Revista Realidad, Tendencias y Desafíos en Turismo | CONDET
El P.N. Nahuel Huapi y el Club Andino Bariloche como agentes de territorialización.
Jessica Romina Wojtiuk,Año XXIII Vol. 21 Nº1 pp. 1-20.

 

EL ROL DE PARQUE NACIONAL NAHUEL HUAPI Y EL CLUB
ANDINO BARILOCHE COMO AGENTES DE TERRITORIALIZACIÓN
DE SAN CARLOS DE BARILOCHE (ARGENTINA)

 

 

Jessica Romina Wojtiuk*

Facultad de Turismo
Universidad Nacional del Comahue
Argentina

 

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Cita recomendada

Wojtiuk, Jessica Romina (2023). El rol de Parque Nacional Nahuel Huapi y el Club Andino Bariloche como agentes de territorialización de San Carlos de Bariloche (Argentina). Realidad, Tendencias y Desafíos en Turismo, 21 (1) 1-20.

Recibido:11/08/2022 | Aceptado:16/02/2023.

ARK CAICYT: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s25456199/tmtp80kxp

 

R E S U M E N

San Carlos de Bariloche (SCB) nació como una colonia agrícola-ganadera a principios del siglo XX. Hasta finales de la década de 1920, la proyección y las imágenes de Bariloche eran las de un paisaje productivo. En la década de 1930 el paisaje de SCB asociado a paisajes europeos, tuvo una resignificación ideada por la Dirección de Parques Nacionales y su primer presidente Exequiel Bustillo. En vistas del crecimiento y desarrollo en una región de frontera y, acorde a los objetivos concretos de la época, Bariloche se presentó al público como objeto turístico de manera casi exclusiva, comparándolo paradójicamente con los paisajes europeos.

A partir de las movilidades que repercutieron en Bariloche, se elige indagar en las formas de territorialización de la Administración de Parques Nacionales (APN) y del Club Andino en SCB, por ser actores intervinientes clave en los procesos de apropiación y producción de la ciudad, con el fin de entender cómo estas instituciones han colaborado en la conformación del espacio concebido del turismo en ese destino de montaña.

Se recurre a la triangulación de fuentes de información primaria y secundaria (investigaciones previas, libros de historia, notas periodísticas, etc.), así como también 4 entrevistas en profundidad a informantes clave de ambas instituciones.

Como principales resultados, se aprecia que ambas instituciones tuvieron, y siguen teniendo, un rol determinante en la construcción de territorialidad en SBC, no sólo en la configuración de su oferta turística (producto nieve, senderismo, naturaleza, cultural), sino también en la configuración urbana, con la impronta arquitectónica liderada desde APN y en la construcción de soberanía Argentina en este espacio.

 

PALABRAS CLAVE

territorialización – san carlos de bariloche – club andino bariloche – parque nacional nahuel huapi – desarrollo.

 

 

DIGITAL COMPETITIVENESS IN TOURIST DESTINATIONS
SAN MARTIN DE LOS ANDES EXPERIENCE (NEUQUÉN, ARGENTINE)


Jessica Romina Wojtiuk*
 
 

School of Tourism
National University of Comahue
Argentina

 

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Recommended citation style

Wojtiuk, Jessica Romina (2023). The role of Nahuel Huapi National Park and the Club Andino Bariloche as agents of territorialization of San Carlos de Bariloche (Argentina). Realidad, Tendencias y Desafíos en Turismo, 21 (1) 1-20.

Received: 11/08/2022 | Accepted:16/02/2023.

ARK CAICYT: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s25456199/tmtp80kxp

 

A B S T R A C T

San Carlos de Bariloche (SCB) was born as an agricultural-livestock colony at the beginning of the 20th century. Until the end of the 1920s, the projection and images of Bariloche were those of a productive landscape. In the 1930s, the SCB landscape, associated with European landscapes, had a resignification devised by the Directorate of National Parks and its
first president, Exequiel Bustillo. In view of the growth and development in a border region and, in accordance with the specific objectives of the time, Bariloche was presented to the public as a tourist object in an almost exclusive way, paradoxically comparing it with European landscapes.

Based on the mobilities that affected Bariloche, it is chosen to investigate the forms of territorialization of the National Parks Administration and the Andean Club in SCB, as they are key intervening actors in the processes of appropriation and production of the city, in order to understand how these institutions have collaborated in shaping the conceived space of tourism in that mountain destination.

The triangulation of primary and secondary information sources is used (previous investigations, history books, journalistic notes, etc.), as well as 4 in-depth interviews with key informants from both institutions. As main results, it can be seen that both institutions had, and continue have, a determining role in the construction of territoriality in SBC, not only in the configuration of its tourist offer (snow, hiking, nature, cultural), but also in the urban configuration, with the architectural imprint led by APN.

 

KEYWORDS

territorialization – san carlos de bariloche – club andino bariloche – nahuel huapi national park – development.

 

INTRODUCCIÓN

El presente artículo, se desarrolla en el ámbito de la beca de iniciación a la investigación, otorgada por la Universidad Nacional del Comahue, en el marco del proyecto “Post Turismo y territorialidades en disputa en destinos turísticos de montaña de la Patagonia norte”, bajo la dirección del Dr. González. Dicha investigación tiene como fin ahondar en las tensiones territoriales que se produjeron en la zona del lago Nahuel Huapi y sobre el desarrollo regional de San Carlos de Bariloche (SCB).

