CONSUMO TURÍSTICO DEL VISITANTE
EN EL SISTEMA DE PLAZAS PRINCIPALES VINCULADAS AL
TURISMO EN EL CENTRO HISTÓRICO DE LA HABANA. CUBA.
Luis Pérez Rives*
Maité Echarri Chávez**
Náutica Marlin Cayo Largo
Isla de la Juventud
Universidad de La Habana
Facultad de Turismo
Cuba
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Cita recomendada (APA 6ta ed.)
Pérez Rives, L. y Echarri Chávez, M. (2021). Consumo turístico del visitante en el sistema de plazas principales vinculadas al turismo en el centro histórico de La Habana. Cuba.. Realidad, Tendencias y Desafíos en Turismo, 19 (2), 93-113.
Recibido:16/06/2021 | Aceptado:14/09/2021.
R E S U M E N La investigación aborda de forma holística el consumo turístico en el Sistema de Plazas Principales en el Centro Histórico de La Habana (CHH) y la repercusión espacial que implica dicho uso. Se propone la realización del diagnóstico del uso que hace el visitante de este sistema, con el objetivo de contribuir a la toma de decisiones en cuanto a las acciones de ordenamiento y planificación territorial y su adecuación al desarrollo del turismo para mejorar las ofertas turísticas del destino, logrando la inclusión de nuevas propuestas culturales que complementen su significado dentro del sistema patrimonial que constituye el (CHH). Se utilizaron métodos empíricos como la observación no participativa y la entrevista no estructurada. Se aplicaron métodos teóricos como el histórico-lógico, el análisissíntesis, el inductivo-deductivo y el análisis bibliográfico. Este estudio permitió comparar resultados de acuerdo a lo reflejado en el Plan de Desarrollo Integral del Centro Histórico de La Habana. PALABRAS CLAVE turismo - centros históricos - espacios públicos - centro histórico de La Habana (chh). |
TOURIST CONSUMPTION OF THE VISITOR
IN THE MAIN SQUARES SYSTEM LINKED TO TOURISM
IN THE HISTORICAL HAVANA CENTER. CUBA.
Vanesa Castello*
Rosario National University
Argentina
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Recommended citation style (APA 6ta ed.)
Castello, V. (2021). La Cooperación Triangular integrando al turismo en la Agenda 2030. Notas sobre el Proyecto Consolidación y fomento del turismo sostenible (Alemania, Costa Rica y Túnez, 2016-2018). Realidad, Tendencias y Desafíos en Turismo, 19 (2), 1-13.
Received: 27/05/2021 | Accepted:10/07/2021.
A B S T R A C T This research addresses, in a holistic way, tourist consumption in the main squares system in the Havana Historical Center and the spatial repercussion that such use implies. It proposes the realization of the diagnostic of the use that the visitor makes of this system, with the aim of contributing to the decisionmaking on the part of the managing entities of the territory, regarding the actions of territorial ordering and planning and its adaptation to the development of tourism to improve the tourist offers of the destination and achieve the inclusion of new cultural proposals that complement its meaning within the heritage system that constitutes the Havana Historical Center. To collect the information, empirical methods such as nonparticipatory observation and unstructured interview were used. Theoretical methods such as historicallogical, analysis-synthesis, inductive-deductive and bibliographic analysis were also applied. All these studies allowed a report based on the analysis of the results on the consumption of the visitor to the main squares system, taking into consideration their vocation to develop tourist activity according to reflected in the Integral Development Plan of the Havana Historical Center. KEYWORDS tourism - historical centers - public spaces - Havana historical center. |
INTRODUCCIÓN
En Cuba se ha prestado especial atención al rescate de la cultura y el impulso de la misma a través del turismo. Para ello se han puesto en marcha proyectos de desarrollo que incluyen el rescate de espacios públicos en sitios históricos y con valor patrimonial, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población local, garantizar el esparcimiento de esta y del turista cultural que llega al destino, así como el mejoramiento de la oferta turística asociada a los mismos.
