciarse la
abundante vegetación acuática arraigada de
Myriophyllum quitense.
Nótese en primer plano la estructura
tridimensionalmente compleja de esta macrófita.
desarrollados que le permiten la respiración tegumen-
taria y membranas interdigitales amplias en los pies
que le facilitan la natación; la superficie ventral es de
color amarillo anaranjado. La forma terrestre, que ha-
bita fuera del agua debajo de rocas volcánicas o en
mallines cercanos a las lagunas, tiene los pliegues cu-
táneos reducidos, las membranas interdigitales menos
desarrolladas y el vientre de color blanco grisáceo.
Imagen: M. E
. Cuello
Imagen: M. E
. Cuello
Figura 9. Ganado vacuno que pastorea sobre la vege-
tación acuática, produciendo un impacto negativo en
el hábitat de la rana de Laguna Blanca.
Imagen: M. E
. Cuello
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En 1999, la Dirección Regional Patagonia Norte
(DRPN) de la Administración de Parques Nacionales
(APN), alarmada por la falta de registros de la rana
en Laguna Blanca, invitó a investigadores nacionales
y extranjeros a estudiar la situación de la especie. Así,
se conformó un grupo mixto de investigadores de la
Universidad Nacional del Comahue y de la Universi-
dad de oklahoma, Estados Unidos, cuyos objetivos
iniciales fueron determinar el estatus y la abundancia
relativa de esta especie en las lagunas del sistema, y
obtener información sobre aspectos de su biología y
ecología. Conforme avanzaron los estudios, surgie-
ron más preguntas, formulándose nuevos objetivos e
incorporándose al proyecto a otros investigadores de
la Universidad del Comahue, del CoNICET y de la
Administración de Parques Nacionales de Bariloche.
Distribución de la especie
A nivel geográfico, un relevamiento que se realizó
entre 2000 y 2004 en el PNLB y sus alrededores, per-
mitió comprobar que la especie se había extinguido en
la Laguna Blanca, la localidad tipo (ver glosario) de
la especie y el mayor cuerpo de agua del sistema con
una superficie de 1.667 ha, pero que estaba presente
en otras 23 lagunas cuyas superficies oscilan entre 0,8
y 135 ha. sólo diez de estas lagunas se localizan total
o parcialmente dentro del PNLB, razón por la cual la
mayoría de ellas queda fuera del sistema Nacional de
Áreas Protegidas.
Las principales características de las lagunas en las
que habita esta especie son: el predominio de fondos y
costas rocosos, la presencia de densas matas sumergi-
das de la macrófita M. quitense, la ausencia de peces
y un hidroperíodo (ver glosario) suficiente para que
pueda ocurrir la reproducción y el desarrollo larvario
con éxito, hasta finalizar la metamorfosis de los rena-
cuajos. si las lagunas no reúnen estas características,
se puede esperar que la especie esté ausente.
se ha podido estimar que la extinción de la pobla-
ción de esta especie de la Laguna Blanca representa
una pérdida mayor al 60% de su área de distribución,
y que las poblaciones de las pequeñas lagunas don-
de aún se encuentra constituyen un remanente de la
distribución original. Esta es la razón por la cual la
organización mundial líder en conservación, la IUCN,
la ha categorizado como “En Peligro”.
En los últimos años se evaluó la distribución espa-
cial de los diferentes estadios de esta especie en una
laguna típica del sistema que habita. Los estudios rea-
lizados permitieron reconocer que los microhábitats
densamente vegetados y los microhábitats rocosos son
los más frecuentados por la especie durante su ciclo
de vida. El mayor número de renacuajos se concentra
en microhábitats vegetados. Los renacuajos próximos
al final de la metamorfosis, los metamorfos y los juve-
niles y adultos, se localizan en los fondos rocosos de
la zona periférica de la laguna. Cada uno de estos si-
tios requiere una atención especial para que la especie
complete su ciclo de vida en forma exitosa.