Se elige la ciudad como caso de estudio debido a que es el principal destino turístico de la provincia de Río Negro, ocupando el 3º lugar en Argentina, contando con más de 26.728 camas habilitadas -luego de Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Mar del Plata, con 72.830 y 49.149 respectivamente- (Ministerio de Turismo y Deportes de la Argentina, 2020 en Marenzana, Herrero, Wojtiuk y Villaverde, 2022). Su principal oferta turística está asociada al

“Parque Nacional (PN) Nahuel Huapi es uno de los atractores más importantes que posee el destino, siendo el 4º PN más visitado de Argentina (luego de Iguazú, Glaciares y Tierra del Fuego), recibiendo el 12,9% de los visitantes que asisten a las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de Argentina (Administración de Parques Nacionales (APN), 2022): en el año 2019, solamente la cantidad de visitantes al AN ascendió a 488.165, mientras que en dicho año, el destino recibió 730.537 turistas (Municipalidad de SCB, 2022): una relación de 5 (4,99) turistas por residente [1] y una estadía de 5,2 noches promedio (Municipalidad de SCB, 2022)“(Marenzana, Herrero, Wojtiuk y Villaverde, 2022, 1).

Esta realidad turística de SCB es diferente a sus orígenes, ya que nació como una colonia agrícola-ganadera a principios del siglo XX. Hasta finales de la década de 1920, la proyección y las imágenes de Bariloche eran las de un paisaje productivo. En la década de 1930 el paisaje de SCB asociado a paisajes europeos, tuvo una resignificación ideada por la Dirección de Parques Nacionales (DPN) y su primer presidente Abg. Exequiel Bustillo. En vistas del crecimiento y desarrollo en una región de frontera y, acorde a los objetivos concretos de la época, SCB se presentó al público como objeto turístico de manera casi exclusiva, comparándolo paradójicamente con los paisajes europeos.

Siguiendo Skvarca, Pierucci y Córdoba (2010), la primer DPN (1934-1944) puede considerarse como una “verdadera gesta fundacional, con el objetivo de crear un centro de actividades turístico-recreativas, accesible al mayor número posible de visitantes” (p.1). Dicho rol también es destacado por Valverde (2010) quien precisa que la Dirección - actual Administración de Parques Nacionales (APN)- desde sus comienzos hasta la actualidad, ha ejercido un papel fundamental en el desarrollo de la ciudad, transformándose en el principal referente del Estado Nacional sobre el territorio.

En 1931 se crea el Club Andino Bariloche (en adelante CAB), convirtiéndose en entidad pionera en deportes de montaña de toda la región, promoviendo e insertando las actividades de esquí y montañismo hasta el presente.

A partir de las movilidades que repercutieron en Bariloche, se elige indagar en las formas de territorialización de la APN y del CAB en SCB, por ser actores intervinientes clave en los procesos de apropiación y producción de la ciudad, con el fin de entender cómo estas instituciones han colaborado en la conformación del espacio concebido del turismo en ese destino de montaña.

 

METODOLOGÍA

Se recurre a la triangulación de fuentes de información primaria y secundaria (investigaciones previas, libros de historia y biográficos, notas periodísticas, etc.), así como también 4 entrevistas en profundidad a informantes clave de ambas instituciones, vinculados con el Museo de la Patagonia, Área de Uso Público del PNNH, División de Obras y, Prensa y Comunicación del CAB.


MARCO TEÓRICO

La conformación del territorio en la NorPatagonia Andina ha implicado históricamente múltiples conflictos de índole territorial. Esto se debe a que “en la realidad socio-espacial contemporánea se han multiplicado las territorialidades que configuran estos territorios producto de los flujos, movilidades e intereses provocados por el turismo a diversas escalas” (Rodríguez y Merlos, 2020,35).

A través de las diversas movilidades e intercambios que se producen, los migrantes aportan sus valores, conocimientos, prácticas, aptitudes y tradiciones culturales a la sociedad que los acoge (Sassone, 2002) modificando así, el espacio donde se establecen. Su participación en los diversos espacios, genera interrogantes sobre los vínculos que entretejen, los lugares de los cuales se apropian y la forma en que los vínculos operan (Matossian, 2010).

Los procesos de producción de Bariloche, no sólo se reducen a hechos económicos, sino que también permiten identificar las relaciones sociales y los actores que están involucrados. De esta manera, los procesos y actores que producen la ciudad son múltiples y están vinculados con la realización de actividades para la obtención de ganancia económica, la acumulación y el ejercicio del poder político, para la reproducción social de los diferentes grupos poblacionales, entre otras alternativas (Pírez, 1995).