La Habana Vieja conserva una estructura policéntrica tradicional, reconociéndose sistemas de centralidades asociados a un nivel metropolitano[1]. Esta se incluye dentro de las regiones priorizadas para el desarrollo turístico a corto, mediano y largo plazo en la Capital. En el Centro Histórico de La Habana se lleva a cabo un plan maestro para la revitalización e integración de las zonas priorizadas, tanto en el ámbito del ordenamiento territorial como del socioeconómico y del sociocultural, incluyendo la revitalización de los espacios públicos.
El Centro Histórico de La Habana desde 1978 fue declarado Monumento Nacional por la resolución Nº3 de la Comisión Nacional de Monumentos. Asimismo, en 1982 fue inscrito en la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
La Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana (OHCH) ha desarrollado
un novedoso modelo de gestión para la revitalización integral del centro
histórico (CH), respaldado por un fuero legal especial que ha ampliado su
autoridad para actuar en el territorio y desarrollar proyectos. El objetivo es
revitalizar el CH compatibilizando los valores culturales con el desarrollo
socioeconómico, conservando su carácter residencial y garantizando la
sostenibilidad del proceso[2].
Como parte de estos planes de desarrollo y revitalización, desde 1981 la estrategia ha estado encaminada a recuperar el conjunto de espacios públicos más importantes incluidos sus sistemas de plazas y sus ejes de interconexiones. La OHCH tiene como misión salvaguardar el patrimonio implicando no solo el rescate de los valores físicos sino el patrimonio intangible difundiéndose un programa cultural en más de 50 instalaciones y en los espacios públicos principales, donde se celebran actividades de carácter cultural que complementan su uso dentro de la actividad turística que en estos se desarrollan[3].
Se plantea que el 90% de los turistas que visitan La Habana, hacen recorridos por el CH, ya sea en excursiones organizadas por los receptivos o de forma individual consumiendo el territorio de disimiles maneras. En ese sentido, si bien los documentos de ordenamiento territorial vigentes para el territorio definen estrategias de intervención a nivel de espacios públicos se hace necesario un estudio que evalúe las interacciones que se producen entre la planificación territorial del turismo y el uso y funciones de los espacios públicos citadinos.
MÉTODOS Y TÉCNICAS APLICADOS EN LA INVESTIGACIÓN
Se emplearon métodos empíricos y teóricos que posibilitaron el cumplimiento de los objetivos propuestos. Dentro de ellos el inductivodeductivo a través del cual se arribó a conclusiones partiendo de la particularización en aspectos relacionados con el uso que hacen los visitantes de los espacios públicos en este caso del Sistema de Plazas Principales vinculadas al turismo, así como su correspondencia con la planificación turística territorial que se lleva a cabo en el CH de La Habana.
Otro de los métodos utilizados fue el de análisis y síntesis mediante el cual se elaboró el marco teórico de la investigación a partir de diversos estudios realizados sobre el consumo y función de los espacios públicos en el CH de la Habana; proporcionando su posterior ratificación con los resultados de la investigación.
El método histórico-lógico permitió enmarcar momentos de creación, desarrollo y revitalización de los espacios públicos en el CHH posibilitando determinar su consumo y funciones actuales a partir de una secuencia lógica de análisis sobre la temática abordada en la investigación, en este caso del consumo de los visitantes al Sistema de Plazas Principales vinculadas al turismo en el CHH, obteniéndose información para el diagnóstico actual de estos espacios.
Se empleó el método de observación directa no participativa el cual posibilitó la obtención de la información asociada al consumo que hacen los visitantes del Sistema de Plazas Principales vinculadas al turismo mediante el trabajo de campo, otro de los métodos utilizados para la exploración in-situ del objeto de investigación.
