ARTÍCULO
Diferentes usos del verbo dar: análisis desde un modelo (neo)construccionista
Different uses of the verb to give: analysis from a (neo) constructionist model
Paola Galbarini
paolagalbarini@hotmail.com
CURZA - Universidad Nacional del Comahue. Argentina
Recibido: 30|07|17
Aceptado: 30|11|17
RESUMEN
Este artículo aborda desde una perspectiva (neo)construccionista (Borer 2005) algunas construcciones con el verbo dar, tradicionalmente considerado liviano o de apoyo. El modelo permite explicar los usos transitivos (télicos y atélicos) y aquellos en los que el verbo forma un predicado complejo (dar vuelta). Sin embargo, este enfoque no provee una explicación clara para un uso estativo de dar en español rioplatense, surgido recientemente (camisa blanca da más doctora).
Palabras clave: Minimalismo; (Neo)construccionismo; Verbos livianos.
ABSTRACT
This article addresses some syntactic constructions in which appears the verb dar (give), traditionally considered a light verb. These constructions will be analysed from a (neo)constructionists perspective (Borer 2005). This approach enables to explain a variety of uses of the verb dar: the transitive ones (telic and atelic) and those interpreted as complex predicate (dar vuelta). However, this perspective does not provide a clear explanation for a stative usage in Rioplatense Spanish that has emerged in recent times (camisa blanca da más doctora).
Key words: Minimalism; (Neo)-constructionism; Light verbs.
1. INTRODUCCIÓN
¿El significado de dar es el mismo en dar un regalo, dar comida, dar un beso, dar miedo, dar vuelta, dar doctora1? ¿Podría hablarse de diferentes entradas léxicas de este verbo? ¿El complemento de dar en cada ejemplo tiene una marca de caso o, en alguno, sufre un proceso de “incorporación2”? Uno de los aspectos que diferencian estos usos de dar es la ausencia o presencia de marca de caso acusativo del SN/SD que acompaña al verbo: en tanto un regalo y comida tienen caso acusativo, miedo y doctora parecen no tenerlo. Surge entonces la cuestión acerca del estatus de los N/SD que acompañan al verbo dar: qué determina que un elemento sea argumento del verbo y qué marcas sintácticas dan cuenta de esta relación.
Entre los usos del verbo dar se distinguen aquellos en los que el verbo tiene significado pleno, de otros en los que se lo considera un predicado liviano o verbo de apoyo o soporte (Masullo, 1992; Kornfeld, 2005; De Miguel, 2006; Kuguel & Magariños, 2010; Herrero Ingelmo, 2003)
En este trabajo nos preguntamos si existe algo como la estructura argumental del verbo dar, y si la diferencia entre usos plenos y usos livianos de dar tiene que ver con alteraciones en esa estructura argumental primitiva, incluida de algún modo en el ítem léxico, o si esta diferencia surge de la estructura sintáctica, como proponen los modelos (neo)construccionistas; es decir, en definitiva nos preguntamos si es posible derivar la noción de uso pleno o liviano del verbo a partir de la configuración sintáctica.
En general, en los estudios sobre esta clase de predicados desde una perspectiva lexicalista, se afirma que son verbos polisémicos, que en algunos contextos pierden su capacidad predicativa que pasa a ser desempeñada por el nombre con el que conforman una construcción3.
Desde este marco también llamado proyeccionista4, se considera que la estructura argumental de un ítem léxico proyecta una configuración sintáctica determinada. En general, si un verbo no proyecta algunos de los argumentos que requiere, y el nombre que lo acompaña impone los suyos en el curso de la derivación, estaríamos ante un verbo liviano.
Un enfoque diferente del anterior, ya dentro de los modelos neo-construccionistas, es el que propone Borer 2005, que postula que los argumentos de un ítem léxico (listema) no están especificados en su entrada léxica, sino que se interpretan según el lugar que ocupen en la estructura sintáctica, en particular en la estructura eventiva. Como explica Mendikoetxea (2007), desde esta perspectiva, la interpretación depende del significado del verbo, pero también del lugar donde se proyecten los argumentos. Por caso, Cuervo (2010) analiza desde un enfoque construccionista el uso de dar como verbo liviano en dos tipos de construcciones: dar hambre/sueño/náuseas, que considera inacusativas (con una estructura paralela a la que forman los verbos psicológicos del tipo gustar) y dar apoyo/ánimo/aliento/cuerda/muerte, que considera bitransitivas. La autora entiende que la estructura argumental, que es parte de la sintaxis, “determina los significados verbales y la interpretación de argumentos” (Cuervo 2010: 2), y diferencia las dos estructuras mediante aplicativos. En aquellas en las que dar se comporta como un predicado psicológico, postula la existencia de un aplicativo5 alto, cuyo complemento es un Sv; en el caso de dar bitransitivo, proponeun aplicativo bajo, cuyo complemento es un SD.