Una especie con notables respuestas
plásticas frente a los cambios ambientales
La rana de Laguna Blanca ha llamado la atención
por su plasticidad fenotípica (ver glosario), que le per-
mite sobrellevar cambios ambientales inesperados y/o
adecuarse a distintos ambientes a través del desarrollo
de estrategias oportunistas. Esta notable plasticidad
fue estudiada tanto en el desarrollo larval como en la
etapa adulta en lagunas con diferente hidroperíodo.
Los siguientes son buenos ejemplos de la plasticidad
que presenta esta especie.
Respuesta a diferentes hidroperíodos
De acuerdo al hidroperíodo de las lagunas en que
vive, la rana de Laguna Blanca presenta diferentes es-
trategias de desarrollo larval en cuanto a la duración
del período larvario. En las lagunas permanentes la
población presenta una estrategia doble: algunos re-
nacuajos tienen un periodo larval corto y metamorfo-
sean en la misma estación de crecimiento (primave-
ra-verano) en la que eclosionaron, mientras que otros
renacuajos presentan un período larval prolongado
con individuos que, eclosionados en primavera, trans-
curren el verano y el invierno en la laguna y metamor-
fosean con un mayor tamaño en la siguiente estación
de crecimiento. En las lagunas temporarias, la deseca-
ción del cuerpo de agua hacia fines del verano induce
y acelera el desarrollo de los renacuajos resultando
únicamente en un período larval corto. Esta notable
plasticidad en estrategias de desarrollo le permite a
la especie colonizar ambientes tan diversos como la-
gunas permanentes y temporarias, o superar sequías
extraordinarias en lagunas típicamente permanentes.
Respuesta a las fluctuaciones ambientales es-
tacionales
Años después de que Cei y Roig comunicaran la
existencia de las formas acuática y terrestre para esta
especie, en un estudio de las autoras de este artículo
se comprobó que “acuática” y “terrestre” no eran for-
mas fijas sino dos morfotipos (ver glosario) que pue-
den presentarse en un mismo individuo. Cada morfo-
tipo tiene características morfológicas que destacan la
plasticidad de la especie para ajustarse a un ambiente
particular. En este estudio se analizaron las variaciones
en la proporción de los morfotipos “acuático” y “te-
rrestre” en una laguna temporaria del sistema, durante
tres años. Mientras la laguna mantiene el agua, las
ranas expresan el morfotipo acuático, pero a medi-
da que se va secando cambian al morfotipo terrestre;
conservación de la rana acuática de laguna Blanca
M. E. CUELLo, M. T. BELLo, C. ÚBEDA
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cuando la laguna recupera nuevamente su nivel, las
ranas vuelven a expresar su morfotipo acuático. Así se
comprobó que estos morfotipos son reversibles, lo que
muestra la notable plasticidad que le permite a los in-
dividuos de esta especie habitar tanto lagunas perma-
nentes como temporarias y eventualmente enfrentar
condiciones adversas como una sequía prolongada.
Respuesta a las diferencias en la oferta ali-
mentaria
Los dos morfotipos están adaptados a diferentes
hábitats y, en consecuencia, sus dietas son totalmen-
te distintas e incluyen presas asociadas al ambiente
acuático o al terrestre según sea el caso.
La morfología de las presas consumidas, su res-
puesta de escape y su disponibilidad temporal y es-
pacial, difieren entre ambientes. Las presas acuáticas
habitan bajo rocas y/o son nadadoras lentas, mientras
que las presas asociadas con el ambiente terrestre son,
generalmente, deambuladoras o voladoras de vuelo
débil. En ambientes acuáticos, juveniles y adultos de
la rana capturan generalmente anfípodos, ostrácodos,
hirudíneos y larvas de odonatos. En ambientes terres-
tres capturan insectos y arañas.
La posibilidad de capturar organismos acuáticos y
terrestres, con la consiguiente diversificación de pre-
sas, evidencia la plasticidad de la especie y su habili-
dad para modificar su espectro trófico (ver glosario)
ante un cambio de ambiente.
