ARTÍCULO

Juventudes, arraigo y pervivencia del cooperativismo agrario Agricultores Federados Argentinos, 1998-2016

Youth, settlement and persistence of the agrarian cooperative movement Agricultores Federados Argentinos, 1998-2016

 

Alejandra de Arce - Graciela Mateo
aledearce@gmail.com -- gracielamateoprieto@gmail.com
Universidad Nacional de Quilmes; CONICET. Argentina

Recibido: 22|09|18
Aceptado: 25|11|18

 


Resumen
El cooperativismo apuesta históricamente a la participación de la juventud para asegurar la pervivencia y renovación del modelo cooperativo. Las cooperativas agrarias de nuestro país mantienen una tradición secular en organizar centros juveniles. La necesidad de arraigar a los jóvenes al campo, como su temprana incor-poración a las tareas agrarias, hace que se ponga especial atención en el desarrollo de estos centros que atienden cuestiones relacionadas con su vida laboral, social y cultural. La forma más general de participación de los jóvenes encuentra respaldo en el respeto y aplicación de los Valores y Principios de la Cooperación, en la misma naturaleza del cooperativismo que intenta crecer numéricamente y en una organización económica que pretende cumplir con una prestación de mayores y mejores servicios. Experiencia, memoria y formación se articulan en la puesta en práctica de los valores cooperativos. Este artículo, fundado en el cotejo de diversas fuentes (bibliografía especializada, publicaciones periódicas cooperativas, estatutos, balances sociales cooperativos y entrevistas a informantes calificados), analiza las experiencias de la juventud de Agricultores Federados Argenti-nos. Sociedad Cooperativa Limitada (AFA), sus estrategias, misiones y visiones, a los efectos de visibilizar la transmisión de saberes y los modos en que el pasado se constituye como legado para las nuevas generaciones.

Palabras clave: Cooperativismo-juventud; Experiencia; Memoria; Formación/capacitación.

Abstract
Historically, the cooperative model has been committed to youth participation to ensure its survival and renewal. In Argentina, agrarian cooperatives sustain a secular tradition in organizing youth centers. The development of these centers is related to the settlement of the young people in the fields and their early incorporation to farm duties. They pay special attention to labor issues, sociability and daily life in the countryside.Youth participation supports the respect and faithful implementation of the Values and Principles of Cooperation. Also, their activities develop in the complex co-operative nature: a social movement that tries to grow numerically and, at the same time, an economic organization that aims to provide more and better services to its associates. Experience, memory and training are articulated in the implementation of cooperative Values. By the comparison of specialized literature, cooperatives journals, statutes, annual reports and interviews with qualified informants, in this article we examine the experiences of youth centers attached to Agricultores Federados Argentinos. Sociedad Cooperativa Limitada (AFA). Through the analysis of their discourses and programmed activities we visualize the ways in which the past has become a legacy for future generations.

Key words: Cooperative; Youth; Experience; Memory; Training.


 

1. INTRODUCCIÓN

El movimiento cooperativo en general y el cooperativismo agrario en particular apuestan históricamente a la participación juvenil en el quehacer de la cooperativa, a los efectos de asegurar la pervivencia y renovación de este modelo asociacionista. En la Argentina, las cooperativas agrarias mantienen una larga tradición en organizar centros juveniles, sean productores, hijos de estos o trabajadores rurales. La preocupación de los adultos por arraigar a las nuevas generaciones y por su temprana incorporación a las tareas agrarias, motiva el desarrollo de estos centros, que atienden cuestiones inherentes a su vida laboral, social y cultural.

La presencia de la juventud en las cooperativas se aprecia de variadas formas, respondiendo tanto a cuestiones prácticas u organizativas como a condicionamientos de tipo político, cultural, económico, geográfico. La forma más frecuente de participación juvenil encuentra respaldo en el respeto y aplicación de los Valores y Principios de la Cooperación1. También en la necesidad del cooperativismo, de ser al mismo tiempo, un movimiento social que intenta crecer numéricamente y una organización económica que pretende cumplir con una prestación de mayores y mejores servicios.

La formación teórica y la praxis se han erigido en dos de sus pilares sustanciales. Destacados estudiosos de la acción cooperativa coinciden en cuanto a que “el cooperativismo se aprende en la práctica mejor que de los libros. La actividad solidaria, la responsabilidad individual y la democracia, no son para saber de memoria, sino para ejercer en cada momento de la vida” (Torchiaro, 1983:57). Esta afirmación apuesta por la experiencia ―pensada por Walter Benjamin como enseñanza vivida (Peller, 2012) ― para internalizar conductas responsables que prioricen la ayuda mutua y los valores democráticos. El cooperativismo prioriza la formación en tanto vínculo entre los que están y los que llegan. Se imbrican así la madurez de un modelo que ha pervivido en el agro argentino por más de una centuria y la fuerza renovadora de los jóvenes. En el caso aquí abordado ―Agricultores Federados Argentinos. Sociedad Cooperativa Limitada (AFA)― a través de variados y actualizados programas de educación, información y capacitación se prepara a la juventud para consolidar la cooperativa, en tanto empresa social eficiente integrada a su comunidad. Experiencia, memoria y formación se articulan en la puesta en práctica de los principios cooperativos.