El proceso de territorialización en las ciudades, como espacio que es continuamente producido, conlleva intervenciones de múltiples agentes sociales encargados de proveer bienes y servicios urbanos a sus residentes. No obstante, este abastecimiento de bienes y servicios opera de forma desigual en beneficio y en desmedro de grupos sociales cuyas diferencias económicas, políticas y culturales, tienden a retraducirse territorialmente. En Bariloche, hay actores insertos en estos procesos de territorialización, defendiendo sus intereses y guiando sus actividades a través de las lógicas predominantes en cada uno de ellos (Bosch, 2017), por lo que se evidencian distintas lógicas territoriales que han modificado, apropiado y controlado el territorio a lo largo de los años. Haesbaert (2013) hace referencia en el incremento de las movilidades, las cuales están ligadas en la construcción contemporánea de territorios, y por esto mismo, propone utilizar el término territorialidad, el cual es más abarcativo que el término territorio, debido a que éste último no puede ser meramente simbólico. A partir de este nuevo concepto, se puede hablar de territorialidades sin territorio, en donde pueda “coexistir un campo de representaciones territoriales que los actores sociales portan consigo, incluso por herencia histórica y hacen cosas en nombre de estas representaciones” (Haesbaert, 2013, 27). La territorialidad, entonces, se puede entender como “una guía para la acción, la puesta en juego de elementos identitarios, voluntades e intencionalidades políticas, siendo estrategia y al mismo tiempo resultado de las relaciones de producción y de poder en la disputa del espacio” (Trivi, 2018, 27).

 

ANÁLISIS DE RESULTADOS

SCB se encuentra ubicado en la región patagónica dentro de la provincia de Rio Negro, rodeado por el PNNH, limitando al Oeste con la Cordillera de los Andes.

La ubicación de la ciudad, bajo la mirada de Bustillo,

“no podía ser más estratégica, siendo lógico que mereciese la preocupación de un organismo que como el de Parques Nacionales tenía, entre sus muchos propósitos, el de promover el progreso local, o sea el de uno de los sectores más importantes de una frontera con más de 4000 km de longitud” (Bustillo, 1999,196).

El significado de la región estaba mutando desde hacía algunos años de espacio agro-ganadero comercial a emprendimientos turísticos, por la crisis que se instala en la región a fines de la década del ’20, llevando a revisar la estructura económica local (Rey, 2005).

En 1934 el Congreso sancionó la Ley 12.103, el cual dio origen a la primer DPN. Cabe destacar que los Parques Nacionales surgían como afirmación territorial y poblacional, combinando la preservación de la naturaleza con la consolidación de la soberanía. Además de estas razones Parques y Reservas Nacionales se crean con un fin eminentemente turístico (Parque Nacional Nahuel Huapi, 2021).

“Parques nació con la idea de conservar pero también de recibir al turismo internacional y nacional. Que la gente viniera y conociera. Eso fue uno de los ejes fundacionales de la institución. Y la cuestión fundacional fue algo que generó muchísimos cambios en el desarrollo turístico” (Representante del PNNH 1; 30 de Septiembre de 2021).

Según Bustillo, desde la sanción de la ley de Parques Nacionales,

“entró en nuestras miras, ayudar al progreso de Bariloche para que un villorio como era en ese momento se transformase en una naciente ciudad que fuese expresión de nuestra cultura y a la vez el sentimiento argentino. Téngase presente que en 1934, el 90 % de su población era extranjera” (Bustillo, 1999,197).

La gestión de Exequiel Bustillo al frente de la Comisión Pro-Parque Nacional del Sur y posteriormente de la DPN, fue la cara visible de una gran intervención del Estado nacional en el proceso de formación territorial de la Patagonia Norte, al punto de marcar una inflexión en dicho proceso. Esa intervención estatal, cobra la forma de una irrupción violenta, en relación con un desarrollo local que se venía produciendo al menos desde la década de 1910. Beserra (2008) precisa que el proceso generó una conflictividad no sólo local sino también en la zona de Nahuel Huapi, con una fragmentación social, que se vio afectada por la “tensión entre instancias y proyectos de desarrollo locales y centrales, contribuyendo a consolidar el colonialismo interno, que caracterizó la trayectoria política de los Territorios Nacionales argentinos” (Navarro, 2008,12).

En base a entrevistas realizadas, respecto al rol de la APN en la evolución y configuración de la ciudad, se aprecia un alto nivel de acuerdo sobre dicho rol:

“Fue muy importante. Parques irrumpe en el territorio y en el pueblo para que deje de ser pueblo. La ley contemplaba muchos puntos para que la ciudad crezca. Tenía que ver con el turismo, los caminos, la salud, la educación. Todo eso estaba dentro de ese plan marco del Parque Nacional (Representante del
Museo de la Patagonia; 22 de Junio de 2022).

“Fue el gestor de la creación de una ciudad que se planificó para el turismo. Gestor de la generación y del diseño de la ciudad como destino. Después de la ley de parques, Bustillo quiere diseñar algo nuevo y darle una marca de lo que él estaba acostumbrado, que era la imagen europea. Era gente que estaba criada o que hacía viajes a Europa muy recurrentemente, que conocían otros lugares. Y, esta ciudad es una reconstrucción de imágenes mentales que ellos tienen” (Representante del PNNH 1; 30 de Septiembre de 2021).

“La APN, que en ese momento era la DPN, le dio una impronta única a la ciudad. Todo lo que existe en SCB y los atractivos, desde el punto de vista arquitectónico, las instalaciones, todos los edificios famosos de SCB, lo construyó la APN, desde el hospital, el Llao Llao, el centro cívico, infinidad de casas, el primer asfalto, la red de cloacas, el puerto, las primeras conexiones del ferrocarril, un montón de instalaciones que hicieron que esa colonia agrícola se transformara en pueblo turístico, distinto y como no se había visto en la Patagonia. No existía un pueblo de esas características a nivel patagónico” (Representante del PNNH 2; 12 de Octubre de 2021).