En el presente trabajo se abordarán algunas construcciones con dar desde la perspectiva neo-construccionista en la que se inscribe Borer (2005), con el fin de explicar los distintos usos de este verbo. El análisis se centrará en las siguientes construcciones:
Juan le dio un regalo a María./Juan le dio comida al perro./La película le dio miedo a los chicos./Juan dio vuelta la hoja./Blusa blanca da más doctora.
En los siguientes apartados, en primer lugar, esbozaremos sintéticamente la propuesta de Borer (2005); en segundo lugar, presentaremos la estructura que propone la autora para los distintos tipos de eventos, y finalmente analizaremos los datos en el marco de su propuesta. Cerraremos el artículo con la presentación de futuras líneas de trabajo.
2. BREVE RESEÑA DEL XS MODEL6 DE BORER (2005)
Borer considera crucial distinguir entre el vocabulario gramatical y el sustantivo, ya que es el primero el que va a incidir en la derivación sintáctica y en la estructura argumental: “The proposed dividing line, I believe, is a crucial one, and distinguishes between what is grammatically real-structures and formal properties of functional ítems-and what maybe very real, but not grammatically so-properties of substantive vocabulary.” (2005: 8). Es decir que los elementos se van a interpretar dependiendo del lugar que ocupen en la estructura, y que el léxico ya no va a jugar ningún rol en la determinación de la estructura sintáctica7: la carga de la computación sintáctica es llevada a cabo por los ítems funcionales (esto es, el vocabulario funcional, como afijos y formativos gramaticales, y la estructura funcional, como especificador, tiempo, etc.), que se fusionan (merger) con alguno de los listemas del dominio léxico, que no tienen ni categoría ni argumentos8 (2005, Vol. I:17).
Lo mismo ocurre con la estructura gramatical: el significado gramatical se desprende de la combinatoria y de los principios computacionales que permiten asignar una interpretación, y está ligado a las propiedades estructurales y semánticas del vocabulario funcional y de la estructura sintáctica. En un dominio cognitivo que no es ni el sistema conceptual ni la gramática, se interpretará el producto obtenido en la derivación: “In a cognitive place which is neither the grammar nor the conceptual system -call it the 'making sense' component- these two outputs will be compared.” (Borer, 2005: 9)
Borer por consiguiente no explica la polisemia verbal en particular (y ninguna, en general) a partir de la existencia de diferentes entradas de los ítems léxicos, sino que establece que la polisemia tiene lugar en el dominio de la estructura verbal, específicamente mediante la estructura funcional que se interpreta como estructura eventiva (cfr. 2005: 31-32). En su propuesta, que se inscribe en el marco del programa minimalista (Chomsky 1993, 1995 y ss) y que postula un tratamiento sintáctico de la estructura eventiva, la estructura argumental surge como complemento de esta última.
De hecho, Borer postula que los argumentos directos se relacionan con el evento más que con el verbo, que finalmente es “a modifier of that event, rather than a determinant of its interpretation.” (ib.id.: 46)
Borer distingue las siguientes estructuras eventivas, apoyándose en Vendler (1967)9:
- Estructuras télicas transitivas e intransitivas: son los logros y las realizaciones para Vendler- (nació -pintó un cuadro)
- Estructuras atélicas transitivas e intransitivas: son las actividades y los estados para Vendler- (camina/ está enfermo)
Tabla 1: Estructuras sintácticas Borer (2005)
De todas ellas, ¿cuál sería para la autora la estructura más básica? Borer considera que el Sintagma de Evento (Event Phrase) se interpreta por defecto como un proceso no cuantificado, es decir como una actividad, a menos que se especifique lo contrario (ib.id. 83). Por un lado, las actividades no tienen una estructura gramatical específica, que sí tienen los eventos télicos (como se verá más adelante, el Sintagma de AspQ). Por otra parte, las actividades y los predicados cuantificados, en la medida en que son no-estativos, pueden ser modificados por adverbios de manera; pero los estados, no (ver cuadro 1). Entonces, tanto los estados como los eventos télicos tienen una realidad gramatical propia que las actividades no poseen, de allí que Borer las considere el evento por defecto: “Atelic eventive, then, would be the default interpretation in the absence of either quantity structure or stative structure10 (82)”.