La presente investigación, fundada en el cotejo de diversas fuentes (bibliografía especializada, publicaciones cooperativas, estatutos, balances sociales cooperativos, fotografías) tiene por objetivo analizar la creación de Jóvenes AFA, sus estrategias y experiencias, para visibilizar las formas de transmisión de saberes y los modos en que el pasado se constituye como legado para las nuevas generaciones.

2. EL COOPERATIVISMO AGRARIO EN LA ARGENTINA

Las cooperativas agropecuarias conforman una experiencia más que centenaria, estrechamente ligada a la historia argentina. Su expansión inicial coincide con el proceso de colonización rural impulsado por diferentes corrientes inmigratorias desde fines del siglo XIX. El cooperativismo agrario representa una instancia superadora de transparencia en las transacciones y participación de los socios que les ha permitido acceder a condiciones de comercialización más favorables de las que ofrecían los almacenes de ramos generales.

Como organización de personas utilizan principios democráticos, respetando el voto personal de cada socio, independientemente del capital, así como el libre acceso y egreso en la sociedad. Desde la década de 1920, las cooperativas se expanden, particularmente en la llanura pampeana, como genuinas instituciones que han sabido cumplir un rol importante de mediación entre el territorio y el mercado. Se integran en la vida cotidiana de la mayoría de los pueblos del interior del país, acompañando a la sociedad local y generando fuertes y comprometidos lazos interpersonales. Esta presencia territorial les permite obtener reconocimiento social y prestigio institucional (Carricart, 2012: 30-31).

Las funciones que Emilio Bottini ―especialista en los principios y prácticas del cooperativismo― le asignara en tiempos del peronismo histórico a la cooperación agraria, mantienen su vigencia en el siglo XXI: 1) beneficiar a los pequeños agricultores para alcanzar mejores precios, mayor uniformidad y calidad en su producción; 2) proveer de crédito al pequeño o mediano productor; 3) prestar asesoramiento legal e impositivo a sus socios; 4) aprovisionar al asociado de artículos de uso y consumo; 5) transformar las materias primas de sus socios; 6) tomar a su cargo el transporte de productos de los cooperadores; y 7) estrechar la colaboración entre la producción y el consumo, limitando drásticamente la acción de los intermediarios (Bottini, 1959: 39 y ss.). A lo largo de su historia, las cooperativas han cumplido en mayor o menor medida con estos objetivos.

2.1 Agricultores Federados Argentinos (AFA)

Agricultores Federados Argentinos. Sociedad Cooperativa Limitada (AFA SCL) se funda el 3/11/1932 como una entidad cooperativa de consumo, provisión, crédito, transformación y comercialización, en tiempos del Estado interventor y los subsidios a la producción agraria. La intención de Esteban Piacenza, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), es constituir una cooperativa de orden dependiente y de administración centralizada ―con sede en la ciudad de Rosario― integrada por agencias solidarias que convergieran en los puertos de embarque para evitar a los intermediarios de la comercialización2. Desde las páginas de La Tierra, órgano de prensa de FAA, se divulgan las bondades del cooperativismo para prescindir por completo de los almacenes de campaña ―en lo referente al acopio y venta― y como medio para implantar establecimientos para la elaboración de los productos agrarios (AFA 2007). En este sentido, la acción cooperativa se plantea como parte de las prácticas gremiales de la Federación y su estrecha relación ―que la diferencia de aquellas entidades nucleadas por la Asociación de Cooperativas Argentinas― queda inscripta en el artículo 11 de los Estatutos Sociales aprobados por unanimidad en 1932: “Podrá pertenecer a la sociedad toda persona (varón o mujer) que acepte los presentes estatutos y los reglamentos internos de la sociedad, que pertenezca al gremio agrario, que sea socio de la Federación Agraria Argentina y que tenga más de dieciocho años de edad” (Citado en AFA 2007: 84)3. La creación de AFA también puede ser considerada una estrategia jurídica de la Federación, que, en tiempos de crisis del modelo agroexportador y de la entidad madre, intenta salvaguardar la representación de sus socios, el capital comprometido y el diario La Tierra.

La misión institucional de AFA propone:

Servir cada vez mejor a las familias productoras asociadas a través de la defensa del valor de su producción, promoviendo la diversificación y valor agregado de la misma, por medio de una gestión transparente y brindando las herramientas necesarias para que mejoren su calidad de vida y participen activamente en el desarrollo de sus comunidades (AFA 2014).

A un año de su fundación, AFA cuenta con más de 2.000 asociados. Hasta 1950, la estructura administrativa de AFA S.C.L. es diferente a la actual y su área de influencia abarca gran parte de las provincias de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, además de una porción considerable de la provincia de Entre Ríos. Antes de la creación de las Agencias (hoy Centros Cooperativos Primarios, CCP) actúa en las localidades por medio de agentes de colocación de la producción, quienes canalizan la operatoria por medio de la Administración Central de Rosario o por la Delegación Buenos Aires.