Amenazas, avances y desafíos para la
conservación de la especie
Por tener un ciclo de vida complejo, vinculado al
ambiente acuático y al terrestre, los anfibios son vulne-
rables a la alteración de cualquiera de los dos medios
y, por lo tanto, su conservación requiere de esfuerzos
para asegurar la integridad de ambos tipos de hábitat.
En el caso particular de las lagunas habitadas por esta
especie, se encontró que tanto las lagunas permanen-
tes como las temporarias, sufren un importante grado
de deterioro. La detección de estas y otras amenazas
sobre la especie y su hábitat, y la posterior interacción
entre investigadores y gestores de las instituciones en-
cargadas de la conservación, se tradujo en acciones
de conservación.
A lo largo de los estudios realizados se pudieron
detectar varias amenazas sobre la especie. Por un
lado, las pequeñas lagunas actualmente habitadas
por la especie constituyen un remanente de la pobla-
ción original. siendo endorreicas, las subpoblaciones
de la rana de cada laguna están aisladas geográfica-
mente y sujetas a una dinámica poblacional particu-
lar que las hace más vulnerables. Por otro lado, las
lagunas radicadas fuera del Parque Nacional, que se
encuentran bajo la jurisdicción provincial, carecen de
controles oficiales y están expuestas a la fuerte presión
de los pobladores que promueven el uso ganadero en
la zona y no desaprueban las siembras de peces.
A esto se agrega que es habitual la presencia de
ganado local que pastorea y abreva en las lagunas. A
éste se suma el ganado trashumante (ver glosario). En
el ambiente terrestre, los animales destruyen la vege-
tación y erosionan el suelo, perjudicando a metamor-
fos (ver glosario) y ranas con el morfotipo terrestre,
que habitan fuera del agua. En el ambiente acuático,
el ganado también pastorea en las costas, abreva y
consume la macrófita, alterando el hábitat de larvas,
juveniles y adultos de esta especie.
otro grave problema es que los peces introducidos
en las lagunas alteran las propiedades físicas y quí-
micas del ambiente, reduciendo la macrofitia, compi-
tiendo con las ranas por el alimento y al mismo tiempo
depredando sus renacuajos, juveniles y adultos.
Transferencia de resultados y medidas de
manejo
La transferencia de los resultados de estos estudios
se realizó a través de la elaboración y edición de un
folleto (ver Figura 10) y de un póster (ver Figura 11)
que ilustran el hábitat de esta especie, los aspectos
básicos de su biología y el impacto negativo de la in-
troducción de percas en la Laguna Blanca, así como
la realización de talleres. Estos talleres fueron organi-
zados en forma conjunta entre integrantes del Centro
Regional Universitario Bariloche, de la Dirección Re-
gional Patagonia Norte de la APN y del PNLB, y con-
taron con la participación de técnicos del Centro de
Ecología Aplicada de Neuquén, guardafaunas provin-
ciales y pobladores locales.
La transferencia de resultados realizada a entida-
des gubernamentales sobre los impactos y amenazas
detectados sobre esta especie, se ha traducido en ac-
ciones de conservación. Los siguientes son dos buenos
ejemplos de acciones emprendidas por la Administra-
ción de Parques Nacionales. Por un lado, la elabora-
ción de un Protocolo de Monitoreo, en conjunto con
la Dirección Regional Patagonia Norte de la APN, que
pauta el relevamiento de perturbaciones naturales en
el hábitat terrestre y acuático de la rana y de las po-
sibles alteraciones provocadas por la acción del ga-
nado y/o de la introducción de peces. se realiza dos
veces al año, en primavera y en verano. Por otro lado,
el Parque Nacional llevó a cabo la construcción de un
cerco perimetral (de aproximadamente 3 km de largo)
alrededor de una laguna del parque, la Laguna Verde,
que impide el acceso de ganado a la misma. Al cabo
de dos años de implementada esta medida se hizo
evidente la recuperación de la vegetación costera y de
las macrófitas.