Tabla 2: Modificadores de los eventos
Diagrama 1: Modificadores de los eventos
Es interesante notar que, al restringir los tipos de eventos, Borer apunta no solo a modificar la distinción entre verbos intransitivos y transitivos, sino también a reemplazar los nombres de los roles semánticos tradicionales por argumentos que funcionan como condiciones de la estructura eventiva11 (originador, sujeto de cantidad, participante por defecto,…). Por lo tanto, los argumentos en este modelo no son seleccionados por los núcleos léxicos, dado que estos no entran como factores activos en la computación sintáctica. Las restricciones postuladas por modelos anteriores (goverment & binding, por ejemplo) que se derivaban de los marcos de subcategorización, de la estructura argumental, y de las grillas temáticas, en este modelo se derivan de los requerimientos de la estructura eventiva.
2.1 Las Proyecciones Funcionales
Como decíamos anteriormente, en este modelo los verbos no tienen complementos, sino que las proyecciones funcionales se combinan con los verbos y otras frases y dan lugar a estructuras que conducen a determinadas interpretaciones.
¿Cuáles son estas proyecciones? Según Borer, en el dominio de los eventos, se pueden distinguir los atélicos12 de los télicos: los primeros son homogéneos y los segundos, no-homogéneos ya que el evento se puede dividir en segmentos que pueden cuantificarse. En este sentido, cuando el evento es télico, se requiere una frase funcional aspectual (Sintagma AspCantidad, AspQuantityP), la primera de las capas funcionales, cuyo núcleo es una variable de tipo cuantificado13. Siguiendo a Verkuyl, la autora considera que la interpretación télica solo puede emerger cuando el núcleo del sintagma aspectual interpreta como sujeto de cambio cuantificable (subject of quantity) al SD que aparece en el especificador del sintagma de Aspecto, que en esta proyección recibe caso acusativo. En segundo lugar, como los eventos están anclados temporalmente, es necesario que haya un sintagma de Tiempo (ST), cuyo núcleo es una variable que debe clausurarse para poder ser interpretada (Cfr. Cano Cambronero, 2014: 13). En tercer lugar, la estructura eventiva (SE) liga existencialmente a la variable eventiva y da cuenta de las propiedades referenciales del evento (Pérez Giménez y Moreno Quibén, 2005: 3).
Recapitulando, Borer postula que la estructura argumental y la eventiva están disociadas; que los argumentos se relacionan con los predicados a través de la concordancia Esp-N en las categorías funcionales que conforman la estructura eventiva (SAspQ, ST, SE) que a su vez se combinan con los diferentes listemas14.
Por ejemplo, un predicado inacusativo (estructura télica intransitiva) tendría la siguiente estructura:
(1)
∃e [no homogéneo (e) & sujeto de cambio cuantificable (el verano, e) & terminar (e)]
La derivación de un predicado inergativo (estructura atélica intransitiva) sería:
(2)
∃e [homogéneo (e) & originador (Juan, e) & bostezar (e)]
Un predicado transitivo (estructura transitiva télica) tendría la siguiente derivación:
(3)
∃e [cantidad (e) & originador (Juan, e) & sujeto-of-cantidad (el libro, e) & leer (e)]
¿Cómo explica Borer los eventos transitivos atélicos? Mediante la ausencia de la capa aspectual. En su reemplazo, propone una capa funcional (Sintagma Funcional, FunctionalShellP) con el fin de licenciar fonológicamente al objeto de estas estructuras con caso partitivo15.