Entre 1950 y 1960 se fundan la mayoría de los CCP que funcionan en la actualidad. Unos pocos se crean en la década de 1970 y los de Chovet y Serodino, ambos en la provincia de Santa Fe se fundan en 1984 y 1991, respectivamente. En la actualidad AFA SCL se encuentra conformada por 26 CCP, de los cuales dependen 60 Sub-Centros, 32 oficinas y 12 Representaciones. Constituye la mayor cooperativa agropecuaria de primer grado y es la segunda exportadora cooperativa de granos. Su presencia física se aprecia en 130 localidades de la región pampeana y, a sus 86 años de existencia, cuenta con 39.522 asociados (BSC N° 13: 25). La tendencia creciente de afiliación parece estancarse en estos últimos tres ejercicios, al tiempo que también disminuye notablemente el porcentaje de asistencia de los socios a las asambleas de los distritos. Sin embargo, los indicadores que relevan la presencia de los delegados en la Asamblea General Ordinaria sugieren una amplia y plural participación de los CCP en las decisiones de AFA SCL. Su actividad principal es el acopio y la comercialización de granos y oleaginosas cuyo elevado volumen (más de 4 millones de toneladas en el ejercicio 2016/2017) permite trasladar un mejor precio a sus asociados (precio AFA). Entre los servicios que presta se encuentran: la provisión de agro insumos (agroquímicos, fertilizantes, semillas, combustibles y lubricantes), la comercialización directa de hacienda y productos especiales (legumbres), la fabricación de aceites, harinas y alimentos balanceados; el transporte de la producción de sus socios con flota propia (220 camiones). Esta cooperativa, cuya cobertura territorial excede la pampa húmeda, extendiéndose a las provincias de Corrientes, Chaco, Salta, Tucumán, San Luis y Santiago del Estero, cuenta con una metalúrgica que fabrica los componentes necesarios para el adecuado funcionamiento y mantenimiento de sus plantas de silos e industrializadoras. Su departamento técnico, con 110 profesionales, asesora a los productores, organiza muestras y ensayos a campo, y redacta informes periódicos disponibles en el sitio web de AFA. La necesidad de estandarizar y hacer accesibles sus datos ha generado la creación de un software propio denominado Siembra 9.1. Basado en metodologías, marcos de trabajo y buenas prácticas internacionales permite la participación general de todos los CCP, democratizando la información, como una estrategia más de sostén de los valores cooperativos (AFA 2013).

El informe final del Balance Social Cooperativo (2016-2017) muestra un sostenido crecimiento económico y social, tanto a través de los montos del capital subscripto e integrado como en su fluida vinculación institucional en el marco de la ACI y en el incremento de las actividades sociales, especialmente desarrolladas por los grupos de mujeres cooperativistas y Jóvenes AFA.

Imagen 1. AFA. Centros Primarios Cooperativos, Subcentros y Oficinas

Fuente: http://afa.afascl.coop/revista-agricultores.php

2.2. Capacitación, educación y función social: Fundación AFA

Desde su creación AFA desarrolla actividades de formación, canalizadas a través de la Fundación de la FAA, pero en 1998 ante la necesidad de capacitar a la juventud, a los hijos de los socios y al personal, se crea el Departamento de Educación y Capacitación Cooperativas. La educación es percibida como un proceso social, de construcción cooperativa, favorecedor del desarrollo de las potencialidades de las personas. Se traza un Plan de Educación Permanente que asegure calidad y continuidad a través de diversos programas: Jóvenes AFA, Mujeres Cooperativistas, Formación de Dirigentes, Asociados y Funcionarios, Fortalecimiento del Cooperativismo Escolar. Se destacan los dos primeros, por el creciente protagonismo que han ido adquiriendo esos dos actores ―jóvenes y mujeres― dentro de la entidad. En 2004, se crea la Fundación Agricultores Federados Argentinos. Su objetivo principal es promover el desarrollo del sistema cooperativo mediante la formación, capacitación, realización de investigaciones en torno al mismo en sus aspectos filosóficos, sociales, institucionales, jurídicos, económicos, financieros y administrativos. La Fundación continúa el trabajo de capacitación y cumple un rol clave en la vinculación de AFA con diversas instituciones de la sociedad civil: otras cooperativas, Estado, universidades, fundaciones culturales, etc.

Cuadro 1. Inversión en Educación y Capacitación Cooperativa. Fundación AFA (2004-2017)

Fuente: Elaboración propia en base a BSC (2004-2017). (*) La Fundación AFA se crea en la Asamblea Extraordinaria del 13/10/2004, durante el Ejercicio 72.
Se le asigna un capital de $ 3.000.000 en concepto de donación. (**) Los cambios en el formato del BSC omiten estos datos.