ESPACIOS PÚBLICOS EN EL CENTRO HISTÓRICO DE LA HABANA
El espacio público en el Centro Histórico de La Habana
En la antigua Villa de San Cristobal de La Habana- trazada al estilo de campamento romano- la Plaza Mayor fue el punto de partida de la ciudad, escenario de la vida cotidiana y donde se comenzó a estructurar el espacio público que dinamiza la ciudad actual. La Plaza de Armas (1577) fue la plaza fundacional en ese entonces compartía el poder civil, religioso y militar. Luego se agregaron cuatro plazas con funciones diferentes y varias plazuelas, parques y calles angostas que determinaron, junto al sistema defensivo de la ciudad, su morfología definitiva: policéntrica, semi-regular y compacta. El derribo de las murallas en 1863, abrió la ciudad a espacios más amplios, donde se construyeron edificios de mayor volumetría, amplias avenidas y paseos arbolados. La revolución del transporte, a principios del siglo XX, jerarquizó la función vial y convirtió las plazas coloniales en parqueos, desplazándose sus funciones primigenias. El sitio histórico quedó rodeado por un cinturón verde y el mar, dando paso a un nivel de centralidad, asociado posteriormente a finales del siglo XX y principios del XXI a la actividad turística definiéndose el Sistema de Centralidad Principal como se muestra en la figura 1.
Figura 1. Sistema de Centralidad Centro Histórico de la Habana.
Fuente: Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana (OHCH).
Función y clasificación del espacio público según OHCH
Actualmente se define una estructura espacial turística como se muestra en
la figura 2, en donde se concentra la mayor parte de la actividad turística de la
región. Esta estructuración parte de definir focos de primera y segunda categoría
y recorridos conectores. Los focos de primera categoría están asociados al
Sistema de Centralidad Principal (SCP) entiéndase las plazas.
El espacio público determina la accesibilidad y la centralidad de la ciudad,
ordena la circulación, transforma y enriquece el paisaje urbano. Según sus
características se clasifica en plaza, plazuela, parque infantil, parque urbano,
microparque, paseo arbolado o alameda, vía y portal público, frente de agua
y otros espacios significativos de uso colectivo (Plan Especial de Desarrollo
Integral [PEDI], 2013).
Plaza: está enmarcada por edificaciones. Funciona como área pública de estar y de intercambio social, con alto significado simbólico y conmemorativo. Se clasifica por su función como central, cívica, de mercado; por el predominio del área pavimentada o del área verde, como “dura” o ajardinada.
Plazuela: se asocia, casi siempre, a una construcción religiosa que la antecede, a manera de atrio. Esta al igual que la plaza son piezas urbanas históricas y de alto valor cultural.
Parque infantil: diseñado con mobiliario y equipamiento mecánico adecuado para niños, suele estar cercado para garantizar su seguridad. Además, posee arbolado, jardinería y mobiliario urbano.
Parque urbano: el área verde en su componente fundamental. Cuenta, además, con mobiliario urbano y piezas de carácter ornamental y conmemorativo. Según su escala y tamaño forma parte de la centralidad de la ciudad.
Microparque: se establece en un espacio residual o parcela que perdió su edificación. Se localiza en medio de una manzana o en una esquina. Posee el mismo carácter y destino que el parque urbano.
Paseo arbolado o Alameda: es lineal y concebido para la circulación peatonal, corre paralelo al sistema vial. Lo caracteriza la existencia de vegetación y amplias secciones y contiene mobiliario urbano y elementos ornamentales y conmemorativos.
Vía pública: destinada al desplazamiento de vehículos y personas en la ciudad. Existen 47 Km de vías en el territorio, clasificadas por su función en: arterias principales, calles arteriales menores, vías colectoras y vías o calles locales. El uso tradicional las define como corredores comerciales y ejes de interconexión.
Portal público: espacio abierto a las vías a través de un sistema de arcos o arquitrabes, soportados por columnas. Se encuentran en el perímetro de las plazas principales o a lo largo de las vías de importancia.
Frente de agua: franja costera, soporte de diversos servicios asociados y componente significativo del paisaje urbano. El CH está bordeado por la bahía habanera, a través de una franja de 3 kilómetros de longitud.
La recuperación del Centro Histórico por la Oficina del Historiador, al iniciarse con la intervención sobre el espacio público y posteriormente con la rehabilitación de cuatro de las cinco plazas principales, plazuelas, jardines, parques y ejes conectores, ha marcado el desarrollo de la actividad turística del CHH como destino específico a medida que se desarrollan ofertas de carácter cultural, social y comunitario en estos espacios, que proporcionan el disfrute tanto del visitante foráneo como de la población local de acogida.