Si bien el argumento principal fue la riqueza del paisaje de las regiones, la decisión para la creación de estos espacios estuvo mediada por valorizaciones socio-políticas. Los Parques Nacionales en Argentina, no fueron solo espacios de preservación de la naturaleza, sino que estratégicamente se localizan en las regiones fronterizas como límite oficial a lo que se leía desde algunos sectores nacionalistas como una “avanzada chilena”. Lo mismo ocurre en el PNNH, ya que en las memorias, Abg. Exequiel Bustillo, plantea la recurrente preocupación por avanzar con el espíritu y la organización nacional en un área que se consideraba como “tomada” por población chilena.

“Todo estaba bañado por un sentido de una post generación del 80 donde el territorio era un objetivo en sí mismo, al igual que la preservación de las fronteras” (Representante del PNNH 1; 30 de Septiembre de 2021).

“Tenía que ver con implantar una impronta al Estado Nacional en áreas de frontera, donde todavía eran difusas. Por lo que la impronta del PNNH y SCB están unidas desde el principio. […] Otro eje de apropiación del PNNH estaba puesto en afianzar los lugares cerca de la frontera para que el Estado nacional pudiera “defender esos lugares” de pretensiones de otros. Es decir, en el momento que empezaron las áreas protegidas en Argentina, terminar de conformar los límites del país, que todavía estaban en disputa” (Representante del PNNH 2; 12 de Octubre de 2021).

Luego del proyecto urbanístico para el área céntrica, el resto del territorio del PN se consideró un gran espacio de reserva natural, sin contar con una zonificación ni usos diferenciados, como tampoco estaba previsto de un límite de crecimiento poblacional o densidad por zonas. Cuando era necesario, se establecían reglamentaciones sobre las construcciones y la ocupación o usos de tierras. De a poco, a escala de todo el parque, se comenzaron a desarrollar diferentes líneas de acción. Primero se hizo efectiva la presencia y afirmación del territorio nacional. Para esto, se realizaron estudios de proyectos viales para la comunicación de diversos parajes, y distribución de la población en diversos poblados fundacionales, creando regionalmente nuevas centralidades, aunque inicialmente fueron parte de un territorio común (Rodríguez, 2013).

“Es muy interesante la estrategia territorial que se planteó para la creación de este parque, que fue la creación de villas. Se pensó en Villa La Angostura, Villa Catedral, Villa Mascardi, Villa Traful, etc. todas como villas periféricas a la ciudad de Bariloche, pero se buscaba que en realidad fueran villas dentro del parque que ofrecieran una descentralización. La única que tuvo más o menos continuidad en el tiempo fue Villa la Angostura. Era una buena estrategia si se hubiera terminado de llevar adelante, pero la gestión de Bustillo duró nada más que 10 años y la última villa, que fue Villa Catedral, no llegó a terminar de consolidarse, por lo que quedó medio en la nada” (Representante del PNNH 1; 30 de Septiembre de 2021).

Actualmente el PNNH depende de la APN. Como afirma Jiménez (2021), la Intendencia del PNNH es la administración encargada de la gestión de las acciones de manejo y así como también de aquellas relacionadas con la conservación del área. Incluye además la planificación de los criterios no sólo ambientales sino también culturales, propuesta de estrategias de uso público y conservación, administración económica, entre otras tareas. Asimismo, Jiménez (2021) rescata un agente estratégico en la ejecución de las políticas, como es el cuerpo de guardaparques, quien además de realizar funciones de vigilancia y control, desarrolla diversos trabajos tendientes a la conservación y/o educación ambiental e interpretación dentro del ANP. En cuanto al uso recreativo, los prestadores turísticos de senderismo son los actores influyentes en el área, a través de figuras como por ejemplo, los guías especializados para poder llevar a cabo las distintas actividades.

En base a las entrevistas, respecto al rol actual, el PNNH:

“Llegó a tener todo el poder y manejo del lago, de los caminos, y el control la urbanización de las propias villas y de la ciudad. Pero ese rol se fue perdiendo, ya que ahora se enfoca más en la conservación de las áreas y un poco de ente controlador o representante del Estado ante el manejo de privados” (Representante del Museo de la Patagonia; 22 de Junio de 2022).

“El rol actual del PNNH se basa en los espacios naturales y la biodiversidad y todo lo que está relacionado con la conservación. Aunque la gente pone en tela de juicio la posición de Parques, y a veces puede ser un poco controversial, la imagen de Parques es muy importante en post de los objetivos de conservación. Si no existiera esa figura, que obviamente es una institución que se va transformando con el tiempo, hoy esto sería un territorio devastado por las presiones que tienen estos espacios” (Representante del PNNH 1; 30 de Septiembre de 2021).

Cabe destacar que el PNNH es considerado el parque fundacional dentro del Sistema de la APN de Argentina, representando de esta manera, “un lugar pionero en la conservación paisajística a nivel nacional” (Skvarca, 2019,80).