3. JUVENTUDES: ARRAIGO Y DIFUSIÓN DE LA DOCTRINA COOPERATIVA

Algunos sociólogos ubican a la juventud como un sector funcional; otros como una categoría social. Es considerada una etapa plena en especificidades, aunque sus límites no son claramente distinguibles y se demarcan a través de un conjunto de actitudes y pautas de conducta relacionadas con un determinado lugar a ocupar en la sociedad. En este período de la vida están entrelazados los ciclos de aprendizaje, ocupación profesional, formación cívica y acceso a la actividad productiva. No obstante, la juventud no existe al margen de un determinado contexto histórico, socioeconómico y cultural. Más aún su actitud crítica y su inclinación a los cambios no deben ser entendidas como exclusivas o distintas a las de otras categorías o grupos sociales que también reivindican transformaciones, entre ellos, los cooperativistas, quienes, por otra parte, siempre han propiciado la formación y participación de las nuevas generaciones dentro de sus filas.

La sanción de Ley Nacional de Cooperativas en 1926 y la supervivencia de las entidades a la crisis de los años ´30, en medio de las migraciones internas, son razones que inciden en la preocupación por incorporar a la juventud al movimiento cooperativista. Las condiciones de trabajo agrario y el problema de la herencia (subdivisión de los campos) actúan en contra del arraigo juvenil en el medio rural. Es necesario entonces arbitrar estrategias que interesen a los jóvenes en las actividades agropecuarias y que contribuyan a dignificar la vida rural.

Las organizaciones juveniles tardarán un tiempo en constituirse. De 1939 data la experiencia de los Centros Juveniles de la Fraternidad Agraria en Entre Ríos (Mateo 2006). Por su parte, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA)4 afirma en su órgano oficial, La Cooperación, que “La juventud puede y debe ser vanguardia. Sus voces vibrantes y alegres se sumarán a las serenas de la reflexión y a la experiencia” (La Cooperación 1941: 8). La formación de su Sección juvenil data de 1944, cuando se constituye el Consejo Central de las Juventudes Agrarias Cooperativistas (JAC) que contribuye, tanto a la consolidación del modelo de gestión empresarial implementado por ACA, como a la expansión y permanencia de centros juveniles. Para ello logra conjugar participación e integración de los jóvenes; educación permanente a los efectos de asegurar la elevación cultural e intelectual de las masas de asociados; capacitación continua en las nuevas TIC, eficiencia en los métodos, flexibilidad y apertura para la comprensión y adaptación a las tensiones entre los principios cooperativos y las prácticas cotidianas (de Arce y Mateo 2014).

En 1998 se constituye Jóvenes AFA, una agrupación nucleada a través de Agricultores Federados Argentinos S.C.L. compuesta por los hijos de los socios, empleados de la cooperativa o jóvenes relacionados al medio rural que se interesan por la doctrina cooperativa y el sector agropecuario. En la actualidad la entidad está conformada por 21 grupos juveniles diseminados en localidades de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Córdoba donde la AFA posee una presencia arraigada (Imagen 1 y Gráfico 1). Su misión es promover la educación en el modelo cooperativo y la capacitación en la actividad agropecuaria, para garantizar la subsistencia de los pequeños y medianos productores. Los Jóvenes AFA apuestan a una construcción colectiva que busque soluciones, no sólo a cuestiones inherentes al medio rural, sino a la sociedad en su conjunto. Así lo establece el séptimo principio cooperativo (compromiso con la comunidad)5, con el fin de mejorar el capital humano y el bienestar de las familias argentinas6.

Gráfico 1. Centros Juveniles AFA (1998-2017)

Fuente: Elaboración propia en base a BSC (2004-2017)

4. PERVIVENCIA Y RENOVACIÓN DEL COOPERATIVISMO. JÓVENES AFA

Desde su constitución, una de las máximas de AFA es “hacer escuela de Cooperativismo”. A través de sus 86 años, una de las claves de su continuidad es la versatilidad para adaptarse a los cambios de la vida económica y social. Este enfoque de los sucesivos Consejos de Administración supone una estructura organizacional que recoja las transformaciones del entorno. El creciente interés de la entidad en la formación de sus dirigentes y asociados tiene como resultado la constitución de la Fundación AFA y el estudio pormenorizado de la aplicación de los Siete Principios del Cooperativismo a través del Balance Social Cooperativo (BSC). El aumento de la participación de los jóvenes y la creación de la Comisión de Centros Juveniles ―órgano directivo de Jóvenes AFA― en 20037, constituye una expresión más con la que AFA procura superar la falsa dicotomía entre las dimensiones económica y social.

El crecimiento de un auténtico movimiento cooperativo está ligado al cumplimiento de una intensa labor educativa que, para ser integral, debe comprender armónicamente la difusión de los valores y principios que conforman la doctrina cooperativa; la capacitación en los métodos y procedimientos propios de la gestión organizacional; la información adecuada sobre el entorno socioeconómico en que se mueven las empresas, y además el adiestramiento en las técnicas exigidas por la clase de actividad que se pretende desarrollar (Universidad de Deusto, 1996: 116).