Figura 2. Estructura Espacial Turística Centro Histórico de La Habana.
Fuente: Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana (OHCH).
Breve reseña histórica de las Plazas del Centro Histórico de La Habana objeto de estudio[4]
La Plaza Vieja ocupa el cuadrilátero formado entre las calles de San Ignacio a Mercaderes y de Teniente Rey a Muralla, que en la época de la creación de aquella, llevaban casi todas otros nombres. A lo largo de su muy dilatada existencia, tuvo diversos nombres (debido en varias ocasiones a los vaivenes políticos) como Plaza Nueva, Plaza Real, Plaza Mayor, Plaza de Roque Gil, Plaza del Mercado, Plaza de la Verdura, Plaza de Fernando VII, Plaza de la Constitución, Plaza de Cristina, Plaza de la Concordia, Plaza Vieja y Plaza de Juan Bruno Zayas.
En 1835 se erige por intrucciones del despótico general Tacón, un edificio cuadrangular de mampostería, en el que habría de funcionar el oficialmente llamado Mercado de Cristiana, en homenaje a la entonces reina de España. En 1908 el Ayuntamiento de La Habana acuerda convertir la plaza en parque y darle el nombre ilustre del general habanero Juan Bruno Zayas.Pero, también el buen deseo se estrelló contra la realidad, puesto que el parque nunca se construyó y la plaza ha seguido siendo hasta nuestros días, la Plaza Vieja.
Se levantó un plano de la plaza y se concedieron en merced algunos terrenos aledaños que no perjudicaban a su trazado. De aquí, al cabo, provino la mayor belleza y esplendor de la que en un tiempo había sido tan despreciada ciénaga.
El venerable habanero Don Diego Avelino de Compostela establece entre las numerosas fundaciones religiosas que realizó, una misión y colegio de padres jesuitas, adquirido en 1700, por el precio de 10.000 pesos. El 19 de diciembre se les concede el permiso y se colocó la primera piedra del oratorio de los hijos de San Ignacio, poniéndolos bajo la advocación de Nuestra Señora de Loreto. En 1767, ya terminado el colegio y aún no terminada la iglesia, fueron expulsados los jesuitas de España y sus posesiones por real Decreto del Rey Carlos III.
Las propiedades de los mismos pasaron al clero secular, y de este modo la iglesia de la Compañía de Jesús, se convirtió en la nueva sede de la Parroquial Mayor en 1777 y más tarde, en 1788, en la Catedral de La Habana. La decisión cambió por completo su aspecto, a partir de ese momento, sería la Plaza de La Catedral, convertida desde entonces en un sitio de prestancia para la sacarocracia criolla, disputándole el primer lugar en la vida social de la ciudad a la Plaza de Armas.
En la actualidad, el trazado urbano tan peculiar del Centro Histórico, su sistema de Plazas, como legado del pasado, la calidad de su arquitectura y el sistema de fortificaciones íntegramente conservado, lo han hecho meritorio de la declaración de Monumento Nacional de 1978 y de Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1982, cuando ocupó el número 27 en la lista de Patrimonio Mundial.
La misma era simplemente una angosta faja de terreno situada entre la calle de los Oficios y la Marina a modo de playa, faja que se extendía entre el atrio de la iglesia y la calle de Lamparilla.
Fue en los comienzos de la vida habanera el mercado público, hasta que se trasladó por petición de los frailes franciscanos, a la plaza que entonces le llamaron Nueva.
Durante la colonia, fue centro de zona comercial y de toda clase de transacciones, lugar de carga y descarga de carretones, depósito de mercancías y frutas, a pesar de haberse trasladado el mercado.
En 1836 fue erigida en el centro de la plaza por el Conde de Villanueva, la fuente de los Leones, obra del escultor Galiano Gaggini, la cual fue trasladada en 1844 a la Alameda de Isabel II por temor al intenso tráfico que en dicha plaza se desarrollaba, siendo trasladada en el año 1963 a su lugar de origen.