Esta experiencia exitosa se repitió en otras dos la-
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Figura 11. Póster elaborado para explicar e ilustrar los cambios producidos en la Laguna Blan-
ca como consecuencia de la introducción de percas en el ecosistema, que a su vez llevaron a la
extinción local de la rana de Laguna Blanca.
Imagen: M. E
. Cuello
Figura 10. Folleto de divulgación destinado a
un público general visitante del Parque Nacio-
nal Laguna Blanca. Contiene información sobre
aspectos de la biología y ecología de la rana
de Laguna Blanca, así como del impacto de las
percas en el ecosistema de esta laguna.
Imagen: M. E
. Cuello
conservación de la rana acuática de laguna Blanca
M. E. CUELLo, M. T. BELLo, C. ÚBEDA
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gunas del Parque (Laguna Antiñir y Laguna Batea). En
la primera se instalaron, por fuera del cerco, tanques
de agua alimentados desde un mallín aledaño. De es-
tos tanques se aprovisionan de agua los pobladores,
el ganado local y el trashumante (ver Figura 12).
Recomendaciones y desafíos a futuro
Desde el punto de vista de la conservación de esta
especie, se destaca la importancia de preservar tanto
lagunas permanentes como temporarias, dado que
estas últimas también constituyen un hábitat apropia-
do para la reproducción y el desarrollo embrionario y
larvario.
Deberían ser consideradas de alta prioridad en la
conservación de la especie aquellas lagunas habita-
das por ejemplares de esta especie que carecen de
protección por estar fuera del PNLB. Estas lagunas de-
berían ser incorporadas al sistema provincial de áreas
protegidas de la provincia de Neuquén.
Para la conservación de la especie es necesario
preservar íntegros los ambientes donde viven ranas y
renacuajos, donde también proliferan los pequeños
organismos que constituyen su dieta. se requiere pla-
nificar la exclusión del ganado y de las prácticas aso-
Figura 12. Cerco perimetral en la Laguna Antiñir, en el Parque y Reserva Nacional Laguna Blanca. En primer
plano se observan los contenedores con agua instalados por fuera del cerco, para que el ganado abreve.
Imagen:
g
.J
. Iglesias
ciadas a la ganadería local y la trashumante que afec-
tan la vida acuática y alteran claramente el desarrollo
y la prosperidad de las macrófitas y de la vegetación
terrestre circundante.
Es de destacar el esfuerzo realizado por las auto-
ridades de la APN para regular la actividad humana
en el PNLB, en particular al prohibir y controlar la in-
troducción de peces y las prácticas relacionadas con
la cría de ganado en el área. También se resaltan los
avances de la provincia de Neuquén en el aspecto
legislativo para controlar la introducción de especies
exóticas y los vinculados a la protección de esta espe-
cie en particular.
Futuras contribuciones en el conocimiento de nue-
vos aspectos de la historia de vida de la rana de La-
guna Blanca podrán servir para continuar con nuevas
medidas y/o para ajustar medidas ya tomadas, enca-
minadas hacia la protección de la especie.
Glosario
Anfípodo: Pequeño crustáceos acuático del or-
den Amphipoda, que posee un cuerpo comprimido
lateralmente y sin caparazón.
Bentos: En ecología se llama bentos a la comuni-
27
27
Lecturas sugeridas
Cuello, M. E, Perotti M. g. e Iglesias g. (2009). Dramatic
decline and range contraction of the Endangered pa-
tagonian frog, Atelognathus patagonicus (Anura, Lep-
todactylidae). Oryx, 43 (3), pp. 443-446
Cuello, M. E., Úbeda C. A. y Bello M. T. (2017). Habitat
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tagonicus within the aquatic environment: key micro-
habitats for conservation. Herpetological Conservation
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Fox, s. F., Yoshioka J. H., Cuello M. E. y Úbeda, C.