A continuación, se detallan algunos de los principales desafíos que tiene esta institución:

“Los principales desafíos fueron mantener una línea, que fue cambiando con las políticas de turno. A veces se les daba más valor, a veces menos. Pertenecimos a Agricultura, después a Turismo, volvimos a Agricultura,
después pasamos a Economía. Sólo en dos etapas se calculó como Ambiente y Desarrollo Sustentable y eso marca mucho dentro de las políticas. ¿Qué preservas?, en aquella época solo les interesaba el espacio para el turismo de elite cuando empezó, después para el turismo social, después solo naturaleza y, ahora se contempla el hombre en la naturaleza” (Representante del Museo de la Patagonia; 22 de Junio de 2022).

“El mayor desafío es la compatibilización de la conservación y cuidado de la naturaleza con el desarrollo de los lugares porque compatibilizar la conservación con el desarrollo del destino no es nada fácil” (Representante del PNNH 1; 30 de Septiembre de 2021).

“El principal desafío que tenemos como APN es la conservación y eso parece una obviedad, pero en cuanto a los conflictos y presiones que hay por el uso de los recursos, no es un tema menor. La obligación es que exista ahora y para las generaciones futuras y ese concepto de conservación es muy difícil de mantener en el tiempo” (Representante del PNNH 2; 12 de Octubre de 2021).

El Parque cuenta con un Sistema de refugios de montaña, constituido por bienes patrimoniales naturales y culturales, de gran valor inmaterial y paisajístico. En él, se conformó el “Circuito de los Cuatro Refugios”, el cual abarca los Refugios Frey, Jakob, Laguna Negra y López, teniendo cada uno de estos refugios su propia “carga inmaterial” y conformándose como un símbolo dentro del Parque como también de la ciudad (Skvarca et al., 2010, 26).

“Cada uno de los refugios es un hito y eso colabora en la experiencia”
(Representante PNNH 1; 30 de Septiembre de 2021).

En el 2012, SCB fue declarada Capital Nacional del Turismo de Aventura, vinculándose su historia con la creación del CAB, el cual actualmente es la institución de montaña con mayor prestigio de Argentina, siendo precursora en las actividades de esquí y montañismo. A su vez, se destaca por ser protagonista e impulsar expediciones y exploraciones en las montañas más importantes a
nivel internacional y, por su apoyo y promoción constante de programas de conservación del medio ambiente.

Debido a que el CAB impulsó los deportes invernales de Cerro Catedral, siendo actualmente un motor turístico para la ciudad, fue pionero en la construcción de refugios de montaña y en la apertura de senderos, eso llevó
a que SCB pueda contar hoy con la red de Refugios de Montaña más extensa de Sudamérica (CAB, 2022).

A pesar de esta declaración, se plantea como aspecto a mejorar

“Que SCB sea la capital nacional de turismo de aventura, habla de esta trayectoria que tiene para todo el año y para toda la gente con distintas actividades participativas. Pero la oferta tiene que estar más apoyada desde lo promocional por el Estado” (Representante del CAB; 17 de Junio de 2022).

Cabe destacar que el CAB tiene un compromiso institucional con el cuidado y la preservación de montañas, ríos, lagos y de todo el entorno natural del destino. Por esta razón, en vistas del deterioro ambiental provocado por diversas acciones humanas, como por ejemplo, los incendios del último tiempo, el CAB firmó un convenio de colaboración mutua con la organización “Circuito Verde” que promueve el cuidado del ambiente y la educación ambiental, con la intención de recuperar áreas degradadas, a través de tareas de reforestación utilizando especies nativas y, realizando modificaciones en actividades deportivas en la montaña (como las de trail running), con el fin de orientarlas a un desarrollo más sustentable con el ambiente (CAB, 2022).

 

EL COMIENZO DEL CAB EN LA HISTORIA DE LA CIUDAD

En 1931, un grupo de migrantes (Juan Javier Neumeyer, Otto Meiling, Reynaldo Knapp y Emilio Frey), deciden fundar el CAB con la finalidad de llevar a cabo principalmente excursiones de exploración y deportivas en la región y, estudiar proyectos turísticos dentro del Parque Nacional del Sud (caminos, sendas, refugios), popularizando las excursiones y deportes invernales. Desde el CAB se construyeron diferentes refugios, encontrándose entre los más antiguos: el refugio López (1933), Viejo Tronador (1938), Dormilón, Berghoff (1939/40), Lynch (1943), Otto Mailing (1950), Jacob (1952), Frey (1957), Manfredo Segre (1969/70) y Neumeyer (1971) (Marenzana y Villaverde, 2016).

Conforme precisa Núñez (2017, 50) el CAB se organiza como club deportivo, con la finalidad de

”recorrer las montañas, para situar un correcto aprovechamiento del paisaje en la población local. (…) Así, el deporte y la instalación de un área protegida, se conjugan en un dinamismo que previamente a la instalación del PNNH, propone una re-educación de los residentes, para alcanzar una mejor comprensión del paisaje. A Emilio Frey (primer intendente del PNNH), se suma que Bustillo fue el representante en Buenos Aires del CAB, entre 1932 y 1933, años en los que gestiona la ley de Parques Nacionales sobre la base de un territorio vacío, ubicado en los peligros de la frontera (Núñez, 2017, 50).