En 1843 el cuerpo de ingenieros fabrica casi al centro de la plaza un edificio militar cuadrado y de buena arquitectura, de piedra y mampostería, quedando establecida desde entonces la guardia principal de la plaza, llamándose vulgarmente el Principal. Posteriormente fue demolido, al construirse nuevos muelles y el edificio de la Aduana de La Habana en las cercanías de la plaza.
Durante largos años del período colonial, la plaza servía de escenario a las ferias de San Francisco, que comenzaban el 3 de octubre y por encima de todo y en todas sus manifestaciones de variedad y clases, imperaba el juego como lotería, de barajas, la perinola y los dados.
Dicha plaza fue ocupada en 1581 por el Capitán Diego Fernández de Quiñones, con el fin de utilizarla para los ejercicios militares de la tropa, y de aquí que cambiara su nombre por el de Plaza de Armas.
La Plaza siguió siendo Plaza de Armas, pero con el decursar del tiempo, se construyeron nuevas fortalezas, con amplios campos militares adyacentes y entonces el vecindario pudo volver a disfrutar de aquel lugar, al que, de aquel destino a que la había forzado Quiñones, no le quedó y por lo visto para siempre más que el nombre.
Hacia 1828, la composición de la Plaza de Armas mejoró notablemente por los cambios que acontecieron por orden del Conde Villanueva. Se realizaron las obras de fábrica de verjado, se encargaron a Nueva York cuatro fuentecillas para jardín y cuatro canapés de mármol blanco, fueron colocados 16 faroles de aceite y se erigió la estatua del Rey Fernando VII, debido al intendente del ejército Don Claudio Martínez de Pinillos (Proyecto Identidad, 2005).
En los últimos años de la dominación española, la Plaza de Armas y su parque fueron víctimas de lamentable abandono. No fue hasta 1935 durante la administración del alcalde doctor Guillermo Bett que se realizaron en el parque de dicha plaza, atinadas obras de restauración y embellecimiento.
En 1955, se sustituye la estatua de Fernando VII por la de Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, cuyo nombre llevaba la Plaza de Armas desde 1923 y perdura hasta nuestros días.
Normativas en el Centro Histórico de La Habana sobre la ocupación del espacio público
Teniendo en cuenta la importancia que le concede la OHCH al espacio
público como elemento trascendental dentro del consumo turístico, social
y cultural que hacen los visitantes, existen normativas que regulan su uso y
función y que evitan el surgimiento de cambios negativos que puedan afectar
la imagen del CHH como destino y contribuir a una mejor gestión de estos
espacios. Dentro de las regulaciones se encuentran (PEDI, 2013):
USO Y FUNCIONES PRINCIPALES DEL ESPACIO PÚBLICO EN EL CENTRO HISTÓRICO DE LA HABANA[5]
La actividad económica y social que se desarrolla en espacios públicos del Centro Histórico de la Habana fundamentalmente es de carácter cultural, el uso de estos espacios a través de diversas formas como: pasacalles de zanqueros, exhibición de personajes costumbristas de época, es una vía para mostrar atractividad en la oferta turística del destino; esta es previamente pactada con la OHCH. También se desarrollan actividades culturales de envergadura como representaciones teatrales, danza callejera, ballet, conciertos, festivales de música, exposiciones de artes plásticas de gran formato que dinamizan los lugares e incorporan nuevos atractivos al territorio.
El impulso de nuevas manifestaciones culturales a través de la promoción de eventos, manifestados en los espacios públicos, que van imponiéndose como parte del ambiente urbano son elementos detonantes de las funciones que van adquiriendo estos dentro de la actividad turística del territorio y una forma para contribuir al intercambio entre ciudadanos y foráneos. De ahí que la OHCH lleva a cabo un proceso de investigación sobre nuevas manifestaciones populares que van surgiendo dentro de la comunidad y que podrían ser un complemento de las actividades efectuadas en los espacios públicos. Promover la cultura como eje vertebrador del desarrollo local a partir de una orientación de programas específicos para el conocimiento y disfrute de la cultura, como las manifestaciones antes mencionadas, unido a importantes festivales internacionales en el espacio público son prioridades de la Oficina del Historiador de la Ciudad para complementar la oferta en los espacios públicos citadinos como, por ejemplo: Ballet y Danza Callejera.