En AFA, si bien existe un diseño general de los Programas del Departamento de Educación y Capacitación (apoyados por la Fundación), estos se ejecutan de acuerdo con la demanda de los Centros Cooperativos Primarios. Más que pensar en los beneficiarios de las distintas actividades se las encara como una gran tarea desarrollada CON los protagonistas. Cada grupo, cada región tiene realidades particulares; así, la formación tiende a generar la auto- organización y la proyección de los distintos grupos de productores y sus familias. Se apunta a un concepto de formación integral, en conexión directa con las personas y necesidades, siempre desde la misión institucional (BSC 2006: 47-48).

Desde el 2004, AFA adhiere a la metodología propuesta por la ACI y elabora su primer BSC. A partir del ejercicio económico-social Nº 73, evalúa una pluralidad de aspectos vinculados con su impacto y arraigo social, incluyendo el análisis del quinto principio Educación, Capacitación e Información.

Las Cooperativas brindan educación y entrenamiento a sus miembros, a sus dirigentes electos, gerentes y empleados de tal manera que contribuyen eficazmente al desarrollo de su cooperativa. Las cooperativas informan al público en general, particularmente a jóvenes creadores de opinión acerca de la naturaleza y beneficios del cooperativismo (BSC, 2005: 39).

Es en la puesta en práctica de este principio donde se visualizan tanto las actividades desplegadas por los jóvenes de la entidad, como el apoyo financiero que estas reciben; superior incluso al que establece la ley hasta el ejercicio 81 (Cuadros 2 y 4)8. Escasos excedentes o déficits en los ejercicios siguientes impiden aplicar montos al Fondo de Educación y Capacitación (BSC 2017: 61).

Los Centros Juveniles constituyen instancias de participación y aprendizaje sobre la problemática cooperativa, favoreciendo el desarrollo de un potencial humano comprometido con la comunidad.

Cuadro 2. Actividades de Educación y Capacitación Cooperativa para Jóvenes AFA

Fuente: Elaboración propia en base a BSC (2004-2017), Memoria (Ejercicio 85). (*) De acuerdo con lo establecido por el Art.40°, inc. 3° de la Ley 20.337.

En 2005, coinciden por primera vez el tradicional Encuentro Nacional de Educación y Capacitación Cooperativas, orientado a los distintos actores que integran la empresa y el Encuentro de Jóvenes AFA. En esta reunión se enlazan la memoria institucional de la que todos forman parte y los procesos de formación/educación en permanente retroalimentación, experiencias de co- construcción de jóvenes y adultos.

Si bien se ha constatado que los jóvenes rurales expresan menos conflictos con las generaciones anteriores que sus pares urbanos, y que las tensiones con el mundo adulto remiten más que nada a estilos de gestión, expectativas cruzadas, etc. (Espíndola 2004a; Caputo 2001) en AFA se procura consolidar ese vínculo intergeneracional en espacios de diálogo, debate e integración en los que participan los Jóvenes y miembros del Consejo de Administración de AFA (Convivencias, Charlas-debate).

Los programas y proyectos de educación contribuyen a la formación de las nuevas generaciones en diversos aspectos:

a) La difusión de los principios teóricos y la aplicación de la doctrina cooperativa.

La realización de videos institucionales (Pioneros del cooperativismo, Memorias esenciales, Documental histórico. 75 años de AFA, Herencia de Valores) y diversas experiencias de intercambio cooperativo constituyen algunos ejemplos que revelan el compromiso de los jóvenes con su formación y la confianza que deposita la dirigencia de la Federación en ellos.

En 2010, una de las resoluciones de la Asamblea Anual de Jóvenes es el diseño de un Plan Institucional y de Formación Integral de la Juventud. Constituye un proyecto que promueve la formación de los jóvenes como asociados y dirigentes de la cooperativa, en tres ciclos: básico, intermedio y de profundización. También procura su instrucción como ciudadanos comprometidos con la defensa de los derechos del sector agropecuario, con el desarrollo de sus comunidades y con los valores democráticos. El curso básico de formación general y cooperativa fomenta el conocimiento de la historia del cooperativismo, sus valores y la constitución de la propia AFA a través del estudio de su Estatuto. La continuidad de esta iniciativa, en sus siguientes niveles, complementa la formación con el intercambio de experiencias de dirigentes cooperativos que adquieren sentido en cuanto vivencias a transmitir, pautas prácticas para que los jóvenes construyan el presente en un ida y “vuelta a las fuentes” (BSC Nº 3: 93).

Los campamentos anuales de capacitación e integración ―jornadas de trabajo que culminan con la realización de la Asamblea de Jóvenes AFA― son espacios de transmisión de saberes y experiencias cooperativas como de discusión de temas sensibles a los participantes. Entre otros, las propuestas de debate abarcan los problemas de los “Jóvenes rurales”, “Los principios cooperativos llevados a la práctica”, “qué actividades propone un grupo juvenil”, etc. Los encuentros regionales que se realizan en los diferentes CCP combinan la reflexión sobre los valores cooperativos y la historia de la FAA y AFA, destacando el rol estratégico de la juventud en estas entidades.

b) La capacitación en técnicas de producción y administración de la empresa agropecuaria.