De acuerdo con esto, una oración como Juan construye casas tendría la siguiente estructura:
(4)
Borer asume que toda proyección máxima debe ser licenciada en la forma fonológica o lógica, o, con otras palabras, que las proyecciones deben ser licenciadas bien cuando dominan semánticamente un valor abierto que necesita rango (es el caso del licenciamiento en la FL); bien cuando allí se realiza algún rasgo fonológico, como el Caso, o por ambas razones. Teniendo en cuenta esto, SAspQ puede tener ambas propiedades (valor semántico y asignación de caso) como en el caso de las derivaciones transitivas télicas, pero puede tener solo propiedades semánticas como en el caso de las derivaciones inacusativas. Por último, también puede ocurrir que la proyección sea semánticamente vacía, pero que deba ser licenciada fonológicamente para asignar caso. En este punto, la autora señala que el finlandés marca con acusativo los SDs en los especificadores de una proyección funcional con contenido semántico (=AspQ), mientras que los SDs en el especificador de una capa funcional (SF), que estructuralmente correspondería a AspQ, están marcados con caso partitivo (lo mismo se postularía para el inglés y otras lenguas como el español):
“… I assume that partitive Case (PRT) marks the absence of telicity, and that it is the Case assigned to the direct argument in atelic configurations… In English and Hebrew, objective case marking does not differentiate morphologically between accusative and partitive, but such a distinction is marked in Finnish.” (Borer, 2003: 6)
2.2 Los nombres escuetos
¿Qué ocurre cuando aparecen en las oraciones nombres escuetos como en el ejemplo anterior (casas)? ¿La interpretación es siempre atélica o puede ser télica en ocasiones? Borer postula que la estructura funcional de los SSDD es la siguiente:
[DP[ QuantifierP[ClassifierP[NP]]]]16
(5)
No hay nombres marcados léxicamente como contables o de masa, sino que la interpretación se determina a partir de la presencia o ausencia del Sintagma Clasificador, cuyo rasgo abstracto <div> da lugar a que el nombre se interprete como plural puesto que lo que hace es dividir en porciones una masa (la interpretación por defecto en ausencia de este rasgo). Para que se interprete como contable, el N entra en contacto con el Sintagma Cuantificativo (QuantifierP). Este nivel se define negativamente: un predicado está cuantificado si no es ni acumulativo ni divisivo (vino + vino= vino, una parte de vino= vino, pero ni dos gatos + dos gatos ni una parte de dos gatos dos gatos). En conclusión, que un nombre se interprete como determinado, contable o de masa, depende de la estructura y no del ítem léxico.
En relación con este tema y enmarcados en esta propuesta, Rinaldi (2014) propone la existencia de un determinante nulo que permite interpretar como definidos algunos sintagmas nominales escuetos en español rioplatense: Busco niñera/Ignacio tiene casa, coche y un televisor gigante (Rinaldi, 2014: 5), y Eguren (2006) analiza el artículo en vasco y en español:
Ardo-a edan dut (vasco)
Vino-det beber aux
‘He bebido (el) vino’
El autor plantea que en vasco, en las expresiones nominales existencialmente cuantificadas, el sufijo –a es un cuantificador existencial que desempeña un rol similar al artículo partitivo du del francés, en construcciones equivalentes (esto lo propone en contraposición a Artaiagoitia (2002, 2004), que postula que este sufijo es en ocasiones un determinante y en otras, marca de número). Es decir que –a es una marca de especificidad. Eguren (2006) postula que en español, este cuantificador existencial, también está presente pero de manera tácita (), perspectiva que se adopta en esta exposición para explicar algunos datos (le di comida al perro vs les dan comida a los necesitados):
(6)
¿Cuál sería la estructura de oraciones con verbos tradicionalmente considerados ditransitivos? En todas las lenguas, las posiciones de caso disponibles para licenciar argumentos son solo dos. Si aparece un tercer argumento, solo podrá ser interpretado si lo rige una preposición. Así explica Borer las alternancias verbales del tipo cargó ladrillos en el camión/ cargó el camión con ladrillos. En estos casos, en los que hay un argumento que va a ocupar la posición de originador y otro, la de sujeto de cambio, el tercer argumento se va a unir a una Prep que lo va a legitimar. A su vez, el SP se une al SV en el Dominio Léxico, como por ejemplo lo hacen los objetos indirectos, que nunca van a inducir una lectura télica pues se encuentran fuera del dominio del evento.
(7)
Juan cargó el camión con ladrillos.18
2.4 Las construcciones resultativas
Como más adelante se revisarán estructuras de este tipo, repasaremos ahora cuál es la propuesta de Borer (2005) para las construcciones resultativas. Si bien en español no se registran estas construcciones, en inglés, por ejemplo, dan lugar a una lectura télica a través de la conjunción de eventos: un proceso y un resultado. Es decir, que se pueden descomponer en estos dos subeventos (la segunda línea es la glosa del enunciado en inglés):
(8)
Kim hammered the metal flat.