Así mismo la OHCH plantea que se deben incrementar las exposiciones de artes plásticas al aire libre y performance, haciendo un uso más intensivo de los espacios públicos para la realización de actividades culturales diversas, atendiendo a la temática, el público y el horario, a partir de una especialización de cada uno de los componentes del Sistema de Centralidad Principal (SCP).
La animación urbana del Sistema de Plazas Principales y Ejes de Interconexiones recuperados relacionada con la sucesión de usos públicos en las plantas bajas y reforzadas por elementos de carácter intangible (pasacalle de zanqueros, actividades culturales en los espacios públicos), así como la peatonalización, atraen a una gran cantidad de personas que reconocen los trayectos y los puntos de encuentro, reforzados además por ciertos elementos simbólicos que facilitan el reconocimiento del lugar.
También se puede decir que existe una mayor interacción entre ciudadanos y turistas relacionada a la fuerte atracción de determinados espacios públicos del Sistema de Centralidad Principal (SCP), que forman parte del imaginario urbano, teniendo en cuenta la variedad de actividades que conllevan en general a una creciente apropiación de estos espacios como lugar de esparcimiento y recreo y como escenario para fotografías, realización de filmes de época, actividades culturales, eventos, entre otros.
La intensidad del uso del espacio público en el CHH es diversa. En el SCP está garantizado un uso intensivo y variado en horario diurno, no siendo así en horario nocturno decreciendo ostensiblemente, así como que este se concibe como una familia de elementos y recursos del espacio público, que incorpora variaciones según del componente que se trate y del conjunto de los elementos físicos empleados en el Sistema de Centralidad Secundario (SCS).
Con respecto a las funciones que cumple el espacio público se definen diferencias que permiten identificar a estos espacios por una singularidad única, teniendo en cuenta su vocación específica. Por ejemplo:
Con la organización y calidad de la información que se brinde en el espacio público y su propia recalificación, se incrementará el sentido de orientación y apropiación, en la medida que se enriquezca la oferta, incorporando nuevas funciones a los espacios públicos, animando a través de servicios culturales y gastronómicos y los comerciales relacionados entre sí.
CARACTERIZACIÓN DEL COMPORTAMIENTO DE VISITANTES EN EL SISTEMA DE PLAZAS PRINCIPALES VINCULADAS AL TURISMO EN EL CENTRO HISTÓRICO DE LA HABANA
Características del visitante al Sistema de Plazas Principales
Plaza San Francisco de Asís
Las actividades realizadas responden fundamentalmente a las de ocio y recreativas (toma de fotos, recorridos con guías, contemplación del lugar, conversar, leer, escuchar música, juego con palomas). Dentro de las principales actividades llevadas a cabo por los visitantes se encuentran:
Plaza Vieja
Las actividades realizadas son de tipo recreativas y de ocio fundamentalmente. Dentro de las actividades realizadas se encuentran las siguientes:
Plaza de La Catedral
Dentro de las principales actividades llevadas a cabo en el espacio se encuentran:
Plaza de Armas
Las actividades se centraron fundamentalmente en las de tipo descanso y de ocio. La plaza es utilizada como vía de tránsito para acortar camino y acceder a otras calles colindantes, además de que esta forma parte de uno de los corredores comerciales más importantes del Centro Histórico de La Habana “Obispo”.
Dentro de las actividades realizadas en este espacio se encuentran:
VALORACIÓN DE LA CORRESPONDENCIA CONSUMO - FUNCIONES - PLANIFICACIÓN TERRITORIAL DEL TURISMO EN EL CENTRO HISTÓRICO DE LA HABANA
Arredondo (2010) calculó Índices de Centralidad Turística para cada una de las Plazas, objeto de estudio de la presente investigación. El ICT resulta un útil instrumento para detectar el impacto de la actividad turística en una red de asentamientos; es una explicación de la organización del espacio a partir de las relaciones que entre los elementos del sistema sugiere la jerarquía de los recursos turísticos.