La creciente participación en congresos sobre variadas y actuales problemáticas rurales, como el uso y tenencia de la tierra, gestión de suelos y calidad de granos, agricultura y ganadería, geoestrategia y cooperativismo y sobre gestión de cooperativas agropecuarias, muestra el interés por quienes tendrán a su cargo la conducción de la pequeña y/o mediana explotación agraria. Estas preocupaciones vuelven a plantearse en los encuentros regionales de 2009 e incluyen el análisis del conflicto “campo-gobierno” y la constitución de la Mesa de Enlace (Barsky y Gelman, 2009; Barsky y Dávila, 2008). En 2010, las charlas-debate sobre la “Juventud en la actualidad” incluyen testimonios y experiencias sobre sus actividades agropecuarias, profesiones y perspectivas para el futuro. La dimensión medioambiental se hace presente entre los temas estratégicos que elige la juventud. En este caso, el convenio INTA-FAA-AFA hace posible que los jóvenes reciban capacitación técnica donde se les propone repensar conceptos clave como ecología, ecosistema y control integrado de plagas. En 2011, la reflexión y el diálogo giran en torno a recursos estratégicos, producciones alternativas, comercialización de arvejas, producción de garbanzos, nueces pecán y cría de cerdos (BSC, 2011: 57). La instrucción en el cooperativismo se articula con la acción gremial en la formación de estas nuevas generaciones. Muchas actividades son compartidas con la Juventud Federada, de hecho, algunos Centros Juveniles asumen una doble vinculación AFA-FAA.

c) La formación en materia económica, política, social y cultural del país.

Una de las vías elegidas por los Jóvenes de AFA para acceder a este nivel de formación general es su vinculación con otras asociaciones juveniles9. La participación regular en reuniones, encuentros, intercambios y foros organizados por la ACI-Américas brinda a los representantes de Jóvenes AFA la posibilidad de compartir otras experiencias de compromiso solidario, modelos cooperativos y expectativas diversas sobre la formación de nuevos dirigentes del sector. Se busca articular la capacitación de los Centros Juveniles con las Universidades (Seminarios de Economía Social, UBA, UNLP, UNR) y con otros organismos del sector público: Proyecto Jóvenes Emprendedores rurales (Unidad para el Cambio Rural- Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación) y Programa Arraigo (Ministerio de Desarrollo Social de la Nación).

La participación de Jóvenes AFA en la creación de vínculos interinstitucionales excede el 5° Principio y los inserta en el 6°, cooperación entre cooperativas y en el 7°, compromiso con la comunidad. Entre las actividades que pretenden generar impactos positivos y radicación del cooperativismo, se encuentra la promoción de la educación cooperativa en las escuelas (labores que comparten con los grupos de mujeres y otros agentes de AFA) y las campañas solidarias para escuelas rurales en provincias del Noroeste Argentino (BSC 2010: 66).

En conjunto, estas experiencias redundan en una mejor formación de los jóvenes para el recambio generacional de la dirigencia cooperativista, en vistas al traspaso de las actividades productivas y de gestión en las explotaciones agropecuarias en que viven y como ciudadanos comprometidos con el desarrollo de sus comunidades. Su colaboración en espacios estables de la revista Agricultores también lo muestra. Sin embargo, aun cuando en los BSC adquieren cada vez más protagonismo las propuestas e inquietudes de los Jóvenes AFA, su incorporación en el Consejo de Administración ―como continuidad en el ejercicio del liderazgo― es todavía una deuda pendiente de la Federación10. Asimismo, la disminución en la cantidad de Centros juveniles es evidente desde 2015 (Gráfico 1). La afirmación: “Los jóvenes no queremos tomar las riendas del movimiento, solo queremos la oportunidad de darle forma a parte de nuestro movimiento, y tratar de continuar los valores y principios cooperativos”11 retomada por un Joven AFA indica las tensiones al interior de la Federación a la hora de gestionar las decisiones, ver el presente y el futuro de la cooperativa.

5. REFLEXIONES FINALES 

Si bien el término juventud se asocia frecuentemente a grupos de edades particulares o a una etapa específica del ciclo vital, con características comunes en todas las poblaciones, en realidad la juventud de un territorio se compone de sectores y grupos heterogéneos, con condiciones de vida desiguales y con diversas formas de apropiación del medio natural, cultural y social. La distribución asimétrica del gasto público al interior de las sociedades hace que las oportunidades educativas, laborales y sanitarias sean desiguales entre los jóvenes de los distintos territorios, pero a ello hay que sumarle otros factores que complejizan aún más la naturaleza heterogénea de la juventud, como la subjetividad, el sustrato étnico-cultural, el género, la pertenencia a un estrato socioeconómico dado y el contexto histórico generacional e intergeneracional de cada joven.

Como etapa del ciclo de vida asociado a la edad, la juventud se define por las oportunidades de participación en la sociedad. La existencia o ausencia de oportunidades para los/las jóvenes definen la manera en que desempeñan roles, así como sus posibilidades de adquirir, reforzar o ampliar, habilidades básicas para la inserción laboral y el desenvolvimiento en el contexto cultural, social y político.