(2005). status, distribution, and ecology of an Endan-
gered semi-aquatic frog (Atelognathus patagonicus)
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Candarle P., Modenutti, B., Balseiro, E., Queimaliños,
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Núñez, C., Pastore, H., Chauchard, L., Ferreyra, N.,
Massaccesi, g., gallo, E. y Chehébar, C. (2014). Ma-
nejo de especies exóticas invasoras en Patagonia, Ar-
gentina: Priorización, logros y desafíos de integración
entre ciencia y gestión identificados desde la Adminis-
tración de Parques Nacionales. Ecología Austral, 24,
pp. 183-192.
y los caballitos del diablo. Viven asociados a ambien-
tes acuáticos, que son necesarios para el desarrollo de
sus estadios larvales acuáticos.
Ostrácodo: Pequeño crustáceo acuático de la
clase ostracoda en los cuales el cuerpo está encerra-
do en un caparazón de dos valvas.
Palustre: Dicho de una planta que vive en char-
cas y pantanos.
Plasticidad fenotípica: Propiedad de los indivi-
duos de producir cambios en el comportamiento, mor-
fología y fisiología y refleja la habilidad del organismo
para responder frente a variaciones en el hábitat.
dad formada por los organismos que habitan sobre o
dentro del fondo de los ecosistemas acuáticos.
Biota: Conjunto de seres vivos de una región o
lugar. También puede aplicarse a un repertorio de es-
pecies de un compartimiento del ecosistema, como el
suelo.
Depredador tope: Depredador que ocupa el o
los más altos niveles de la cadena alimentaria y a su
vez no tiene depredadores naturales.
Endémico: se dice de la distribución de un taxón
(especie, género familia, etc.) que es propio y exclusivo
de un ámbito geográfico determinado.
Endorreico: De o relativo al drenaje de una
cuenca que no tiene desagüe o salida fluvial hacia el
océano. Un lago endorreico es un lago que no eva-
cua cantidades significativas de agua ni por desagüe
superficial ni por infiltración, es decir, que evapora en
su superficie toda el agua que colecta de su cuenca
hidrográfica. Por definición, un lago endorreico está
localizado siempre en el interior de una cuenca endo-
rreica, en un mínimo topográfico local de la misma.
Espectro trófico: Variedad de alimentos que con-
forman la dieta de una especie consumidora a lo largo
de un período.
Ganadería trashumante: Tipo de pastoreo en
continuo movimiento, adaptándose en el espacio a
zonas de productividad cambiante. se diferencia del
nomadismo en tener asentamientos estacionales fijos
y un núcleo principal fijo (pueblo) del que proviene la
población que la practica.
Hirudíneo: Conocidos comúnmente como san-
guijuelas, estos invertebrados pertenecen a la clase
Hirudinea de los anélidos y se caracterizan por poseer
una ventosa en cada extremo del cuerpo y una gran
flexibilidad y elasticidad.
Hidroperíodo: Periodo de tiempo durante el cual
un humedal está cubierto de agua.
Localidad tipo: Localidad o ubicación geográ-
fica donde se encontraron ejemplares tipo de una es-
pecie, sobre los que se basa la descripción de dicha
especie.
Macrófita: Planta macroscópica, suficientemente
grande como para ser vista a ojo desnudo; término
utilizado especialmente para plantas acuáticas. Com-
prenden las macroalgas, las pteridofitas (musgos,
helechos) adaptadas a la vida acuática y las angios-
permas. se denomina macrofitia al conjunto de las
macrófitas de un determinado ambiente o lugar.
Metamorfo: Individuo en el estado final de la me-
tamorfosis, caracterizado por la cola resorbida.
Morfotipo: Cualquiera de los tipos morfológicos
que pueden encontrarse en una misma especie dentro
de una población.
Odonato: Insecto depredador del orden odona-
ta, que incluye formas tan conocidas como las libélulas
Dedicado a María Teresa Bello (1939-2017)
quien compartió con nosotras varios estudios y pu-
blicaciones, sumando generosamente su experien-
cia en ecología de peces al estudio de los anfibios
patagónicos.
conservación de la rana acuática de laguna Blanca
M. E. CUELLo, M. T. BELLo, C. ÚBEDA