Se determinó que el foco de mayor centralidad se corresponde con la Plaza de Armas, liderando la centralidad de servicios culturales, comerciales y gastronómicos. Analizando la centralidad de los servicios culturales, en orden de importancia, le suceden a la Plaza de Armas, la Plaza de San Francisco, la Plaza Vieja y finalmente la Plaza de La Catedral. En cuanto a los servicios comerciales, el resto de las centralidades se comportan en el orden siguiente: Plaza de Vieja, Plaza de San Francisco y La Catedral. Finalmente, en cuanto a centralidades de servicios gastronómicos se corresponden con: La Catedral, Plaza Vieja y San Francisco.
En correspondencia con ello la función predominante del SCP declarada en el PEDI es la cultura, tanto en la actualidad como en las proyecciones futuras. Así mismo los objetivos estratégicos vinculados al turismo van dirigidos a incrementar la cantidad de actividades asociadas al turismo: cultura, gastronomía, y comercio especializado, recreación y cultura física. Sin embargo, en materia de recreación, deporte y cultura no hay servicios especializados vinculados al turismo.
Ello ha dirigido criterios de ordenamiento urbano hacia la localización de instalaciones especializadas, (SPA) de nivel metropolitano, sobre el SCP, fundamentalmente sobre los ejes de interconexión y en las cercanías de los hospedajes de pequeño formato, como parte del servicio que ellos brinden; fomentar academias de bailes tradicionales cubanos y emplazarlas fundamentalmente sobre Prado y recuperar los Aires Libres. Dar continuidad al paseo marítimo a todo lo largo del litoral del Centro Histórico y sistematizar espectáculos y actividades deportivas (regatas, pesca), fundamentalmente en ambos extremos del eje de Borde Avenida del Puerto- San Pedro- Desamparados. Igual problemática se evidencia en cuanto al desarrollo de otras modalidades de turismo, específicamente en Tercera Edad y Familia pues no hay instalaciones especializadas para ello, por lo que, se debe fomentar este tipo de turismo en los pequeños hostales y relacionarlo con programas sociales del territorio que deberán diversificar las opciones recreativas, de salud y de interés general, específicas para estos sectores etarios, creando las condiciones para facilitar la interacción entre visitantes y residentes.
La investigación demuestra que hay un consumo importante del SCP de adultos mayores de 60 años correspondiente al 30% de los visitantes. Resulta importante destacar que si bien las Plazas forman parte de los recorridos turísticos disponen de muy pocos o nulos mobiliarios urbanos que posibiliten el descanso.
Son los adultos entre 25 y 59 años de edad (nacionales y extranjeros) los que mayoritariamente consumen los espacios públicos estudiados, los cuales no están preparados para diversificar las actividades que en estos momentos se realizan ya que se concentran en la toma de fotografías y otras actividades de ocio tanto activas como pasivas.
En materia de ocio, el PEDI insiste en fomentar y desarrollar este tipo de actividades fundamentalmente debido a que la actividad estrictamente recreativa está muy poco desarrollada; no existen salones de fiestas, baile ni discotecas; tampoco hay otro tipo de actividades de interés juvenil; el parque infantil La Maestranza, de nivel metropolitano, está óptimamente explotado. Todo lo cual está estrechamente vinculado al ocio activo. De ahí que se deduce la necesidad de fomentar las actividades relacionadas con la cultura física y la salud, de nivel metropolitano, tales como SPA, gimnasios, salones de masaje y belleza, salas de terapia corporal y relajación, y localizarlos fundamentalmente sobre el SCP. Sin embargo, los resultados de las observaciones realizadas mostraron un amplio espectro de actividades lúdicas y de ocio que pudiéramos definir como pasivo (toma de fotografías, escuchar música, lectura recreativa, observación del entorno y paisaje urbano) las cuales no manifiestan un reflejo destacado en los proyectos de intervención que se realizan.