Las normas, valores, prácticas relacionales y en general, la visión del mundo de los jóvenes, parte de los referentes culturales particulares del grupo social donde estos viven el proceso de socialización. El joven, como tal, actúa en espacios institucionales centrales como la familia, la escuela, el lugar de trabajo y en núcleos más informales pero muy influyentes como el grupo de pares. A manera de múltiples espejos, la visión que el joven construye de sí mismo tiene relación con la forma en que mira la sociedad, y esta, a la vez, se refleja en sus jóvenes con toda su fuerza contradictoria (IICA 2000).

En la Argentina, la juventud rural tiene una enorme necesidad de participación y protagonismo social que trata de concretar de acuerdo con las posibilidades del entorno. Es interesante destacar que en todas las regiones del país, existe un número sustancial de grupos informales de jóvenes rurales que desarrollan prácticas participativas y solidarias de carácter comunitario, de manera conjunta con los adultos (Caputo, 2001).

Las experiencias asociativas juveniles pueden agruparse en tres tipos, diferenciándose grupos más autónomos, grupos más institucionalizados y grupos más dependientes. Los centros juveniles AFA se inscriben dentro de estos últimos, ya que pertenecen a una organización de adultos12, que ha logrado transmitir, desde la experiencia, la memoria y la formación, un modelo asociativo particular. La experiencia puede ser valorada “como un tipo específico de conocimiento temporal y abierto al cambio” (Baqués, 2010) o bien como memoria “que puede volverse accesible para otros a través de un relato ex post facto que la transforme en una narrativa llena de sentido” (Jay, 2002: 11). Se produce entonces el pasaje de la experiencia individual a la construcción social de la experiencia con orientación a fines prácticos, a través de la narración, posible de ser compartida. A través de sus múltiples actividades, centradas en la formación y en la integración, el Grupo Jóvenes de AFA participa de la co-construcción de una experiencia colectiva, como tejido social, a través de la cual se crea un horizonte común de significación, de sabiduría, de pautas para la vida cooperativa. Desde el discurso de AFA, los jóvenes son los depositarios de un legado que deben sostener y acrecentar. En la práctica, la disminución de la cantidad de grupos y su escasa vinculación a los espacios de gestión marca las diferencias generacionales.

Los jóvenes rurales y sus expresiones organizadas son actores relevantes para el desarrollo de los territorios que habitan. Las nuevas generaciones son, en general, portadoras de una mayor disposición a participar en experiencias asociativas y a innovar tecnológicamente los sistemas productivos con los altos beneficios sociales que la tecnología bien aplicada trae consigo. AFA es consciente de la trascendencia que implica contar con este capital social y en cada ejercicio contable se comprueba la fuerte inversión que realiza en los distintos programas de educación y capacitación, en especial el del Grupo de Jóvenes. Su deuda está, quizá, en proporcionarles un espacio donde ejercer la formación recibida, contribuyendo a la renovación del movimiento cooperativista, sus principios y valores.

Notas

1. De acuerdo con la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) se trata de los valores de autoayuda, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Los socios hacen suyos los valores éticos de honestidad, transparencia, responsabilidad y vocación social. Los principios son pautas mediante las cuales las cooperativas ponen en práctica sus valores. 1) Adhesión voluntaria y abierta, 2) gestión democrática, 3) participación económica de los asociados, 4) autonomía e independencia, 5) educación, formación e información, 6) cooperación entre cooperativas y 7) preocupación por la comunidad.

2. Característica que la distingue de otras cooperativas de primer grado, asimilándola con las de segundo grado: Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), SanCor Cooperativas Unidas Limitadas, por ejemplo.

3. En singular oposición al artículo 11 de la primera Ley de Sociedades Cooperativas 11.388/26 que expresaba que: “(Las cooperativas) No podrán tener por fin principal ni accesorio la propaganda de ideas políticas, religiosas, de nacionalidades o regiones determinadas; ni imponer como condición de admisión la vinculación de los socios con organizaciones religiosas, ni partidos políticos o agrupaciones de nacionalidades o regional” (cursivas añadidas). Los Estatutos Sociales vigentes desde su reforma en 1995 establecen el en Capítulo II, art. 9: “Podrán asociarse a esta Cooperativa las personas de existencia visible o ideal que revistan la calidad de productores agropecuarios, que acepten expresamente el presente Estatuto y los reglamentos que en su consecuencia se dicten y que no tengan intereses contrarios a la misma. Los menores de más de 18 años de edad y las mujeres casadas podrán asociarse sin necesidad de autorización de quien ejerza la patria potestad y disponer de su haber en ella por sí, solos…” (Estatutos: 10-11).

4. Primera entidad de segundo grado del cooperativismo agrario que subsiste y que se ha convertido en el transcurso de sus 96 años en un verdadero grupo económico nacional. Constituye una red de servicios diversificados dirigidos a las cooperativas agropecuarias y sus productores asociados, distribuidos o integrados a lo largo de nueve provincias, fundamentalmente en la región pampeana.

5. La cooperativa trabaja para conseguir el desarrollo sostenible de sus comunidades, por medio de políticas aceptadas por sus socios.