Entre 1930 y 1940, dicho Club tuvo un rol fundamental en el desarrollo de la SCB, como espacio de debate social donde se repensaba no sólo el modo en que debía desarrollarse la actividad turística, sino algo fundamental era definir el modo de vincularse al entorno. El espíritu del CAB sobre lo que consideraba el cambio necesario para SCB fue definido en sus estatutos. Nuñez (2008) afirma
que esta aseveración se sustenta en que las autoridades nacionales del PNNH estaban vinculadas al CAB en sus primeros años.

Una de las grandes incógnitas de esa época era la topografía de la zona. Los cerros eran desconocidos y la geografía de la región no estaba asentada en ningún mapa. Por lo que el CAB se funda con la intención de cubrir este bache, y crea una comisión de andinismo para preparar excursiones y diseñar un fichero de los cerros de más de 1500 m. En 1933 se sistematiza esta iniciativa porque se decide iniciar la clasificación y denominación de los cerros de la zona. Así el PNNH es repartido entre las personas que forman dicha comisión, a fin de lograr una descripción amplia y ordenada (Núñez y Fuentes; s/f).

En base a las entrevistas, se destacan algunos desafíos del club

“El principal desafío fue adaptarse a los cambios. Tienen una identidad como club y la gente también fue cambiando. Primero era solo gente de poder adquisitivo alto y luego se fue abriendo el abanico hasta aceptar a otras clases sociales, que les gusta la naturaleza, caminar y formar parte del club”
(Representante del Museo de la Patagonia; 22 de Junio de 2022).

“En el pasado era la falta de infraestructura. Tenía que crecer el PNNH para poder acceder a distintos lugares y de ahí hacer las actividades. En la actualidad, uno de los desafíos es la comunicación, para convocar más socios y llegar a ellos con la información, porque hay mucho cruce de publicidad”
(Representante del CAB; 17 de Junio de 2022)

Actualmente, el CAB es un prestador fundamental para el PNNH e influye directamente en la actividad turístico-recreativa, el cual conforma una organización formadora en actividades recreativas y deportivas de montaña
(Jiménez, 2021, 107). Administra 6 refugios de alta y media montaña, en los cuales se brindan servicios al visitante, 4 refugios más pequeños tipo vivac, sin cuidadores ni servicios, y 2 campings (Bardin, 2021). Dichos refugios figuran son reconocidos popularmente como iconos de la recreación al aire libre de la zona sur del Parque, ya además se constituyen en hubb/conectores de gran parte los senderos (Jiménez, 2021,167).

Respecto al CAB, los entrevistados señalan el rol fundamental en la construcción de identidad, no sólo del CAB, sino en SCB:

“Tuvo trascendencia porque ellos siempre marcaron el paso acá. Si vos querías saber qué senderos, picadas, que cosas hacer, recomendaciones, preguntas, etc., siempre se los mandó al CAB. Y eso que éramos de Parques. Los podría haber mandado a informes, porque Parques tiene una sección de Informes pero vos los mandas directamente al CAB, porque el CAB tiene otro toque, que es la experiencia y el haberlo recorrido” (Representante del Museo de la Patagonia; 22 de Junio de 2022).

“No podes hablar de Bariloche sin nombrar al CAB. Cuando empezás a ver la lista de los que estuvieron dentro del club, son personas que formaron parte institucional o civil de SCB. Fueron marcando toda una época, antes y después de Parques. El CAB es preexistente a parques, pero son personas que están acopladas también al PNNH” (Representante del Museo de la Patagonia; 22 de Junio de 2022).

“La identidad viene de su historia y su trayectoria como una institución pionera en las actividades de montaña a nivel local y nacional. Eso se construyó a lo largo de los años y fue evolucionando. La institución fue creciendo en los 90 años de historia, estableciendo su presencia a partir de los refugios y vinculado al PNNH, con presencia en territorio. Entonces, eso es lo que asegura que las actividades tengan lugares de apoyo en sitios remotos, que en caso de accidente, evacuación o tener que contar con un lugar seguro, el CAB está ahí”. (Representante del CAB; 17 de Junio de 2022)

“Genera identidad porque hace muchos años que está en SCB y en todo lo que alienta o trabaja, está relacionado con las actividades de aventura. Su punto fuerte fueron los refugios y si bien hay otros clubes, que hacen otras actividades, el CAB tiene más experiencia, confianza, seguridad y antigüedad, por lo que suele ser elegido por esas razones.Además, fue transversal al crecimiento de la ciudad” (Representante del PNNH 1; 30 de Septiembre de 2021).

“Es trascendental por sus actividades y antigüedad. Fue el principal impulsor del trekking en la zona y, en relación a eso, la actividad de trekking para nosotros es sumamente importante” (Representante del PNNH 2; 12 de Octubre de 2021).