Kim martilló el metal plano
‘Kim martilló el metal hasta dejarlo plano’
Esta construcción implica que el evento de martillar culmina cuando el metal alcanza el estado plano:
(9)
Ǝ e [hammer (e) & originator (Kim, e) & participant (metal, e) & Ǝe' [flat (e') & subject-of- state (metal, e')] & cause (e, e')]19
Sin embargo, Borer afirma que las construcciones resultativas se podrían analizar en términos de composición de predicados antes que como descomposición de eventos, básicamente, porque los ítems léxicos no tienen argumentos dentro del modelo que ella propone, y en la lectura composicional flat selecciona un argumento. A diferencia de ésta, postula que los listemas, al estar incluidos dentro de una estructura sintáctica, van a funcionar como predicados de estos eventos antes que asignar roles o determinar el tipo de evento (227). De este modo, propone que la composición de los ítems involucrados daría lugar a una representación como la siguiente:
(10)
Hammer+flat hammer-flat
Desde la perspectiva de Borer,
“The composed items … are neither telic nor atelic. They are quite simply complex V-heads, of some sort, entered, I propose, into the semantic computation as such, giving rise to representation of the structures … in (21):
(21) a. Ǝe [quantity (e) & originator (Kim, e) & subject-of-quantity (the metal, e) & (hammer-flat, e)]” (2005: 227)
(11)
3. ANÁLISIS DE LOS DATOS
En resumen, las posibles estructuras según Borer 200: 269 son20:
Como habíamos anticipado, a partir de este modelo, nos intentaremos explicar diferentes estructuras en las que participa el verbo dar, sin tener que recurrir ni a diferentes acepciones ni a la noción de verbo liviano. Por ejemplo, una estructura transitiva télica con el verbo dar, que se considera ditransitivo, sería la siguiente:
Juan le dio el regalo a María.
(12)
Una estructura en la que un nombre escueto se interpreta como cuantificado21 sería Juan le dio comida al perro:
(13)
En una oración como la película les dio miedo a los chicos, el N miedo está marcado con caso partitivo, puesto que es marcadamente visible ya que admite la focalización (MIEDO les dio, no pena), la interrogación (¿qué les dio?), la intercalación de material (mucho miedo) pero no la pronominalización (*la película se lo dio):
Por último, una oración como Juan dio vuelta la hoja sería una muestra de estos predicados compuestos22 que Borer propone en el caso de las construcciones resultativas, puesto que no es posible realizar ninguna operación con el N vuelta (*¿qué dio Juan la hoja?/ *Juan la dio la hoja)
(15)
4. CONCLUSIONES Y FUTURAS LÍNEAS DE TRABAJO
Un sistema como el que propone Borer 2005 presenta la posibilidad de prescindir de distintas entradas en el léxico para explicar diferentes estructuras y también de la noción de predicado liviano. Estos verbos, también denominados de apoyo o soporte, se caracterizan por tener una escasa especificación semántica, y porque su significado recae en el constituyente que lo complementa, en general un SN (dar un beso). De este modo, conforman predicados complejos que constan de un V escasamente predicativo y un N no referencial (eventivo): dar un beso, dar una patada, dar pena. Sin embargo, en esta perspectiva de corte lexicista no queda claro qué determina que un predicado sea liviano: si los predicados livianos ya están determinados en el léxico, ¿por qué aparecen nuevos usos como salió asado, pintó fiesta, hicimos playa, etc? Desde la perspectiva de Borer, que considera que el léxico es mucho más flexible que la sintaxis, y que los listemas pueden ubicarse en distintas estructuras funcionales, resulta más fácil explicar por qué aparecen nuevos usos de los distintos verbos.
Sin embargo, hay algunos datos que esta propuesta no puede explicar: las construcciones del tipo Una remera negra da canchero/ Camisa blanca da más doctora, en las que un SD/SN causa un estado. En ellas podría postularse que hay un sintagma estativizador, (estructura que, de todos modos, la autora no termina de definir), y un estado que surge a partir de la transferencia de una determinada propiedad encarnada en el SN/SAdj adyacente al verbo. Lo que no resulta claro es cómo se puede legitimar este sintagma, puesto que en expresiones como dar más doctora, dar canchero el complemento del verbo al tener la posibilidad de recibir modificadores (muy doctora/canchero), no conformaría un predicado complejo del tipo dar vuelta. No obstante, tampoco supera algunas de las pruebas que dan cuenta de la marca de caso (pronominalización, interrogación). Queda por investigar si la propuesta de Acedo Matellán 2010, que también está enmarcada en el (neo)construccionismo y que adopta ciertos principios del modelo boreriano, ofrece algún mecanismo para poder explicar este uso del verbo dar.