6. http://afa.afascl.coop/jovenes.php

7. Formada por delegados de los Centros Juveniles de los CCP. En el BSC Nº 2, correspondiente al Ejercicio 2005-2006 se advierte que la ausencia de algunos delegados fue reemplazada por otros integrantes de la Juventud.

8. AFA cumple con la inversión de un mínimo del 5% del excedente que dispone el artículo 40, inciso 3 de la ley 20.337, reconociendo el derecho de todos los socios a capacitarse de manera permanente.

9. Red de Juventudes Rurales del Cono Sur, Foro Regional de la Juventud Agraria, Federación de Centros Juveniles Agrarios Cooperativistas Zona SanCor, Juventudes Agrarias Cooperativistas de ACA, Juventud Agropecuaria para el Desarrollo Cooperativo, Juventud Federada de FAA, entre otras.

10. El promedio de edad de los integrantes del Consejo para el ejercicio 2011-2012 es de 52 años. De los 20 miembros, el más joven tiene 36 años y el mayor 73 (BSC, 2013, p. 30).

11. Maldonado, J. “El presente y el futuro: la importancia de la juventud en el Movimiento Cooperativo” en Agricultores, 2018: 46. Disponible en: http://diario.afascl.coop/afa/2018/Revista_105.zpdf Cursivas nuestras.

12. Estos grupos tienden a tener mayor continuidad en el tiempo y sustentabilidad organizacional (con recursos de la entidad adulta que los sostiene). Si bien el origen es la reproducción de las organizaciones matrices, muchas generan una identidad propia relevante, asociada a la de los adultos. Desarrollan programas más sistemáticos de trabajo en relación a los otros grupos y son un tipo de organización más formal que los autónomos e institucionalizados. A veces, lo propiamente juvenil está poco presente, ya que la identidad fuerte de la entidad de adultos que las crea, es más convocante que los temas propiamente juveniles (Espíndola 2004). Un buen ejemplo son las cooperativas agrarias, como el caso en estudio.

REFERENCIAS

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4. Barsky Osvaldo y Gelman, Juan. Historia del agro argentino. Desde la Conquista hasta comienzos del siglo XX. Buenos Aires: Sudamericana. 2009.

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7. Carricart, Pedro. Cooperativas rurales y territorios en la región pampeana argentina. Buenos Aires: Editorial La Colmena. 2012.

8. de Arce, Alejandra y Mateo, Graciela. “Ser la vanguardia y mantener la tradición. Las juventudes y el cooperativismo agrario”. José Muzlera y Alejandra Salomón (Coords.), Actores sociales del agro contemporáneo. Restricciones y posibilidades.Rosario: Prohistoria.

9. Espíndola, Daniel. Enfoques y Experiencias Juveniles Rurales en América Latina. Montevideo: RELAJUR. 2004.

10. Espíndola, Daniel. Organizaciones y movimientos juveniles rurales en cinco países del MERCOSUR: (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay). Situación actual y propuesta para su fortalecimiento. Montevideo: CELAJU/ Banco Mundial/UNESCO. 2004.

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12. Gutiérrez, Talía y Mateo, Graciela. “Cooperativismo y educación: Juventudes y Escuela Agrícola en Tres Arroyos (Buenos Aires-Argentina), 1942-1968”. Anuario, [CEH Profesor Carlos S. A. Segreti]: 15: 69-83.

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15. Mateo, Graciela. “La educación cooperativa: entre la doctrina y la experiencia, entre las políticas públicas y las prácticas institucionales”. Gabriela Olivera (comp.). Cooperativismo agrario: Instituciones, Políticas públicas y Procesos Históricos, Córdoba: Ferreyra Editor, 2006, pp. 59-81.

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17. Olivera, Gabriela y Mateo, Graciela. “Corporaciones agrarias y cooperativismo en la Argentina peronista (1946-1955). Un estudio comparativo entre la Federación Agraria Argentina (FAA) y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA)”. Olivera, Gabriela (comp.). Cooperativismo agrario: Instituciones, Políticas públicas y Procesos Históricos, Córdoba: Ferreyra Editor. 2006, pp. 83-119.

18. Peller, Mariela. Un recuerdo de infancia. Juego, experiencia y memoria en los escritos de Walter Benjamin. 2010. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas [Universidad Complutense de Madrid], 2010, 27,3. Recuperado de http://www.pendientedemigracion.ucm.es/info/nomadas/

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FUENTES

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Agricultores Federados Argentinos. Sociedad Cooperativa Limitada. Memoria y Estados contables. Ejercicio económico Nº 81, 2012/2013, Ejercicio económico Nº 85, 2016/2017.

Agricultores Federados Argentinos. Sociedad Cooperativa Limitada. (2007). Surgimiento,desarrollo y organización chacarera en la historia de una cooperativa.Tomo I. Rosario. 2017.

Revista Agricultores, enero a diciembre, 2013. Diciembre 2017- julio 2018.

Recursos web: http://afa.afascl.coop/mision.php/http://diario.afascl.coop/afaw/noticias.vsp?nid=33833