 

LOS ROLES DE AMBAS INSTITUCIONES

Como plantea Méndez (2005), la APN fue un actor fundamental en la impronta simbólica, la cual caracteriza a la ciudad hasta la actualidad, contribuyendo en la generación de una imagen “alpina”, afín al ideal estético y social que la clase dominante deseaba para la localidad. Luego de haberse constituido dicha institución, la política ligada a las tierras, localizadas dentro de su jurisdicción fue dual, ya que les cedía títulos de propiedad a los más adinerados y les otorgaba “Permisos Precarios de Ocupación” a los de menores recursos. Estos permisos no solo que no los protegían de una eventual expulsión, sino que suponían múltiples trabas para sus ocupantes (García y Valverde, 2007). Como explica De Mendieta (2002), una prueba de este entrelazamiento de intereses fue la designación de Bustillo- quien era dueño de un latifundio en el PNNH- a la dirección de la APN. Su mandato perduró por 10 años, donde la política de Parques Nacionales tuvo una fuerte predisposición hacia la conformación de una importante élite local, la cual hegemonizó los procesos de acumulación del capital.

“Uno de los grandes conflictos que tiene el PNNH es la titularización de la tierra. Los pobladores que vivían en el parque y que decidieron quedarse, tienen un título precario de ocupación. Ese permiso les permite vivir ahí pero les impide que puedan conformarse o invertir para el desarrollo de determinadas acciones porque no son dueños del espacio dónde están viviendo. Eso limita las posibilidades de crecimiento de esa población. Eso no lo puede solucionar la APN de forma autónoma porque es una decisión que sale por ley del congreso de la Nación” (Representante del PNNH 2; 12 de Octubre de 2021).

“Hay circuitos y senderos no habilitados por donde circula gente. Eso genera un conflicto en Parques. Las nuevas tecnologías, como un wikiloc, hace que mucha gente se entere de senderos, baje los tracks y siga esos lugares, pero después se pierden porque no están señalizados y eso genera una problemática. Estas problemáticas van tan rápido que a veces no da tiempo de generar soluciones con la misma rapidez” (Representante del CAB; 17 de Junio de 2022).

Siguiendo a Navarro (2008), la operación estatal de la DPN tenía un carácter totalitario, el cual entró en conflicto con los intereses de los residentes y autoridades locales. Esto se debe a que Bustillo tuvo gran parte del control sobre el gobierno municipal de la localidad y relaciones estrechas con los intendentes, lo que implicaba en gran medida, en la capacidad de la DPN de financiar obras en SCB que ni la gobernación, ni el municipio podían afrontar, como la construcción del Hospital regional, el Centro Cívico, la Catedral, la avenida costanera, etc., que son emblemáticas en la ciudad. Sin embargo, a pesar de los avances que se realizaban por decisión de la DPN, hubo tensiones y conflictos entre distintos sectores de la sociedad de SCB y del Consejo Municipal, los cuales resintieron en diversas situaciones el dominio informal de Parques, enfrentando a la Repartición a través de la prensa local y nacional y/o llevando a cabo otras acciones de protesta. Estos conflictos estaban ligados a acciones de la DPN, la cual imponía en su jurisdicción una estrecha supervisión de la actividad privada, en todo lo que pudiera abarcar al desarrollo turístico en cuanto a los ejes en los que se lo había planificado. La DPN contaba con un elemento de regulación del recurso turístico y de la oferta, a través del control de los servicios turísticos (como son las tarifas, recorridos, etc.), e incluso el control de la propia urbanización y de todas las acciones (movimiento de tierras, tala de árboles, etc.) que pudieran afectar al paisaje (Piglia, 2007).

Los principales conflictos socio-territoriales relacionados al PNNH son

“Parques fue y va a ser restrictivo y, los conflictos existen porque hay mucha
presión de uso. Y Parques siempre va a intentar conservar y limitar ese uso” (Representante del PNNH 1; 30 de Septiembre de 2021).

“Muchos de los conflictos tienen que ver con la utilización de los recursos. Hay una tensión natural de qué se protege y qué se utiliza, y si esa utilización es sostenible en el tiempo. Otro de los grandes conflictos es la titularización de la tierra” (Representante del PNNH 2; 12 de Octubre de 2021).

A pesar de estas tensiones, “es notoria la perdurabilidad de los principios instaurados por la DPN, que son parte de la “marca Bariloche” a partir de los hitos naturales transformados a través del paisaje urbano en emblemas del turismo hasta la actualidad” (Piantoni y Pierucci,2016,9).

 

REFLEXIONES FINALES

Respecto a las formas de territorialización y disputas entre el PNNH y el CAB en SCB, se aprecia que ambas instituciones fueron actores clave intervinientes en los procesos de apropiación y producción de la ciudad, como también pioneras en el desarrollo del turismo y la recreación.

Conforme se aprecia a lo largo del escrito, ambas instituciones se constituyen en agentes estratégicos en los procesos de apropiación y producción de la ciudad. En la reconversión de SCB de colonia agrícola-ganadera a turística, la APN y el Club Andino cumplieron un rol clave en el proceso de territorialización. El PN, conforme menciona Núñez et al. (2011), tuvo un rol en la instalación, o imposición que menciona Lolich (2022) del turismo como actividad central de la localidad; a lo que se complementa también en su rol de sentar soberanía en la zona (Representante del PNNH, 2021), en la construcción de la visión de conservación de ese espacio y el desarrollo de sistema de apoyo que fomente el turismo como actividad económica. Aquí el CAB contribuyó previamente, también como espacio de debates sociales acerca no sólo del modo en que debía crecer la actividad turística, sino algo muy trascendente que es la forma de vincularse al entorno (Núñez, 2008).