El hecho de que la actividad estrictamente recreativa a nivel barrial esté muy poco desarrollada, que no existan actividades de juegos para jóvenes y que los escasos y pequeños parques infantiles tengan una baja intensidad de uso por encontrarse generalmente cerrados, que exista un significativo déficit de la actividad deportiva, sumamente deprimida y muy poco diversificada, unido a la degradación de la imagen de instalaciones de carácter local como la Sala Polivalente, la Sala Trejo solo destinada al boxeo, y de la Sala Kid Chocolate de carácter metropolitano, así como la baja calidad estética de las mismas y su uso sin ser optimizadas, conduce al uso del espacio público como área de juego para niños y adolescentes residentes locales en detrimento de otras opciones lúdicas que refuercen el carácter cultural del destino, si bien ello forma parte del entorno urbano y es muestra de la autenticidad, singularidad y unicidad de las actividades que se realizan.
CONCLUSIONES
A través del análisis realizado en la presente investigación se evidencia que el consumo que realizan los visitantes al Sistema de Plazas Principales vinculadas al turismo en el Centro Histórico de La Habana están, de manera general, en correspondencia con las funciones y los planes de intervención reflejados en los instrumentos de planificación para el territorio. Se arribó a las siguientes conclusiones:
1. La nueva Estructura Espacial Turística referida al Sistema de Plazas Principales vinculadas al turismo reconoce no sólo el consumo y la función tradicional del espacio público, sino que, además, incorpora elementos asociados a los proyectos actuales y futuros de intervención en dichos espacios, el grado de protección de estos.
2. Las actividades reconocidas en los espacios públicos analizados indica que existe una diversidad en cuanto al uso que hacen los visitantes del Sistema de Plazas Principales, evidenciándose una marcada diferencia según la ubicación de la Plaza como parte del entramado urbano, predominando las actividades del tipo ocio con una marcada diferencia del tipo recreativas en la Plaza Vieja. Las problemáticas identificadas son reflejo de las carencias evidenciadas en los proyectos rehabilitadores para el Centro Histórico.
3. De los elementos analizados se reflejó un uso más intenso en cuanto al total de visitantes en la Plaza de Armas dada su ubicación cercana a uno de los corredores comerciales más importantes del Centro Histórico (Obispo).4. No se observaron diferencias significativas en cuanto a tipo de visitantes, rango de edades, género y actividades realizadas, aunque la mayor presencia femenina está en correspondencia con las características dadas sobre el perfil del visitante a las ciudades. Así mismo el uso mayoritario del espacio público por adultos mayores de 25 años de edad, en edades laborales, infiere una mayor disponibilidad económica para el consumo de propuestas alternativas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Arredondo, W. (2010). Dinámica de la estructura espacial en el Centro Histórico de La Habana y determinación de la centralidad turística en el Sistema de Plazas Principales. Trabajo de diploma en opción al título de Licenciado en Geografía. Facultad de Geografía. Universidad de La Habana.
Gaceta Oficial, (2015). No. 4 Extraordinaria de 20 de enero de 2015. Decreto-Ley No. 143/1993 “Concordado”.
Menéndez, L (2012). Uso de los espacios públicos en el Centro Histórico de La Habana. Caso de estudio “parques urbanos”(Trabajo de Curso). Facultad de Geografía. Universidad de La Habana. La Habana, Cuba.
Plan Especial de Desarrollo Integral (2011). Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. La Habana. Cuba.
Plan Especial de Desarrollo Integral (2013). El espacio público en el Centro Histórico de La Habana. Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana. La Habana. Cuba.
Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba. (2012). Luces y Simientes. Territorio y Gestión en cinco centros históricos cubanos, OHCH, La Habana.
Weiss, J. (1996). La arquitectura colonial cubana: siglos XVI al XIX. Instituto Cubano del Libro.
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Notas
[1]Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba. 2012. Luces y Simientes. Territorio y Gestión en cinco centros históricos cubanos, OHCH, La Habana.
[2] Ídem.
[3] Ídem.
[4] Menéndez, L (2012). Trabajo de Curso: Uso de los espacios públicos en el Centro Histórico de La Habana. Caso de estudio “parques urbanos”. Facultad de Geografía. Universidad de La Habana. La Habana. Cuba.
[5] Tomado del Plan de Desarrollo Integral 2011. Oficina del Historiador de La Ciudad de La Habana. La Habana. Cuba.