1. Sobre este nuevo uso de dar registrado en el español rioplatense se puede consultar Albano y Ghío 2000.
2. Cfr. Masullo, 1992
3. Miguel; 2011
4. Sobre estas dos perspectivas, proyeccionista y (neo)construccionista, cfr. Cano Cambronero (2014), Mendikoetxea (2007), Borer (2005), entre otros.
5. Cfr. Pylkkänen; 2002.
6. Borer toma el término exo-squeletal –XS- (‘exo-esquelético’) de la biología para definir este modelo en el que el significado no está en los ítems léxicos sino en la estructura (2005a: 15).
7. Como sí lo tiene en los enfoques proyeccionistas (endo-squeletal pproaches) (ídem)
8. Otras propuestas neoconstruccionistas, apoyadas en la perspectiva de la sintaxis-l de Hale y Keyser (1993) (y siguientes), postulan que la raíz sí tiene contenido conceptual y que tendría efectos estructurales en la derivación (Cfr. Harley, 2005)
9. “Accomplishment, achievement, activity, and state are used following Vendler's original classification” (Borer 2005b: n.6: 34).
10. Cabe aclarar que la autora no propone una estructura para los estados, cuestión que explícitamente deja de lado en la obra citada en este trabajo (cfr. Borer, 2005: 83).
11. Cfr. Kiss 2011.
12. El modelo de Borer (2005) no puede dar cuenta de la diferencia entre distintas interpretaciones atélicas que surgen de oraciones como Juan empujó el coche durante horas y Juan rompió cristales durante horas, en la que a la iteración del evento se suman diferentes cambios de estado. Si bien no se consideran en este trabajo, propuestas como la de Ramchad (2008) podrían explicar esta distinción.
13. Este sintagma aspectual de cantidad, nucleado por el valor abierto Asp<e>#, según explican Pérez Giménez y Moreno Quibén (2005), es una categoría funcional que semánticamente informa que el evento posee subdivisiones sobre las que se puede cuantificar, es decir provee la información de que el evento es no-homogéneo (télico- ‘quantity’) o, en otras palabras, que el valor semántico de <e># es ‘no homogeneidad’. Borer 2003 define evento télico (quantity event) como un evento no estativo no homogéneo: es decir que ‘telicidad’ no equivale a un evento con un punto final sino a un evento que posee una estructura en la que pueden cuantificarse las divisiones del evento (PG y MQ, 2005: 3), si bien el sujeto de cambio también puede interpretarse en conjunción con la culminación del evento (Borer, 2005: 77).
14. Esta es la asignación de rango indirecta, a través de la relación Esp-núcleo. La directa tiene lugar a través de morfemas funcionales (cfr. Borer, 2005b:17).
15. Borer denomina al objeto de SF participante por defecto
16. Borer, 2005: 166 y ss.
17. Eguren (2006):231
18. En relación con el sintagma preposicional con ladrillos, Mateu (2017) propone, en el marco de una perspectiva neoconstruccionista que además integra elementos de la lingüística cognitiva (Talmy 2000), diferentes posiciones para SSPP según se interpreten como adjuntos o como complementos. Cfr. Mateu, 2017, nota 31.
19. Borer: 224.
20. 's-o-s': sujeto-de-estado (subject-of-state), asignado por el Sintagma de Estado (StativeP) una estructura estativa que, según Borer, tendría que estar en una posición más alta que cualquier estructura que licencie objetos directos, ya sea SAspQ o SF.
21. El N no solo está cuantificado sino también marcado con caso acusativo, como lo indica la posibilidad de reemplazarlo por una forma pronominal: Juan le dio comida al perro. Se la dejó al lado de la cucha. Cfr. con Juan siempre le dio comida a los perros callejeros. Se la dejó al lado de la cucha, cuya interpretación atélica se produce por el modificador adverbial.
22. Resta saber cómo se originan estos predicados compuestos, puesto que la autora no propone ningún mecanismo. Habría que ver si es posible estipular algún dispositivo como el de la incorporación (Masullo, 1992).
REFERENCIAS
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