Abg. E. Bustillo, bajo la DPN, buscaba

“desarrollar a Bariloche como una gran ciudad central de fronteras y con el magnetismo necesario para atraer desde el interior del país, la corriente demográfica que neutralizara la de Chile que empezaba ahogar o diluir el débil sentimiento nacional que se notaban aquí son lugares al iniciar parques nacionales su tarea” (Bustillo, 1999,281).

 

Las continuas migraciones contribuyeron a una conformación acelerada y espontánea de la ciudad. Esto está relacionado con el perfil de la ciudad como pueblo de frontera, ya que como menciona Méndez e Iwanow (2001), históricamente SCB ha sido tanto zona de conflicto como zona de encuentro, permitiendo el intercambio y la incorporación de elementos culturales tangibles e intangibles, los cuales forjaron nuevas realidades.

La hegemonía de APN quedó de manifiesto no sólo en las obras construidas como menciona el Representante del PNNH 2, tales como el hospital, el Hotel Llao Llao, el Centro Cívico, Catedral e iglesias, casas, etc.), sino también en la impronta que Lolich (2007) menciona en cuanto a las técnicas constructivas y materiales, que ejercieron un proceso de reterritorialización, frente al reemplazo de la tradicional arquitectura de entramado de madera revestida con tablas aserradas.

Asimismo, el abordaje centralista de la APN en sus orígenes, conforme precisan Núñez y Vejsbjerg (2010), “naturalizaron en este proceso un vínculo paternalista con el Estado Central a través de la Dirección de Parques
Nacionales” (935).

Por otro lado, con la inauguración del Club en 1931, se propusieron actividades para aprovechar el entorno natural, el cual era casi inexplorado hasta ese entonces. Para esto, decidieron hacerlo a través de prácticas deportivas (entre ellas, el esquí y el andinismo), que les permitieran, además del disfrute, recorrer los alrededores.

El vínculo entre ambas instituciones comienza a partir de la fundación del CAB, consolidándose la relación entre ellas, con el nombramiento del fundador Emilio Frey como director del PNNH en 1934, así como el cargo de
representante legal del Club de Exequiel Bustillo, quien en aquel entonces se desempeñaba como Director de Parques Nacionales.

Cabe destacar que dentro del vínculo que une al PNNH con el CAB, se encuentra el compromiso común de asistir a los visitantes del Parque manteniendo una actitud volcada en los aspectos recreativos y de conservación.
Sin embargo, el CAB no solo se vincula con el Parque a través de los servicios de los refugios o campamentos, sino que realiza otras acciones como por ejemplo, la asistencia en los rescates de la red troncal de senderos y refugios mediante la Comisión de Auxilio. Sumado a esto, ambas instituciones comparten un interés mutuo por el medio natural, la recreación, el deporte, la conservación, los senderos y la asistencia a los visitantes.

Hoy en día, la APN dentro de sus funciones, aplica su reglamentación y ejerce su función, ya que tanto las funciones como las responsabilidades, están bien separadas, desde el rol que cumplen socialmente, para ambas
instituciones. Sin embargo, con el devenir histórico, se fueron acordando, en función de las necesidades, las actuaciones y permisos que le facilitaban al CAB poder desarrollar su actividad, primero para los socios, debido a que en sus comienzos, gran parte de la población formaba parte del club y, cuando arrancó la actividad de montañismo, era el CAB quien lideraba esta acción, ya que Parques Nacionales estaba comenzando toda la parte administrativa del área natural protegida.

Conforme se aprecia en este y en los abordajes de Bustillo (1999), Lolich (2007) y siguiendo Skvarca et al. (2010), Matossian (2010), Navarro (2008), Rodríguez (2013), Jiménez (2021), Marenzana y Villaverde (2016), Núñez (2017), Méndez (2005), Piantoni y Pierucci (2016), Representantes del PNNH (2021), Representante del Museo de la Patagonia(2022), contemplar y comprender la realidad de SCB demanda comprender el rol determinante que tanto la APN como el CAB como agentes de territorialización han configurado y modelado su realidad como ciudad turística.

 

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AGRADECIMIENTOS

Dicha investigación es el resultado de la colaboración de las siguientes personas, a quienes estoy profundamente agradecida: A los informantes clave de este estudio, la Arq. Verónica Skvarca (de la división de obras particulares dentro del PNNH); la Lic. María Teresa Brosz (de la División de Educación Ambiental del PNNH), el museólogo Eduardo Navarro (encargado del Museo de la Patagonia) y a la Lic. Cristina Pérez Aguirre (encargada del área de prensa del CAB), quienes tan amablemente me brindaron su tiempo en cada entrevista, facilitándome bibliografía de distinta índole y posibilitando el acceso a gran parte de la información de este estudio.

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NOTAS

[1] Población estimada por el Municipio de SCB al año 2022. Fuente: https://www.rionegro.com.ar/municipales/bariloche-calcula-que-tiene-146-00-habitantes-y-esa-cifra-implicara-cambios-politicos- 2250902/#:~:text=Municipales-,Bariloche%20calcula%20que%20tiene%20146.00%20habitantes%20y%20 esa%20cifra%20implicar%C3%A1,de%202010%2C%20arroj%C3%B3%20112.887%20habitantes.